Francisco Capella acerca del ciclo económico, el descalce de plazos, la banca libre y el intervencionismo estatal

Francisco Capella moderará hoy nuestro debate con Juan Ramón Rallo sobre el descalce de plazos como causa del ciclo económico, el que tendrá lugar en Calle Rafael Calvo 39, en la sede de la Fundación Rafael del Pino, en Madrid. Anoche me compartió su opinión sobre el mismo, el que además publicó en su blog. Me parece oportuno compartirlo con nuestros lectores (Ver abajo).

El debate me parece apasionante. Para quienes recién toman conocimiento del mismo a continuación ofrezco algunos links para acceder al intercambio.

A los seis posteos iniciales (1, 2, 3, 4, 5 y 6) -tres míos y tres de Rallo entre el 19 y 23/09/2013, ha seguido un resumen y análisis de Nicolás Cachanosky (25/09/2013). Luego la visita de George Selgin a Madrid (4/10/2013), generó una presentación en el IJM que agrega valor al debate (ver aquí video). Poco después (julio de 2015) una visita de Larry White a Madrid permitió que se genere un interesante y amigable diálogo  con Juan Ramón Rallo. El intercambio dio lugar pronto a un escrito de White, que personalmente traduje al español aquí (17/09/2015). La respuesta de Rallo no se hizo esperar. Nicolás Cachanosky analizó el debate en Sound Money Project (4/11/2015), al que Rallo respondió, Nicolás escribió una  réplica y Rallo volvió a replicar. Daniel Fernández agregó otras dos réplicas para considerar. (1 y 2), a las que Nicolás también respondió (1 y 2).

Abajo Capella agrega sus comentarios, si bien están enfocados sólo en el intercambio inicial (16/9/2017). No hago a tiempo a responder durante mi visita a Madrid porque la agenda está cargada, pero me parece que los seguidores del debate estarán interesados en leerle.

Espero pronto poder compartir en el blog el video del debate de mañana.

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LA GRAN DEPRESIÓN – Murray N. Rothbard [traducción de Iván Carrino]

130828 Cubierta NBL-49.pmd«El colapso de Wall Street y la Gran Depresión que le siguió estuvieron dentro de los acontecimientos más importantes del siglo XX y al afectar la confianza en la eficacia del mercado y el sistema capitalista, ayudaron a explicar por qué el absurdamente ineficiente y cruel sistema de comunismo soviético sobrevivió por tanto tiempo.»

En 1963, Rothbard trabajó en una explicación que ha puesto patas arriba la explicación tradicional. La severidad del colapso de Wall Street, argumenta, no se debió a la irrestricta capacidad de un capitalismo filibustero, sino a la insistencia del gobierno para mantener el boom artificialmente inyectando créditos inflacionarios.»

Su libro es un tour de force intelectual y ha pasado la prueba del tiempo con éxito, e incluso con estilo».

De la introducción de Paul Johnson.

«La publicación de la primera edición en español de La Gran Depresión americana que Murray N. Rothbard culminaba a los 38 años de edad en 1963, marca un hito para todos aquellos, especialistas o no en economía, interesados en entender las causas y posibles soluciones de la actual Gran Recesión que, desde 2008, afecta al mundo occidental en general, y con especial virulencia a nuestro propio país en particular. En efecto, el libro de Rothbard es, como ha indicado el gran historiador Paul Johnson, el estudio histórico más fundamentado, brillante y a la vez de más actualidad, de cuantos se han enfrentado con la imprescindible tarea de explicar qué sucedió en realidad durante los años de la Gran Depresión previos y, sobre todo, posteriores a 1929».

Del prefacio de Jesús Huerta de Soto

«La Gran Depresión y la Gran Recesión han sido los dos grandes y devastadores episodios de crisis deflacionaria que hemos vivido en los últimos cien años. Todas las crisis financieras de corte deflacionario presentan un mismo perfil: gracias a los privilegios estatales concedidos a la banca, la economía experimenta una fuerte expansión del crédito muy por encima del volumen de ahorro, lo que generaliza tanto las malas inversiones reales como la sobreacumulación de deuda privada; y, eventualmente, tanto las malas inversiones como la excesiva acumulación de deuda terminan colapsando en forma de liquidaciones desordenadas de activos e impagos en masa de pasivos: eso es justamente la depresión deflacionaria».

Del prologo de Juan Ramón Rallo

Lo puede adquirir en Unión Editorial.

Liquidez bancaria y letras reales: 2da respuesta de Daniel Fernandez

Nicolás Cachanosky responde aquí a mi réplica a sus comentarios sobre RBD. Efectivamente vamos con descalce de plazos en diferentes post, y parece que ahora también con descalce de idiomas. Como me siento mucho más cómodo contestando en español, así lo haré y de paso eliminamos otro descalce.

Cachanosky pone en primer lugar la teoría wickseliana del tipo de interés natural como causa de las descoordinaciones. La teoría de la liquidez (RBD moderna) muestra que son los diferentes tipos de interés (por plazo y riesgo) los que se encuentran en desequilibrio (y no un tipo único). En otras palabras, como primera aproximación al problema suponer que hay un tipo de interés está bien, pero el planteamiento se queda algo “corto” cuando queremos explorar fenómenos algo más complejos. Me explico:

  • Un tipo de interés único supone que la demanda de capitales es independiente del uso previsto de los mismos. No tiene mucho sentido que un comerciante pida un crédito a 20 años o la aportación de un fondo de capital riesgo para simplemente reemplazar capital circulante. La demanda de capitales está vinculada al uso que se les da. Cuando el uso del capital se prevé por un largo periodo de tiempo lo financieramente prudente es que el plazo sea similar, y desde luego no se es indiferente a los diferentes plazos (plazos de deuda superiores al uso de fondos supondría un coste extra y plazos de deuda inferiores al uso de fondos supondría un riesgo extra de refinanciación). Por tanto la demanda de fondos no es independiente del uso de los mismos y por lo tanto depende, entre otras cosas, del plazo previsto de uso de los fondos.

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Liquidez bancaria y letras reales II: Comentario de J. R. Rallo (y Daniel Fernandez)

Juan R. Rallo (aquí) y Daniel Fernandez (aquí) ofrecen réplicas a mis comentarios sobre liquidez bancaria y descalce de plazos (aquí y aquí.) Los días pasados estuve de viaje por lo que no pude prestar atención a sus posts. Vuelvo a viajar en breve por varios días. Por lo que ofrezco unas breves reflexiones. Espero que sean de interés a quienes han seguido este breve intercambio.

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Liquidez bancaria y letras reales: Comentario de D. Fernández Méndez

Daniel Fernández Méndez nos envía su propio aporte al debate que están manteniendo en estos días Nicolás Cachanosky y Juan Ramón Rallo. Lo compartimos a continuación.

Nicolas Cachanosky has published recently an article criticizing the Real Bills Doctrine. The debate started with Rallo interviewing White in Juan de Mariana´s Institute. Later White criticized the Rallo´s point of view held in the interview here. Rallo rejoinder to White´s points can be found here. So far the last contribution to the bilateral debate was on White´s side here. So Nicolas is the last adherent to the controversy. I will answer the different critiques made by Nicolas in his article.

a. Banks manage flows not stocks.

Maturity mismatch is still a problem in flow terms. The saving flows materialize in a stock of capital. Banks receive saving flows and allocate them in capital structures through lending to producers. The maturity profile of the capital structure influence their composition (it is clear that it´s not the same a capital structure oriented towards long term capital as the housing market than having an agricultural or commodity oriented economy). Long term capital stocks hasn´t the ability to produce income flows at short notice. So finally stocks matters.

In fact, flows are transformed into stocks that in turn, produce another flows in the future. This is nothing else that the process of capitalization of an economy. Savings (flows) are transformed in certain kind of wealth (capital) that produce another kind of flow (income). As Rallo points out, stocks are nothing else than the present value of future flows.

The key point here is if the expected flows of both, producers and savers are aligned with current flows. As we are going to argue below, the maturity mismatch causes misalignment between them.

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Liquidez bancaria y letras reales: Comentario de J. R. Rallo

En un reciente post Juan R. Rallo ofrece comentarios y respuestas a mi post en Sound Money Project sobre liquidez bancaria y letras reales. Siguiendo el mismo orden que Rallo, mis comentarios y reacciones a continuación.

Los bancos no manejan stocks, sino flujos

Mi comentario en este punto hace referencia a que un banco que toma préstamo a corto plazo continuamente en el tiempo puede extender prestamos a largo plazo. Esa administración es parte central de la actividad bancaria. Si espero un depósito por 100$ en el primer año y otro por 100$ en el segundo año, ambos por un plazo de un años, entonces al recibir el primer depósito puedo extender un préstamo de 100$ a dos años (dejando de lado, para simplificar, intereses). Esto es a lo que se refiere mi comentario sobre administración de flujo y no stocks.

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SMP: Prudential banking versus real bills doctrine

¿Deben los bancos comerciales seguir la real bills doctrine? Breve comentario en Sound Money Project sobre el intercambio entre J. R. Rallo y Larry White.

So what then is a real bill? A real bill is a bill that is backed by a real good. If I produce bread, for instance, then as a producer I can issue a bill payable on a date after I expect to have sold the bread, which is still under production. Banks, under such a doctrine, should then constrain themselves to invest in this type of bills. In so doing, they would only offer credit to real market activities.

Following a recent interview, Juan R. Rallo and Lawrence H. White engaged in an interesting exchange about this issue (see here, here, and here.) Rallo argues that the RBD is a prudential banking policy- in short, that banks under free banking should follow a version of the RBD to maintain monetary stability or, more precisely, to avoid discoordination by borrowing short and lending long. This is problematic, the argument goes, because the market loses liquidity: one bank can gain liquidity by selling a long-term mortgage, for instance, at the expense of someone else losing liquidity as well.

Let me offer a few critical comments to what is my best understating of what is being argued.

Seguir leyendo en SMP.

LA TEORÍA DE LA BANCA LIBRE FRENTE A LA DOCTRINA DE LAS REAL BILLS: Respuesta de J. R. Rallo a L. H. White

White_RalloTras la conversación que L. H. White y J. R. Rallo mantuvieron en Madrid (video), el primero ofreció unos comentarios escritos en el blog Alt-M, que nosotros traducimos aquí al español. Ahora Rallo ofrece aquí su respuesta.

Esta nueva respuesta tiene varios elementos importantes. Rallo explica que en su conversación con Larry White la presentación de su tesis no fue todo lo sistemática que hubiera querido, por lo que resume aquí su tesis en una serie de párrafos.

Personalmente -y a la expectativa de una posible respuesta de Larry White-, debo decir que me pareció esclarecedor el post en varios sentidos, al punto que me parece cada vez más imprescindible un diálogo entre estos dos programas de investigación para ver hasta qué punto el mensaje de ambos es compatible. No quiero negar las diferencias entre los enfoques, pero me parece que parte de lo que hoy discutimos es más semántico que diferencias sustanciales de fondo. Esto es lógico que ocurra cuando dos programas de investigación tienen un lenguaje propio, los que comparten algunos conceptos, pero difieren en el significado de otros.

Rallo muestra aquí la importancia de la coordinación económica y la estructura productiva, y se toma el trabajo también de distinguirlo de la propuesta Rothbard-Huerta de Soto y White-Selgin.

En uno de estos párrafos resume la tesis:

To summarize: the Real Bills Doctrine just states that the proper financial asset for preserving savers liquidity is real bills, or in more general terms, IOU’s that are collateralized for goods in process of being sold to final consumers. The tradition of the Real Bills Doctrine (or, more broadly, the tradition of liquidity theorist) started with Adam Smith, but has included such renowned economists as Jean Baptiste Say, William Huskisson, James Wilson, James Laughlin, Henry Parker Willis, Felix Somary, Heinrich Rittershausen, Charles Rist, Jacques Rueff or Antal Fekete. I would also include Carl Menger in this tradition, attending to the final pages of his book Money (1909) and to enthusiastic defence of the Real Bills Doctrine by his student Eugen von Philippovich, but since Menger never developed a theory of credit, this inclusion is rather risky.

Sabía por ejemplo que Adam Smith, Menger y Antal Fekete formaban parte de la historia del pensamiento económico que respalda esta «nueva» corriente, pero ignoraba a los otros autores, y especialmente me sorprendió encontrar a J. B. Say o J. Rueff en la lista.

Rallo cierra afirmando que ante la pregunta de qué marco institucional es conveniente para tener prudencia bancaria y coordinación macroeconómica, él sugiere la banca libre con reserva fraccionaria como la que existió en Escocia, pero aclarando que aquel sistema escocés fue precisamente lo que él define como real bills. Me parece que por allí seguirá el debate, que es precisamente la especialidad de Larry White a partir de su tesis doctoral y del libro Free banking in Britain.

Por otro lado, en el mismo párrafo final aclara Rallo que es incorrecto afirmar que bajo banca libre habrá prudencia bancaria y el fin definitivo de los ciclos económicos. Personalmente insisto en aclarar, que bajo banca libre el sistema no es perfecto, y que lógicamente puede haber imprudencia de ciertos bancos que los conduzca a la quiebra, pero todavía me falta comprender cuál es el elemento por el cual los errores de los bancos serían masivos, y por qué «todos» los banqueros desearían tomar un curso de acción que los conduzca a la quiebra, y a quedar fuera del mercado. Más bien, creo que la competencia y la banca descentralizada tendría -como se observó en Escocia- un período de prueba y error que irá eliminando a ciertos bancos y fortaleciendo a otros, pero a medida que el sistema vaya madurando, se alcanzaría la «máxima prudencia posible», y con ello se reducirían los errores  y la descoordinación que conducen a un ciclo económico.

El interrogante es el mismo, en cierto sentido, al que se le plantea a los defensores de la banca libre con encaje 100 %. Si bien, las reservas fraccionarias en un sistema de banca central, contribuyen a expandir el crédito y al auge de las primeras etapas del ciclo económico, bajo un sistema de banca libre, las mismas también pueden expandir el crédito pero al ser limitada esta expansión, se evita el ciclo económico. El caso de Escocia en particular, muestra la caída de un banco -el Ayr Bank-, pero no la caída del sistema. Por el contrario, en la medida que el sistema va madurando, incluso este tipo de problemas en bancos aislados tiende a desaparecer.

Uno de los aspectos que nos separa quizás es la definición de ciclos económicos. No negamos cierta descoordinación, que es inevitable, lo que negamos es el error en masa que ha caracterizado hasta el día de hoy a todas las grandes depresiones que sufrió -por ejemplo- EEUU, referenciando casos concretos en la crisis de 1930, 1987, 2001 y 2008. Bajo banca libre, tales burbujas o errores empresariales en masa no ocurren, pero no rechazamos la posible quiebra de un banco imprudente.