Desde el inicio del blog, hemos afirmado que Punto de Vista Económico radicará mayor énfasis en las ideas y en los pensadores, y en menor medida en datos y estadísticas. Sin embargo, un acuerdo con Roberto Cachanosky y EPT, nos llevó a escribir varias columnas sobre la coyuntura local, las que a su vez compartimos en el blog.
La realidad macroeconómica y social de América Latina es bastante positiva en estos últimos años, de acuerdo a los precios de los commodities que se mantienen en niveles récord, pero nosotros dimos un paso más y nos preguntamos si tal desarrollo se trata más bien de una nueva burbuja.
También separamos dos grupos de países en cuanto a la estrategia de desarrollo «hacia afuera» y «hacia adentro» y mostramos que en el corto plazo, la performance macroeconómica es similar, dudando que tal similitud se mantenga en los próximos años. Esto nos llevó a preguntarnos si realmente fracasó el neoliberalismo, dado que aquel modelo hacia afuera continúa en muchos países, con un éxito rotundo en los resultados de la política económica. Y nos preguntamos también que tan neoliberal fue la argentina durante los años 1990, definiendo previamente qué entendemos por ese concepto.
Después de todo ansiamos que la Argentina post 2015, siga aquel modelo abierto, claramente identificado con Chile, y que tan bien sintetiza
Rolf Luders.
Respecto a Argentina, publicamos una serie de posts con reflexiones históricas y en particular, nos interesamos por la economía política del peronismo, con su evolución, su significado y hasta su posición sobre las pensiones.
En relación con la actualidad, no dudamos en subrayar que el nuevo desarrollo económico de la Argentina no es otra cosa que
un nuevo auge insostenible, lo que personalmente sostuve en la revista Perspectivas, de la Universidad Nacional de La Pampa.
Las dos miradas sobre el modelo K, también pueden observarse en esta
entrevista a Mark Weisbrot, a las que agregué mis propias respuestas, a modo de contraste.
Nos preocupamos por mostrar que la crítica al modelo K no proviene sólo desde nuestra posición ideológica, sino también desde l
a izquierda más científica. Pero a pesar de nuestro pesimismo de corto plazo, intentamos separarnos de la
Venezuela de Chavez.