Murray N. Rothbard (1926-1995), profesor de economía en la Universidad de Nevada, Las Vegas y vice presidente de asuntos académicos del Ludwig von Mises Institute, se encuentra entre los grandes pensadores de la Escuela Austriaca. Fue responsable de llevar la tradición de la Escuela Austriaca desde los últimos años de Mises hasta las presentes generaciones, extendiendo de manera dramática esta tradición hacia nuevas áreas de la historia y la teoría política. Es autor de 15 libros, incluyendo MES (1962), America’s Great Depression (1963), y An Austrian Perspective on the History of Economic Thought. Rothbard fue entrevistado por la Austrian Economic Newsletter durante el verano de 1990.
AEN: ¿Algún pensamiento reciente sobre la hermenéutica?
MNR: Esa es una pregunta de historia del pensamiento, dado que la hermenéutica ha sido destruida por Hans-Hermann Hoppe y David Gordon. Parte de su crítica es que la hermenéutica fue incapaz de demostrar en términos concretos como este nuevo “giro” podría mejorar nuestro entendimiento de la economía. Pero si no hubiesen sido desafiados, podrían haber continuado por años.
AEN: La principal atracción a la hermenéutica fue un vínculo de Mises con ciertos fenomenologistas racionales. ¿Qué partes de este vínculo le gustan y cuáles le disgustan?
MNR: El vínculo fue Alfred Schütz. El era un fenomenologista que creía en el libre mercado y fue anti-positivista. Hizo un excelente trabajo atacando a los positivistas y dejando de lado mentes a favor de los experimentos. Luego marcaría que se necesitan mentes para conducir y verificar los experimentos. Antes que esto, Brentano se encontraba bastante próximo a Menger y los Austríacos. Los Brentanoistas enseñaban lógica, razón, la ciencia de la acción humana, afirmaban que los valores existían, y perseguían un análisis objetivo de la subjetividad. Mises siempre fue claro: sus partidarios no comprenden economía. Las enseñanzas de Dilthey, Windelbrand, Ricket, y Weber son útiles para el análisis histórico, pero no para la teoría económica—Verstehen no Vergiefen. En la búsqueda del subjetivismo, no se puede dispensar de la ciencia y la razón. Con pocas excepciones, del modo en que la fenomenología se desarrolló se volvió irracional y colectivista.
Una buena parte de la fenomenología ya es parte de la tradición Austriaca, como he mencionado en mi artículo sobre praxeología para los volúmenes Nathanson, Phenomenology and the Social Sciences. El otro economista, John O’Neill, quien también escribió para el volumen produjo una palabrería puramente irracional. Y no había mucho más de utilidad en esos dos volúmenes. A Kirzner también se lo invitó a contribuir en este volumen, pero rechazó la propuesta, opinando que los Misianos no tienen nada que ver con la fenomenología. Supongo que yo estaba tratando de ir más allá. Sigue leyendo





