Crisis, gobierno más grande, y cambio ideológico: Dos hipótesis sobre el fenómeno del trinquete

Crisis_and_Leviathan

Gabriel Gasave, del Independent Institute, ha traducido al español un artículo de Robert Higgs acerca del efecto trinquete. Aquí lo compartimos.

Robert Higgs
Explorations in Economic History

El surgimiento de la moderna economía mixta es la gran transformación de los Estados Unidos en el siglo veinte. Los historiadores económicos no pueden eludir tratar de comprender este trascendental desarrollo. Hasta hace poco tiempo, sin embargo, la mayoría de sus intentos eran analíticamente superficiales. Muchos parecían dar por sentado que una economía urbano-industrial capitalista en desarrollo genera inevitablemente un gobierno más grande y más invasor. Recientemente, varios analistas del crecimiento del gobierno han propuesto hipótesis más explícitas; algunos han procurado contrastar sus explicaciones con la información histórica (Borcherding, 1977; Meltzer y Richard, 1978, 1983; Peltzman, 1980; Vatter, 1979).2 Gran parte de la literatura posee una calidad un tanto mecánica y hace poco por ilustrar la aparición de la economía mixta como un proceso verdaderamente histórico.

Aquellos que han estudiado los acontecimientos históricos de este proceso—en lugar de unas pocas series en el tiempo parcial y crudamente descriptivas del mismo—reconocen tres aspectos críticos: primero, implicó no solo un mayor gasto, impuestos, y empleos por parte del gobierno sino, más esencialmente, una extensión del alcance de la autoridad efectiva del gobierno sobre el proceso de toma de decisiones en materia económica; en segundo lugar, esta expansión de la autoridad ocurrió en gran medida durante unos pocos episodios de crisis social, especialmente durante las guerras mundiales y la Gran Depresión; y tercero, el crecimiento del alcance de las actividades gubernamentales fue paralelo a un cambio ampliamente destacado en la ideología prevaleciente. Los historiadores económicos han expresado cada vez más interés en el papel de la ideología en lo referente a la aparición de la economía política moderna (Olmstead, y Goldberg, 1975, pp. 197-199; Vatter, 1979, pp. 306-309; North, 1979, pp. 250-251, 259; 1981, pp. 45-58; Davis, 1980, pp. 9, 12; Weaver, 1983, pp. 295, 296, 322). Sin embargo, las hipótesis que funcionan son escasas.

Propongo que veamos a la expansión del alcance del poder gubernamental como dependiente de su trayectoria, es decir, como una genuina secuencia histórica en el sentido de que los agentes que lo generaron estaban motivados y obligados en cada ocasión por su apreciación de los peligros y de las potencialidades del momento, las cuales derivaron a su vez, de acontecimientos pasados tal como ellos los entendieron. Por lo tanto, un genuino “retorno a la normalidad” era inverosímil después de que una crisis hubiese provocado una expansión del alcance de los poderes gubernamentales.

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Destrucción del dólar amenaza economía mundial: Steve Forbes

ForbesEl blog de Inteligencia Financiera Global se complace en presentar la siguiente entrevista exclusiva con el magnate de los medios de comunicación, Steve Forbes, presidente y editor en jefe de Forbes Media. Estamos seguros que nuestros lectores alrededor del mundo la disfrutarán.

Steve, gracias por aceptar esta entrevista.

-Comencemos con tu más reciente libro “MONEY: How the Destruction of the Dollar Threatens the Global Economy–and what we can do about it” (El Dinero: cómo la Destrucción del Dólar Amenaza la Economía Global y qué podemos hacer al respecto). ¿Es una mera coincidencia que tenga el mismo título que uno de los libros más importantes de Carl Menger (el fundador de la Escuela Austríaca de Economía), “Geld”? ¿Estás de acuerdo en general con la Escuela Austríaca?

De hecho es una coincidencia. Pero el tema del dinero ha estado en las mentes de los hombres y las mujeres por muy largo tiempo.

La Escuela Austríaca tiene mucho a su favor, particularmente comparada con los keynesianos.

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Un ejemplo de honestidad intelectual – Por Alberto Benegas Lynch (h)

ABLDavid Theroux, el presidente del Independent Institute, me invitó a presenciar por la vía cibernética la conferencia en vivo de Ron Paul copatrocinada por esa entidad y pronunciada en el auditorio de la Universidad de California en East Bay el 9 de abril del corriente año.

Como es sabido, Ron Paul fue elegido por cuatro períodos consecutivos miembro del Congreso en Washington DC y en tres oportunidades fue candidato presidencial (una por el Partido Libertario y dos por el Partido Republicano). Es médico y autor de veinte libros sobre economía, educación y filosofía política, la mitad de ellos estuvieron en la lista de “best-sellers” durante varios meses en The New York Times. Actualmente conduce un programa de televisión y preside varias fundaciones.

Muchos son los temas que el orador abordó en la mencionada ocasión, pero para esta nota periodística selecciono algunos de lo que estimo fueron los puntos sobresalientes de su disertación. En primer lugar, se mostró alarmado por lo que dijo viene ocurriendo en la configuración social en su país. Señaló que en este sentido que la característica tradicional en Estados Unidos ha sido una amplísima franja de personas de ingresos medios y en las puntas los más exitosos y, por ende, muy prósperos por haber sabido satisfacer las necesidades de sus semejantes y en la otra los de menores ingresos con grandes aspiraciones y posibilidades de ascender en la escala social debido a su dedicación, esmero y cultura del trabajo.

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El papel de las instituciones

calidad¿Si la calidad institucional es importante para el progreso de las sociedades, qué es lo que determina que algunas las hayan logrado y otras no?

  1. Por ejemplo, Sachs (2003a y 2003b) cuestiona la relación entre instituciones y progreso considerándolo un concepto vago con el que se pretende explicar el desarrollo económico por medio de una sola variable, sin tener en cuenta otras como “las limitaciones de recursos, la geografía, la política económica, la geopolítica y otros aspectos de la estructura social interna, como los papeles del hombre y de la mujer y las desigualdades entre los grupos étnicos” (2003b). Sachs atribuye a la explicación “institucionalista” un cierto objetivo “ideológico” ya que con esto, según el autor, se explica al mayor progreso de Estados Unidos, Europa y Japón en esas mismas instituciones, que cuando el crecimiento se produce en otras regiones se debe a eso y, finalmente, que esto libera “mundo de los ricos” de responsabilidades financieras respecto a los pobres, ya que la causa de su falta de progreso se debe a sus propias falencias institucionales. Sachs afirma que las instituciones no explican todo y que, debido a ello, sería más sensato “intensificar la lucha contra el SIDA, la tuberculosis y el paludismo; tratar de solucionar el agotamiento de los nutrientes del suelo; y construir más caminos para conectar poblaciones remotas a mercados regionales y puertos costeros”(2003b).

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Infobae: Alto Gasto Publico, ¿Callejon sin Salida?

Comparto mi última columna en Infobae sobre como Estados Unidos logró reducir ampliamente el gasto público sin hacer caer la economía luego de la Segunda Guerra Mundial. Si bien hay innegables diferencias con la actual situación Argentina, no deja de ser un caso histórico con lecciones para la Argentina que el Kirchnerismo está dejando a sus sucesores.

Una década de administración kirchnerista dejó al país en lo que parece ser un callejón sin salida. Alto nivel de gasto público con déficit fiscal en un contexto de inocultable debilidad económica. ¿Cómo corregir el desequilibrio fiscal sin empujar aún más la economía hacia un contexto recesivo? La economía keynesiana que tanto influye en el pensamiento económico del país ve una relación prácticamente directa entre gasto público y desempeño económico al punto tal que una reducción súbita del gasto público se equipara con una inevitable recesión económica. ¿Es el modelo K un proyecto de callejón sin salida? Si bien no se pueden negar las dificultades y costos de corregir años de irresponsabilidad fiscal, no es del todo cierto que Argentina se encuentre en un callejón sin salida. De hecho, si bien hay innegables diferencias de contexto histórico, la economía de Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial ofrece un caso histórico que muestra que sí es posible salir de una situación de déficit con alto gasto público son los presagiados problemas de la “austeridad fiscal”.

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Reflexión de domingo: «Venezuela y el límite de nuestros esquemas conceptuales»

PeronEn medio de la tragedia de los venezolanos (y esto incluye a los chavistas) ponerse a hacer reflexiones in abstracto parecerá antipático pero sin embargo es necesario para tratar de entender qué está sucediendo.

La república constitucional norteamericana fue originada en horizontes lejanos. Horizontes donde se suponía que los derechos individuales eran el valor supremo de la ética política, donde las diversas “administraciones” no deberían tocarlos en absoluto y si ello ocurría, para eso estaba el control constitucional. Y, muy importante, todos coincidían en ese sistema, y ninguna persona, partido o lo que fuere se atribuía la propiedad de “la Nación”, la patria, la revolución o la historia.
América Latina nunca fue terreno cultural fértil para trasladar esas ideas. Hubo intentos, sí, siempre un mix no del todo coherente entre la influencia anglosajona y la influencia francesa; siempre un general ilustrado y un grupo de liberales constructivistas laicistas enfrentados con las tradiciones religiosas y españolas anteriores. De ese mix, siempre en tensión, nunca resuelto, algo salió. Muchas naciones latinoamericanas trataron de implantar la división de poderes, el control de constitucionalidad, un derecho penal liberal, algo de libre comercio, “pero”…. Dentro de la inestabilidad intrínseca de un marco cultural que se resistía, como un suelo rocoso resistente a instituciones que requerían un humus diferente. Lationoamérica nunca pudo plasmar instituciones liberales firmes. Su génesis es revolucionaria al estilo francés, y ese horizonte revolucionario la marcó, parece, para siempre.
Durante mucho tiempo eran guerras civiles intestinas, facciones diferentes que se disputaban un poder al que siempre se accedía con la lógica de la revolución: los buenos, los malos, los traidores, los cobardes. Palabras como democracia, república, límites, derechos de las minorías, etc., se escribían pero no se comprendían.
Pero con el advenimiento del marxismo como horizonte cultural, y con la revolución cubana como ejemplo, el asunto fue peor. Los Castro tuvieron al menos la coherencia de los violentos: por la violencia subieron y por la violencia están. Pero en otros lares, se introdujo el sutil engaño del acceso nazi al poder: la vía democrática en sentido lato. Mucho más inteligente y perverso. El Chile de Allende, la Argentina de Perón (1945, 1951, 1973, 2003), y, obviamente, la Venezuela de Chávez, son ejemplos perfectos. La dialéctica revolucionaria, junto con la marxista, encontraron en esas vías democráticas la forma casi perfecta de perversión conceptual. Los términos revolucionarios eran los mismos (leal, traidor, amigo, enemigo). Pero mientras que los constitucionalistas de los EEUU jamás imaginaron que toda esa dialéctica fuera compatible con los métodos electorales, ahora, en cambio, sí. El partido revolucionario, el que va a luchar contra el capitalismo opresor, sube al poder con la mayoría de los votos, o con los votos inventados o con los votos que fueren, pero asumen el criterio de legitimidad de origen de los sistemas democráticos. El enemigo sigue siendo el traidor, el vendepatria, el cipayo vendido al imperialismo, pero ahora es legítimo aniquilarlo –de golpe o de a poco- “democráticamente” y denunciar a todo el mundo “la violación de la democracia” de cualquier intento de resistencia.
Todo esto tomó a los no marxistas totalmente desprevenidos, conceptual y terminológicamente. Al principio, gentes desesperadas apoyaron las contra-revoluciones militares, pero la bestialidad e ignorancia de estos últimos no hizo más que acrecentar el problema. Ahora no hay salida posible. Ahora, los marxistas, los verdaderos golpistas, a quienes los derechos humanos les importan absolutamente nada, allí están, como cuasi estadistas republicanos. Los Correa y los Kirchner son ejemplos perfectos; Chávez, en cambio, era más sincero, y el delirante de su sucesor ha convertido a Venezuela no en una broma woodyallinezca, sino en una verdadera tragedia donde Calígula ha resucitado y el caballo tiene el apoyo del ejército, del ejército cubano y el silencio cómplice y cobarde de casi todos los gobernantes del mundo.

No hay mucha salida. Que Dios se apiade de los venezolanos y de todos nosotros, porque la Venezuela actual es el futuro de todos, excepto que intervengan las aleatoriedades de la historia, imprevisibles, inconmensurables, sólo accesibles a las denuncias de los profetas, ya muertos, sin embargo, en el silencio del desierto.

La universidad “virtual” del siglo XXI

VirtualComparto una nueva nota publicada en Infobae, el día de ayer, 21 de enero de 2014.

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Escribo como economista, pero hablaré de educación. Y me permito hacerlo porque desde hace varios años he formado alumnos en economía en muchas partes del mundo sobre la base de plataformas virtuales. Contaré mi experiencia la que espero sea útil para aquellos que deseen introducirse en la universidad virtual del siglo XXI.

Mis estudios de grado fueron en la Universidad de Buenos Aires entre 1997 y 2002. En ese entonces -y esto se mantiene al día de hoy- se ofrecía cursar algunas materias del Ciclo Básico Común (CBC) bajo la modalidad de UBA XXI, es decir, un programa de educación a distancia. En la propia página web se puede observar que “UBA XXI desarrolla materiales y recursos que enriquecen la organización del estudio de las asignaturas y promueven la autonomía de los alumnos, como así también una formación flexible, sin tener la obligación de asistir a clases. Ofrece en la actualidad un entorno virtual, UBAXXI Campus Virtual, que potencia la interacción entre docentes y alumnos y da cuenta, a su vez, de una práctica histórica, en la inclusión de soportes multimediales, hoy convergentes”.

Numerosas universidades han incorporado esta modalidad en sus carreras, complementando programas tradicionales con una plataforma virtual desde la cual se puede acceder al programa de la materia, al material bibliográfico, a sitios de interés, a una planificación de las clases, a ciertos trabajos prácticos, e incluso a un blog o chat para que docentes y alumnos interactúen. Algunas universidades complementan esto con el acceso a bibliotecas virtuales como J-store o EBSCO.

En aquellos años, pude cursar además algunas materias del ciclo profesional bajo la modalidad “a distancia”, como Análisis Económico II e Historia del Pensamiento Económico. El alumno compraba un libro “guía” que básicamente introducía los temas, y luego nos derivaba a ejercicios prácticos o lecturas del programa. En ambos casos, en UBA XXI y en educación a distancia, los exámenes eran presenciales en la Facultad, bajo los mismos lineamientos, condiciones y exigencia de la cursada tradicional.

La tecnología, sin embargo, siguió avanzando y con ello surgieron plataformas superadoras. Hoy se permite dictar clases presenciales, en tiempo real, a diferentes alumnos de todas partes del mundo. Ya no hablamos de clases asincrónicas o a distancia donde el alumno estudia solo, sino de clases sincrónicas donde el profesor y el alumno conversan en tiempo real.

Sería similar a una reunión en teleconferencia. La tecnología desarrollada por Webex o Adobe connect -seguramente existen otras- permiten al docente y a los alumnos verse las caras mutuamente por video en tiempo real, al mismo tiempo que interactúan verbalmente a través de un micrófono o por escrito a través de un chat. El profesor además utiliza un pizarrón sobre el cual puede escribir con el ratón, el teclado, o bien, con un lápiz electrónico. También se puede llevar al aula el paquete Office, utilizando presentaciones en PowerPoint elaboradas con carácter previo a la clase, o bien, una planilla de Excel que resulta útil especialmente en materias financieras.

La dinámica del docente con sus alumnos no sólo es similar a la tradicional, sino que es superadora por la tecnología que puede utilizarse. Esto se vuelve especialmente importante para programas ejecutivos y de posgrado, donde los empresarios que viajan pueden conectarse a clase desde cualquier lugar del mundo, o bien disfrutando de la alternativa de grabar las reuniones para verlas cuando cuenten con el tiempo necesario.

Por citar mi propio ejemplo, me encontraré este primer semestre de 2014 dictando clases de economía en un MBA de la Edinburgh Business School (EBS), universidad líder en Escocia que cuenta hoy con más de 11.000 estudiantes en todo el mundo, y que hace escala en América Latina a través de CMT Group. Lo mismo se puede decir de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) de Guatemala, asociada con OMMA de España, ofreciendo un Master en Economía totalmente virtual. Finalmente, la Swiss Management Center University (SMC) de Suiza, ofrece un Master in Political Economy y un PhD in Economics, ahora en español, para estudiantes de toda América Latina.

Para ser más gráficos, quienes ejercemos la docencia en estos programas nos encontramos semanalmente con una o dos docenas de alumnos de Estados Unidos, España, México, Guatemala, Panamá, Colombia, Perú, Brasil, Chile, Argentina o Uruguay para discutir cierto material asignado en el programa. No sólo se enriquecen los alumnos de este proceso cosmopolita y multicultural, sino que los mismos profesores nos vemos obligados a internacionalizar estos programas de estudio.

Es importante notar que al completar estos programas, los alumnos reciben títulos oficiales y certificados. Esto representa un desafío para los Ministerios de Educación latinoamericanos que exigen a estas y otras casas de estudio cumplir con numerosos burocráticos requisitos si quisieran instalarse en el país. Pero nótese que bajo esta modalidad todos estos requisitos se pueden sortear a bajo costo. El título lo emite el Ministerio de Educación del país extranjero, al que luego se le agrega la apostilla de La Haya para que tenga validez nacional.

Esto que abre una oportunidad única para aquellas casas de estudio que han logrado construir reputación durante las últimas décadas o siglos. También abre una oportunidad única para aquellos alumnos que viven en lugares donde ciertos programas no se dictan y tienen la imposibilidad de viajar. Estudiar bajo los programas certificados de Estados Unidos y Europa es ahora una posibilidad accesible, lo que debe conducir a los Ministerios de Educación y a las universidades públicas y privadas tradicionales a adaptarse rápidamente a un mundo virtual que no se detiene.

Una reseña crítica de Las Venas Abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano

Ravier_SalinasComparto a continuación el documento que presenté al 8vo concurso de ensayos «Caminos de la Libertad». El trabajo se tituló «Caminos Abiertos para América Latina» y recibió una mención por parte del jurado. Se trata básicamente de una respuesta crítica al libro de Eduardo Galeano «Las Venas Abiertas de América Latina«, el que transmite una tesis muy clara que podemos resumir en los siguientes cinco puntos:

1. Ha existido una continua política de saqueo desde la época de la Colonia hasta nuestros días.
2. Fue precisamente ese saqueo el que impulsó el mayor desarrollo relativo europeo respecto de Latinoamérica.
3. El orden económico vigente no es la consecuencia de un orden espontáneo, sino un orden generado a través de la planificación central americana, primero con el cuerpo de políticas gubernamentales, y luego con los tentáculos de las empresas multinacionales que saquean a todos los países en los que se introducen.
4. La culpa de nuestros males (pobreza, indigencia, desocupación extendida) es del mundo desarrollado. Nuestra pobreza es la contrapartida de la riqueza de los países centrales.
5. La única forma de interrumpir este proceso y darle esperanza a los pueblos latinoamericanos, es a través de la violencia, expropiando la propiedad privada de los medios de producción a quienes han abusado de él.

Acceda aquí al borrador del documento completo.

Acceda aquí a los otros ensayos premiados.

Un siglo después… ¡ya es tiempo de cerrar la Fed!

EbelingHace exactamente 100 años, un 23 de diciembre de 1913 el Congreso de los Estados Unidos aprobó el Acta de la Reserva Federal establecendo un sistema de banca central en el país.

Richard Ebeling sostiene en este artículo publicado en EpicTimes que cien años de historia de la planificación central monetaria bajo el Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos sólo ha dado lugar a un fracaso desastroso que ha generado ciclos de auge, crisis y depresión, inflación, recesión, desempleo, bajo la arrogancia de aquellos que han creído que tenían el conocimiento, la sabiduría y la capacidad de micro-y macro-administrar el sistema monetario de los Estados Unidos.

Ebeling sugiere que es hora de acabar con el socialismo monetario, y presenta una agenda para mover a su país en la dirección de la banca libre competitiva, privada, hacia un nuevo sistema de libertad monetaria.

Lea el artículo completo aquí.

‘Los 100 años de la Reserva Federal son una historia de fracaso’: Entrevista a Geoge Selgin en diario El Mundo, Madrid

Selgin

Pablo R. Suanzes entrevistó a George Selgin en Madrid para el diario El Mundo.

Profesor de la Universidad de Georgia y ‘fellow’ del Cato Institute, George A. Selgin es uno de los críticos más activos de la Reserva Federal estadounidense. Su opinión es que «si se la juzga según la misión que tiene establecida, por lo que según sus propios principios debería haber cumplido, el primer siglo de la institución no es desde luego un éxito. Es un fracaso».

Invitado a Madrid por la Fundación Rafael del Pino, Selgin afirma que «es difícil encontrar estadísticas» que respalden la gestión de la Fed. Que «aunque el sistema al que reemplazó era notoriamente malo en muchos aspectos, funcionaba mejor de lo que lo ha hecho la Reserva Federal desde entonces».

Y que aunque no es partidario de eliminarla fulminantemente, como proponen otros liberales, hay que seguir buscando alternativas mejores

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