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Venezuela: auge y caída del modelo bolivariano | Juan Nagel y Rafael Rincón
OTRA PERORATA DE NICOLÁS MADURO – Por Alberto Benegas Lynch (h)
El pasado 10 de agosto del corriente año se escuchó la arenga más soez del tirano incrustado hoy en tierra venezolana. Lo ocurrido en ese país es la burla más grotesca y perversa al sentido de la democracia y el significado de una constitución. La idea de constitución ha estado íntimamente vinculada a la limitación al poder, desde la Carta Magna de 1215 en adelante. Se trata de la protección a los derechos de las personas, facultades que son anteriores y superiores al establecimiento de todo gobierno.
El proceso que ahora vive Venezuela es la afrenta más brutal a la idea de democracia cuya parte formal es el voto popular que ha sido desconocido por Maduro y sus secuaces y su parte de fondo, es decir, el antedicho respeto a los derechos de los gobernados, son cotidianamente avasallados por los sicarios del régimen militar imperante.
MADURO, EL FASCISTA EMPEDERNIDO – Por Alberto Benegas Lynch (h)
Aunque ya se sabía, acaba de confirmarse el fascismo superlativo del dictador Maduro al proponer el adefesio de una así denominada asamblea constituyente al mejor estilo de Mussolini con sus consabidas corporaciones en reemplazo del Parlamento republicano.
Debe reiterarse que el fascismo significa en su eje central que la propiedad puede estar registrada a nombre de particulares pero usa y dispone el gobierno. Por su parte, el comunismo significa que directamente usa y dispone el aparato estatal. Este último régimen es más sincero, el primero es más solapado y por ello el de mayor éxito en el denominado mundo libre con la idea de engatusar a los distraídos (al fin y al cabo los fascistas son comunistas cobardes).
El fascismo aplica desde los sistemas educativos donde se habla de “educación privada” pero en gran medida es administrada por los ministerios de educación, hasta los taxis que son regenteados por las municipalidades en cuanto al color con que están pintados, las tarifas y los horarios de trabajo y así sucesivamente con comercios cuyo flujo de fondos son en última instancia dictados en parte importante por el Ejecutivo.
Es tan primitivo Maduro que la emprende contra supuestos fascistas porque no sabe de que se trata y no se miró en el espejo. No puede esperarse otra cosa de una persona que habla con los pajaritos y alude a “las millonas de personas” que piensa lo siguen, cuando, además, en el mejor de los casos se trata de alcahuetes que han dejado atrás la dignidad y esperan migajas del poder.
Venezuela entró en el ranking mundial de hiperinflación: los precios se duplican cada 17 días
La economía del gobierno de Nicolás Maduro está en su momento de mayor crisis. Los autores del estudio global que releva los procesos inflacionarios más profundos de la historia han enmendado su lista para incluir el caso venezolano, cuyo régimen cambiario “sólo produce inestabilidad y pobreza”.
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VENEZUELA DESDE ADENTRO: UNA ENTREVISTA CON HENRY VIZCAINO
Adrián Ravier: Cuéntanos quién es Henry Jose Vizcaino Isturiz.
Henry Vizcaino: Joven de 24 años, residente en Caracas, Licenciado en economía de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana (UNEFA). Hijo de Henry Vizcaino y Yamilet Isturiz, el segundo hijo de tres, José Gregorio Vizcaino-26 años y Yahen Vizcaino-22 años; dos hermanos posteriores que llegan a ser del segundo matrimonio de mi padre, Cristian Vizcaino-2 años y Crismar Vizcaino-1 año.
Obtuve el titulo de economista en diciembre del 2015 y actualmente colaboro como asistente de Rafael Ávila, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas en la Universidad Monteávila.
Me encuentro realizando un diplomado de Escuela Austriaca certificado por el Centro de Divulgación Económico para la Libertad (CEDICE Libertad), la Universidad Monteávila y el Centro de Economía Política Juan de Mariana.
AR: ¿Puedes resumir la gestión de Chávez?
HV: Resulta complejo desarrollar un breve resumen pero la respuesta más indicada es un fracaso. Chávez empieza su mandato en el año 1999 con promesas de cambios por una mejor Venezuela. La sociedad venezolana por lo menos en su mayoría, había visto algo distinto y totalmente nuevo a la vieja política basada en el bipartidismo de AD y COPEI que fue sumamente cuestionada por todos. La gestión chavista coincidió con el aumento súbito de los precios del petróleo que empezaría a partir del 2003 con mucha fuerza. Se pudiera hablar que en los primeros años Chávez no llegó con discursos de revolución y socialismo del siglo XXI, eso lo incorporaría con el tiempo, principalmente a partir de los problemas que germinaron en el 2002, con una debacle económica política y social, que terminarían fortaleciendo su liderazgo ante la sociedad venezolana y con cada año elevándose el precio del barril de petróleo, se terminaría consolidando en el poder. También vale la pena destacar el fortalecimiento de Chávez con los Castro como elementos esenciales de la revolución socialista con el lema del antiimperialismo.
Un hombre que incluyó las instituciones, la historia, los valores nacionales y la misma fuerza armada, a su proyecto socialista. En su gobierno no existirán restricciones para ejercer el poder, sería la dilapidación de cualquier estabilidad de república en detrimento de un poder exacerbado y que tendrá como justificación la democracia; yo gano y eso me confiere la voluntad del pueblo, yo soy el pueblo, y la voluntad mía es el pueblo encarnado. No habrá diferencia entre Líder y pueblo, gobierno y sociedad. No existirá ninguna contrapartida de peso y la confusión reinará bajo el lema de la patria, socialismo, izquierda, revolucionario vs los apátridas, neoliberal, derechista y antirevolucionario.
Se podría decir que Chávez fue un líder carismático, demagogo y autoritario con una variable muy grande a su favor, los altos precios del petróleo que le permitió repartir la bonanza como nadie nunca lo había hecho, que se vio reflejado en una especie de espejismo de bienestar que a larga se terminaría estrellando contra la realidad y la inviabilidad del proyecto socialista. La renta petrolera al servicio del comandante y su proyecto de país, se puede decir que eso sería la forma más clara de resumen. Un legado con muy pocos aciertos y enormes errores en la vertiente económica, política y social que terminarían con el actual mandatario Nicolás Maduro, capitaneando un barco con serios problemas para mantenerse a flote.
Venezuela termina sin república y sin democracia para rehacer al país, y le toca protagonizar la peor crisis de su historia.
AR: En algún momento de tu formación como economista, ¿justificaste las medidas económicas de Chávez?
HV: Sí y es algo que me hizo pensar mucho algunas veces. Llegue a la conclusión que en ese momento no tenía una formación adecuada como economista, era más fácil ver los indicadores sociales y los diferentes reconocimientos de organismos internacionales y algunos economistas famosos, que ponían a Venezuela como un país que lo estaba haciendo bien, hasta recuerdo haber leído alabanzas de Joseph Stiglitz-Nobel de economía o el reconocimiento de la UNESCO a la alfabetización por mencionar algunas cosas que recuerdo.
También estaban los innumerables programas sociales como las misiones; que con mayor formación uno empieza a darse cuenta de que era un mecanismo para garantizar hegemonía y no para el desarrollo. Chávez de alguna manera puso en el centro de su gobierno los temas como la salud, educación, vivienda, alimentación, seguridad social y muchas cosas más que facilitaban el discurso de la justicia social y el bien común. Todo esto a través de un subsidio indiscriminado con el gasto público como bandera del proyecto. Tal vez sea muy petulante de mi parte y podría discutirse pero me siento capaz de afirmar que Chavez no solo metió esos temas en sus discursos, de alguna manera llegó a trascender ante todos con las ideas socialistas, llegando hasta el punto de la descapitalización de cualquier idea diferente. Constituyo un eje intervencionista del Estado más allá de lo meramente económico, trastocó los cimientos de la sociedad, reconfiguró los valores y la percepción de los venezolanos. Estar en contra de Chávez era posicionarse en contra de toda una forma de ver el país o hasta del propio país. Se tendría que vivir en Venezuela para entender este punto pero se cambió la noción de pasado y presente del país, cruzando algunos límites de la relación gobierno y sociedad.
Sonará extraño y divertido pero una gran parte de la oposición de mi país se plegó bajo ese enfoque del chavismo, hasta me atrevo a decir que fueron y son chavistas, el problema es que tal vez no lo saben o no lo entienden. Se combatió la revolución chavista con ideas chavistas, se podría entender de esa manera. La sociedad fue completamente absorbida ante la misma idea y sin ideas distintas no puede haber resultados distintos.
Mi formación como economista se da en una de las universidades que se crea en el mandato de Chávez. La UNEFA es una universidad que se transformaría en el orgullo del chavismo, quedándose con todo el mérito de su gestión y vender la idea de un gobierno que sí le importaba los temas para desarrollar a su población, en contra de la vieja política. Ese discurso era muy fuerte y tenía programas, libros, documentales, apoyo internacional, y un sin fin de cosas para plasmarlo ante la sociedad venezolana. A partir de una mayor formación en el tiempo en mi universidad, nuevas materias, conocer a grandes economistas con otros enfoques y profundizar con varias lecturas y vídeos, me di cuenta que el problema central está en las ideas y el conocimiento. En ese aspecto el fracaso de Venezuela es por seguir un camino equivocado, no es un tema de buenas intenciones, es un tema de que funciona realmente y que es lo que puede garantizar la prosperidad de un país.
Considero que el fracaso del chavismo tiene su origen en su concepción socialista. Mi rompimiento con el chavismo fue por mayor conocimiento y un cambio profundo de muchas ideas.
¿DEMOCRACIA O DICTADURA? – Por Alberto Benegas Lynch (h)
No hay posición intermedia en esta instancia del proceso de evolución cultural: o vota la gente o impone su voluntad sobre los demás un megalómano. Pero se debe estar muy en guardia para que la democracia no degenere el cleptocracia en la que una oligarquía liquide los derechos de la minoría. Es decir, que la democracia se convierta en una farsa grotesca como por ejemplo es el caso venezolano hoy.
Porque en última instancia el peligro horrendo de las dictaduras es el ataque a las libertades de las personas, pero no es cuestión que las lesiones a los derechos, en lugar de provocarla una persona y sus secuaces la produzca un grupo de personas. Y tengamos en cuenta que Cicerón advertía que “El imperio de la multitud no es menos tiránica que la de un hombre solo, y esa tiranía es tanto más cruel cuanto que no hay monstruo más terrible que esa fiera que toma la forma y el nombre de pueblo”.
Uno de los canales de la degradación de la democracia se manifiesta a través de la cópula hedionda entre el poder político y los empresarios prebendarios. Puede ilustrarse este caso con los “salvatajes” realizados en Estados Unidos, recursos entregados graciosamente a empresarios ineptos, irresponsables o las dos cosas al mismo tiempo con el fruto del trabajo de la gente que no tiene poder de lobby.
Al efecto de no permitir semejante atraco y para bloquear toda manifestación de atropello a los derechos de quienes no pertenecen a la casta que pertenece a los usurpadores, es menester pensar en variantes que logren el objetivo de minimizar estos problemas graves. No puede pretenderse otros resultados manteniendo las mismas recetas que conducen a un sistema inicuo que amenaza con terminar con la democracia y usarla como máscara que pretende esconder una dictadura.
Entrevista en Radio Nacional – Coyuntura Económica Global y Argentina
Copio al acceso a una entrevista que me hizo esta tarde Carlos Mateu, en Radio Nacional. Hablamos de varias cosas, desde la forma en que se enseña la economía en la actualidad hasta el significado de la economía ortodoxa; o desde el modelo económico argentino a partir de Macri, en comparación con el kirchnerismo. Tocamos otros temas como desigualdad y pobreza, o la importancia de la apertura económica, lo que incluye algunas palabras sobre sobre la Alianza del Pacífico, Venezuela, Estados Unidos y Trump.
Acceda aquí a la entrevista completa.
VENEZUELA EN LA MIRA – Por Alberto Benegas Lynch (h)
Recién me acabo de comunicar en Caracas con Rocío Guijarro, la directora ejecutiva de CEDICE (Centro de Divulgación del Conocimiento Económico), amiga de la libertad cuya institución viene haciendo mucho por la formación de mentes liberales con el invalorable apoyo de otros amigos de gran calado. En 2013 esa entidad publicó un libro de mi autoría titulado El liberal es paciente, en el que, entre otras cosas, intentaba mostrar el valor de la perseverancia para derrotar a megalómanos como el que hoy está instalado en el poder en Venezuela que sigue la línea socialista del comandante fallecido quien comenzó con toda la debacle que es de público conocimiento.
Y no es que antes de eso las cosas eran color de rosa, al contrario los partidos tradicionales fueron un tremendo fracaso y con sonados casos de alarmante corrupción. Pero, claro está, el modo de resolver los problemas no consiste en acentuarlos sino en cambiar de rumbo. El record mundial de inflación, los controles de aspectos cruciales de la vida y las haciendas de la gente, los presos políticos, los despilfarros, la ausencia hasta de papel higiénico, las larguísimas filas para poder acceder a algunos alimentos, los cortes de agua corriente y electricidad, la completa sumisión de la prensa y los medios de comunicación, la caída drástica en las inversiones y en general el sufrimiento de los más necesitados ha sido la regla en estos años de opresión salvaje.
Frente a esta situación solo caben dos caminos: ejercer el derecho a la resistencia frente a gobiernos que estrangulan todo vestigio de libertad (lo cual proviene de una larga tradición plasmada en la Declaración de la Independencia estadounidense) o, lo que afortunadamente pudo hacer el pueblo venezolano, que es la derrota a los impostores de la democracia a través de las urnas. Esta es la paciencia que se sugirió frente a un Leviatán invasivo, lo cual dio sus frutos con unas elecciones legislativas que habrían otorgado la mayoría calificada de los dos tercios requerida, entre otras muchos propósitos, para rectificar los poderes especiales otorgados al sátrapa del momento, convocar a una Asamblea Constituyente para dejar sin efecto los dislates del chavismo e incluso la opción de llamar a un referéndum revocatorio contra el presidente en ejercicio.
Mis 8 discrepancias con Axel Kicillof y el gobierno argentino
El ministro de Economía, Axel Kicillof, fue entrevistado recientemente por Joaquín Morales Solá y nos dejó -en 35 minutos- interesantes argumentos para defender su administración de la política económica.
En la entrevista arremetió una vez más contra los economistas ortodoxos, defendió la política de desendeudamiento, de reindustrialización y de inclusión social, enfatizó el fuerte crecimiento económico que el país experimentó desde 2003, recordó la recuperación de YPF y Aerolíneas Argentinas. Se apoyó sobre ciertos economistas como Miguel Ángel Broda, Orlando Ferreres y Carlos Melconian para señalar que la economía está bien, creciendo un 1 %, que la inflación se desaceleró de un 40 % a un 25 % -sin recetas ortodoxas-, que las reservas están estables, que no hay problemas con los vencimientos de deuda, lo que deja una buena herencia para el próximo Gobierno, garantizando continuidad del modelo luego de 2015.
Cuando se le cuestionó el bajo crecimiento, el ministro de Economía explicó el complejo contexto internacional que nos acompaña, con caída en los precios de los commodities, con las locomotoras de China y Estados Unidos bajo ciertas dificultades y con Brasil en recesión.
Es precisamente ese contexto el que lo obligó a decidir aplicar una política contracíclica desde principios de 2014 para estimular el consumo interno mediante planes y programas, apoyado en un supuesto consenso de los economistas en las recetas keynesianas que se presentan en todos los manuales de macroeconomía y política económica.
Dejando de lado los discutibles números del ministro de Economía -que él mismo se ocupó de criticar antes de asumir funciones oficiales-, presentaré a continuación mis diferencias con su administración de la política económica, que se pueden resumir en ocho puntos fundamentales.