¿Cuál es el origen de la “fiebre” por el Bitcoin? El paralelismo con la burbuja puntocom – Jorge Alarcón

A estas alturas prácticamente todo el mundo ha oído hablar del Bitcoin, pero no está de más explicar brevemente qué es. El Bitcoin es una criptomoneda que sirve para intercambiar bienes y servicios, pero que a diferencia de otras monedas como el dólar, euro, yen o franco suizo, está descentralizada, es decir, no depende de los bancos centrales, por lo que nadie la controla. Fue lanzada en el año 2009 por Satoshi Nakamoto y utiliza la tecnología peer-to-peer (P2P) para operar sin una autoridad central o bancos; la gestión de las transacciones y la emisión de bitcoins es llevada a cabo de forma colectiva por la red. Bitcoin es de código abierto; su diseño es público, nadie es dueño o controla Bitcoin y todo el mundo puede participar.

Seguir leyendo en InVestia.

SMP: Financial bubbles and macroprudential policy

Columna en SMP sobre política monetaria y burbujas financieras.

In the field of monetary policy, there is one question that must necessarily be addressed: what should a central bank do in light of a financial bubble? Should it try to burst the bubble as soon as it arises or engage in damage control after a financial crisis occurs?

Personally, I don’t think that there is any one answer to this question- it would depend on too many variables. But there’s one solution that central bankers might consider: not creating bubbles in the first place. After all, bubbles don’t fall from the sky: for financial bubbles to occur, monetary policy must deviate from monetary equilibrium

Seguir leyendo en Sound Money Project.

Tres razones para desinflar la burbuja del Estado

impuestosCuando los historiadores económicos se refieren a las grandes crisis económicas del siglo XX -y lo que va del siglo XXI- identifican cada caso con una burbuja. En la crisis de los años 1930, por ejemplo, los historiadores observaron burbujas bursátiles e inmobiliarias. La crisis dot-com de 2001 en Estados Unidos fue la burbuja bursátil de las acciones relacionadas a internet. La gran recesión de 2008, también en Estados Unidos, fue el desenlace de la burbuja inmobiliaria gestada desde fines de 2001. La crisis europea actual fue la de una burbuja inmobiliaria, seguida de una burbuja del gasto público que se ha pinchado en varios países, pero queda aún una brecha importante por corregir. Vale aclarar que las economías solo lograron recuperarse de las distintas crisis mencionadas cuando las burbujas se terminaron de desinflar y emprendieron un proceso de formación de capital a través del ahorro y la inversión.

En la Argentina de hoy la crisis que viene será asociada a la burbuja del gasto público, que se fue gestando desde 2003 y especialmente a partir de los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, con sucesivos planes y programas.

Sin ánimo de ser exhaustivo, aunque presentados cronológicamente, recordamos ya en agosto de 2003 el Plan Manos a la Obra de Néstor Kirchner, seguido por la prolongación del Programa Remediar, la creación del Museo de la Memoria, el Plan Federal de Salud, el Plan Nacer Argentina, el Plan Espacial Nacional, el Programa de Becas del Bicentenario, el Programa de Apoyo de Infraestructura Universitaria, el Programa Argentina Trabaja, Fútbol para Todos, la asignación universal por hijo, el Fondo del Bicentenario para pagar la deuda externa, el Programa Conectar Igualdad, el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario, Pakapaka, Tecnópolis, la recuperación de YPF, Procrear, el Programa Sumar (que fue una ampliación del Programa Nacer) o el Plan Raíces, entre otros.

Tres críticas presentamos los economistas a estos programas.

En primer lugar, que varios de estos programas y planes no se presentan como temporarios -mientras duró la crisis de 2002, con más de un 50 % de pobres y más de un 20 % de desempleados-, sino como continuos, garantizando a mucha gente una serie de ingresos que perdurarán en el tiempo. Esto evita que los beneficiarios tengan incentivos para buscar por sí mismos la generación de ingresos que les permitan abandonar esta dependencia del Estado. Más grave aún ha resultado el caso en que muchas personas rechazan posibilidades de trabajo para no perder un plan del Gobierno.

En segundo lugar, preocupa la sustentabilidad del gasto público total, el que no puede mantenerse aun con la mayor presión tributaria de la historia argentina, requiriéndose ahora de emisión monetaria para cubrir la brecha entre ingresos y gastos, y sometiendo a toda la población a niveles elevados de inflación. Axel Kicillof inició un proceso de ajuste por la vía de la inflación, pero el costo político de su sucesor será elevado, lo que puede implicar problemas de gobernabilidad para quien ocupe el sillón de Rivadavia en 2016.

En tercer lugar, desconocer que mucho de lo que estos programas hacen el mercado podría hacerlo por sí solo y de manera mucho más eficiente. Esto se vincula con el primero de los puntos planteados. Basta observar a nuestros países vecinos, con niveles de desempleo y pobreza radicalmente inferiores a los de Argentina, para comprender el daño que estos planes y programas le hacen a la población. Esto se vincula al debate que la Presidente ha querido abrir en distintos discursos -sobre qué Estado queremos-, pero al que nadie de la oposición atendió. Personalmente, pienso que el objetivo final debería ser que los argentinos tengan trabajo, ingresos propios, y a través de ese ingreso y el acceso a crédito puedan adquirir su casa, su auto o incluso pagar por los bienes y los servicios que deseen consumir, sean estos remedios, computadoras o incluso fútbol. En la medida en que esto se vaya logrando, el Estado debería ir reduciendo su tamaño, desmantelándose muchos de los programas y los planes o también los ministerios y las secretarías que este Gobierno ha creado. Que en esta “década ganada” el proceso haya sido contario a este ideal es una muestra de que hemos tomado el camino inverso al deseado. Que Daniel Scioli esté pensando hoy en crear nuevos ministerios y secretarías también es un camino opuesto al deseado.

Los economistas no exigimos un cambio hacia la anarquía y la desaparición inmediata de todos los planes sociales y programas, y menos aún en las condiciones de la Argentina en 2002 o 2003, sino un llamado de atención a los excesos de gasto que el kirchnerismo ha iniciado y el costo político y social que puede implicar revertir este proceso.

Tal como ocurrió en sucesivas crisis económicas, la Argentina no podrá retornar al crecimiento hasta que desinfle la burbuja del gasto público. Si la fase de desarrollo requiere inversión, como definió recientemente Miguel Bein -el asesor principal de Daniel Scioli-, y como sostiene también el equipo económico de Mauricio Macri, debemos tomar conciencia de que nadie querrá invertir en un país que mantiene un nivel de gasto público en torno al 50 % del PIB, con una inflación que supera -al menos- el 20 %, cuya presión tributaria es récord de todo el continente y que aún mantiene un déficit fiscal del 7 %-8 % del PIB.

Prólogo a «Las primeras burbujas especulativas», de Douglas E. French

FrenchLos hechos históricos se leerán de manera diferente, mientras los marcos teóricos que utilicen los analistas o historiadores sean diferentes. La gran depresión de los años 1930 suele ser un claro ejemplo de esto:
1. El marco analítico keynesiano comprende su naturaleza a través de la inestabilidad del capitalismo.[1]
2. El marco analítico monetarista comprende que hubo fallos de la Reserva Federal en gestionar la política monetaria, apuntando especialmente a la contracción del período 1929-1933.[2]
3. El marco analítico austriaco, por el contrario, comprende que hubo una política crediticia expansiva en el período previo, de 1924 a 1929, que gestó los gérmenes de la crisis al abrir una fase de mala-inversión que se liquidó en el período posterior.[3]

Sigue leyendo

¿Se pincha la tercera burbuja, provocada por el dólar?

burbujaCopio mi última columna en Infobae, junio 17, 2013.

Tres burbujas podemos detectar en las últimas dos décadas, generadas a partir de la política monetaria de la Reserva Federal. […] La tercera burbuja está hoy entre nosotros, precisamente en América Latina. […] Lo cierto es que la Reserva Federal ha depreciado su moneda, algo que resulta evidente cuando observamos el precio de ciertos commodities como el cobre -de interés en Chile-, el petróleo y sus derivados -de interés en Venezuela y Ecuador– los alimentos -de interés en Argentina y Brasil– o el gas -de interés en BoliviaAmérica Latina ha disfrutado de precios récords para sus productos exportables y eso ha acelerado las tasas de crecimiento en la región, sin embargo, el proceso está en riesgo.

Aquí, la columna completa.

Dejo preguntas abiertas para el debate en este blog: ¿Hay una burbuja en América Latina? ¿Se está pinchando? ¿Qué se puede hacer al respecto?

Nuevo número de la Revista Ensayos de Política Económica (UCA – Argentina)

El número 5  del año 2011 destaca los artículos de Adrian Ravier sobre «La Burbuja Inmobiliaria Americana» y otro de Robert Skidelsky titulado «La ciencia económica después de la crisis mundial«.

La Revista Ensayos de Política Económica es una publicación de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica Argentina. Su primer número fue publicado en 2007, y su periodicidad ha sido anual. Ensayos de Política Económica abarca la política económica y social, cubriendo áreas tales como macroeconomía, economía internacional, economía monetaria, economía financiera, políticas fiscales, crecimiento, desarrollo, historia de la política económica, instituciones, regulación económica, organización industrial, políticas sociales, mercado de trabajo, pobreza y distribución del ingreso, entre otros.

Acceda aquí a todos los números.

Política Monetaria y la Burbuja Inmobiliaria

Comentarios en un post anterior derivaron en una reflexión de Adrián sobre la burbuja inmobiliaria y la política monetaria. ¿Fue el Banco Central Europeo (BCE) responsable de las burbujas inmobiliarias en Europa? ¿O el BCE estaba respondiendo a la política monetaria de la Fed? ¿Dónde y por qué hubo burbujas inmobiliarias?

Sigue leyendo

El Problema de la (no) Inflación en la T. Austriaca del Ciclo Económico

En algunos posts anteriores (aquí, aquí y aquí) habíamos expuestos algunas críticas a la teoría austriaca del ciclo (ABCT). Estas tenían que ver con el rol de las expectativas y la política monetaria de la Fed sobre tasas de corto plazo en lugar de tasas de largo plazo. Hay otro aspecto que también se le ha criticado al ABCT, a diferencia de lo que esta teoría predice no se ha observado un aumento en el nivel de precios de bienes de consumo, es decir, no se ha visto un proceso inflacionario. Sigue leyendo