El tema de la banca de reserva fraccionaria es uno de los más debatidos y apasionados en el Instituto Juan de Mariana, aunque desconozco si la misma pasión alcanza a ámbitos más amplios de la escuela austriaca, y no tengo duda alguna de que no interesa demasiado al común de los mortales, aunque tal vez debiera.
Como es bien sabido, la reserva fraccionaria es el modelo de negocio que preside la actividad de la banca en la actualidad. Consiste básicamente en que los bancos están autorizados a utilizar los recursos que sus clientes depositan en ellos para actividades distintas de su mera custodia y mantenimiento, y de los servicios de caja asociados. Su única obligación es mantener un cierto porcentaje de los recursos que se le depositan, el conocido como coeficiente de caja, que suele ser inferior al 5%.
Dicho de otra forma, con este modelo de negocio, cuando alguien deposita en el banco 100 Euros, implícitamente autoriza al banco a usar 95 de los mismos en cosas del banco.
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