Un momento fundacional para la cien ia económica. El iluminismo escocés y la tradición del orden espontáneo

Con los alumnos de la UNLPam vemos Historia del Pensamiento Económico. En este caso, algunos capítulos del libro compilado por Adrián Ravier, Lecturas de Historia del Pensamiento Económico. Estamos considerando a los clásicos y uno de los capítulos es un artículo donde Ezequiel Gallo comenta “La Tradición del orden social espontáneo”, analizando las contribuciones de los escoceses Adam Ferguson, David Hume y Adam Smith. De ese texto, reproduzco su explicación y comentario de la famosa frase del primero de esos autores cuando se refiere a los fenómenos sociales que son “fruto de la acción humana pero no del designio humano”. Esta es la esencia de un orden espontáneo, algo que cuesta mucho comprender.

Ferguson

“… ¿cómo fue posible que en ciertos momentos, ese ser frágil e imperfecto que es el hombre fuera capaz de crear riqueza y abandonar siquiera fugazmente, la condición de atraso y pobreza a la que parece condenado? Las primeras reflexiones a partir del interrogante planteado apuntan a señalar cómo no ocurrió ese tránsito. El cambio no fue originado por un plan “maestro” generado en la cabeza de un hombre o en un cónclave de notables. Tampoco fue el resultado de algún contrato original donde se acordaron de una vez las instituciones que habían de regir los destinos de la humanidad: “Ninguna sociedad se formó por contrato” —diría Ferguson—, “ninguna institución surgió de un plan [ … ] las semillas de todas las formas de gobierno están alojadas en la naturaleza humana: ellas crecen y maduran durante la estación apropiada”. Y luego redondea esta noción en uno de los más afortunados pasajes de su Ensayo sobre la sociedad civil:

“Aquel que por primera vez dijo: ‘Me apropiaré de este terreno, se lo dejaré a mis herederos’ no percibió que estaba fijando las bases de las leyes civiles y de las instituciones políticas. Aquel que por primera vez se encolumnó detrás de un líder no percibió que estaba fijando el ejemplo de la subordinación permanente, bajo cuya pretensión el rapaz lo despojaría de sus posesiones y el arrogante exigiría sus servicios.

Los hombres en general están suficientemente dispuestos a ocuparse de la elaboración de proyectos y esquemas, pero aquel que proyecta para otros encontrará un oponente en toda persona que esté dispuesta a proyectar para sí misma. Como los vientos que vienen de donde no sabemos [ … ] las formas de la sociedad derivan de un distante y oscuro pasado; se originan mucho antes del comienzo de la filosofía en los instintos, no en las especulaciones de los hombres. La masa de la humanidad está dirigida en sus leyes e instituciones por las circunstancias que la rodean, y muy pocas veces es apartada de su camino para seguir el plan de un proyectista individual.

Cada paso y cada movimiento de la multitud, aun en épocas supuestamente ilustradas, fueron dados con igual desconocimiento de los hechos futuros; y las naciones se establecen sobre instituciones que son ciertamente el resultado de las acciones humanas, pero no de la ejecución de un designio humano. Si Cronwell dijo que un hombre nunca escala tan alto como cuando ignora su destino, con más razón se puede afirmar lo mismo de comunidades que admiten grandes revoluciones sin tener vocación alguna para el cambio, y donde hasta los más refinados políticos no siempre saben si son sus propias ideas y proyectos las que están conduciendo el estado”.

Es conveniente subrayar dos aspectos de esta intuición tan fértil de Ferguson. En primer lugar, el autor escocés afirma que los hombres no “inventan” desde cero, sino que innovan a partir de circunstancias e instituciones que fueron el fruto de acciones humanas anteriores. En segundo término, esas circunstancias surgieron como consecuencia de la yuxtaposición de una multitud de planes individuales que al entrecruzarse produjeron muchas veces resultados que no eran queridos por sus autores. Así Hume, por ejemplo, afirmaba que las reglas de justicia, y especialmente de la propiedad, eran muy ventajosas para todos los integrantes de la comunidad “a pesar de que ésa no había sido la intención de los autores”. Es importante advertir, finalmente, que una parte muy significativa de nuestras instituciones (justicia, moneda, mercados, lenguaje, etc.) emergieron espontáneamente de esas interacciones humanas bastante antes que pensadores y analistas sistematizaran sus contenidos. Esto es, por ejemplo, lo que nos dice Ferguson sobre el lenguaje:

“Tenemos suerte de que en estos, y otros, artículos a los cuales se aplica la especulación y la teoría la naturaleza prosigue su curso, mientras el estudioso está ocupado en la búsqueda de sus principios. El campesino, o el niño, pueden razonar y juzgar con un discernimiento, una consistencia y un respeto a la analogía que dejaría perplejos al lógico, al moralista y al gramático cuando encuentran el principio en el cual se basa el razonamiento, o cuando elevan a reglas generales lo que es tan familiar y tan bien fundado en casos personales”.

A Companion to Adam Smith, UFM Ediciones

A Companion to Adam Smith es el primer libro de una serie de Companions a grandes economistas que serán desarrollados por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín. El proyecto de los Companions a grandes autores en la economía se enmarca en los esfuerzos de la dirección de la carrera de Economía para fortalecer y documentar la gran tradición de la libertad y principios económicos que se ha desarrollado en la Facultad de Ciencias Económicas desde la fundación de la UFM.

Este libro contó con los aportes académicos de los profesores Clynton López, Andrés Marroquín, Jesús María Alvarado, Moris Polanco, Marco Antonio del Río, Diego Aycinena, Lucas Rentschler, Daniel Klein, Leonidas Montes, Alejandro Salinas, Carlos Rodríguez Braun, y Sarah Skwire. Fue editado por el doctor Julio H. Cole quien imparte el curso monográfico sobre Smith en la casa de la libertad.

La obra contiene análisis de varias aristas del pensamiento del autor escocés, se analizan lecciones sobre el gobierno y el derecho, comercio y cultura, la economía de la educación y economía experimental. Incluye un capítulo titulado Invisible Shakespeare: Shakespeare in Adam Smith escrito por la profesora Sarah Skwire, en donde trata el aspecto literario de la obra del Padre de la Economía.

En mi caso particular, el ensayo se tituló «Adam Smith como formador de una tradición del orden espontáneo». Además de conectarlo con los aportes de Adam Ferguson y David Hume, y mencionar sus contribuciones como antecedentes del trabajo de Carl Menger y Friedrich Hayek, también se intentó identificar algunos excesos de Murray Rothbard en el capítulo sobre Adam Smith que escribió en su Historia del pensamiento económico.

En este link se puede acceder al trabajo, y también al índice completo del libro.

El libro fue escrito en inglés y español, ya se encuentra disponible en UFM Ediciones (ediciones@ufm.edu).

Los profesores de la Facultad en sus ensayos proveen guías autorizadas a la introducción y profundización de temas específicos en la obra económica y filosófica de los diferentes economistas. La serie continuará con Companions to Ludwig von Mises, Milton Friedman, Israel Kirzner, Friedrich Hayek, Carl Menger y James Buchanan. Todos estos autores están enraizados en la tradición económica que dio origen a la UFM.

Un camino a las instituciones: De Game of Thrones a Downton Abbey [La Nación]

Game¿Cómo fue que los hombres bárbaros y violentos que guerreaban en el Medievo se convirtieron en ingleses civilizados que respetan la ley? La respuesta encierra una lección para la Argentina.

ivimos una era de oro de las series de televisión. Son tema de conversación en cada cena de amigos y los consejos sobre las que hay que ver se valoran como las opiniones de profesionales o consultores. Esas series, además de entretener, plantean temas interesantes para la discusión y el debate.

Quisiera hacer referencia a dos de ellas, que se encuentran entre las más vistas. La primera es Game of Thrones, la fascinante historia de la puja por obtener el sillón de los Siete Reinos en un mundo fantástico medieval, donde encontramos desde pequeñas historias personales hasta parte del imaginario de la época: dragones o muros de hielo de decenas de metros de altura. La segunda es Downton Abbey, la historia de una decadente familia oligárquica en Inglaterra, su vida alrededor de su fastuosa mansión y la relación, tan políticamente incorrecta, con sus empleados.

Las dos series hacen referencia a un mismo país, pero en dos épocas muy distantes y diferentes. Esto plantea una interesante pregunta para la Argentina de hoy: ¿cómo fue que esa sociedad bárbara y violenta pasó a someterse al imperio de la ley? ¿Cómo fue que esos señores poderosos y sangrientos pasaron a ser, con el tiempo, los inofensivos personajes de la segunda serie?

Seguir leyendo en La Nación.

Los autores escoceses. La simpatía y el interés propio en Hume, Ferguson y Smith. La mano invisible (II)

Los alumnos de Económicas en la UBA leen sobre los escoceses: Hume, Ferguson, Smith, a Adam Smith en la Teoría de los Sentimientos Morales y a Ronald Coase sobre Smith:

  1. Adam Smith, Teoría de los Sentimientos Morales: Sección I: Del Sentido de la Propiedad.
  2. Ezequiel Gallo, “La tradición del orden social espontáneo: Adam Ferguson, David Hume y Adam Smith
  3. Ronald Coase, “Adam Smith’s View of Man”.

Pregunta: ¿De qué manera pretende salvar Ferguson las libertades y seguridades obtenidas a partir de los beneficios del intercambio ante la corrupción política?

Limitando el poder. La llamada Revolución Gloriosa en Inglaterra a fines del siglo XVII, que da origen al parlamentarismo moderno, y la Independencia norteamericana, que consolida una república, se inspiraron en las ideas de un filósofo inglés previo, John Locke, que influenciara mucho a estos autores.

Pregunta: A partir del concepto de tradición de los autores escoceses, ¿podríamos determinar que la tradición es la encargada de construir y transformar a las instituciones de acuerdo al contexto social?

La tradición son los valores que predominan en una determinada sociedad, en su cultura, los que determinarían en última instancia la evolución social, incluyendo la de sus instituciones. Por ejemplo, formalmente, tal vez no haya tanta diferencia entre la república que tiene Australia y la que tiene Argentina, esto es, en sus normas formales (congreso, división de poderes, etc.). Sin embargo, sabemos que hay bastante diferencia, en su funcionamiento…, y en sus resultados.

Pregunta: La pregunta más inmediata que surge de la lectura para Smith es, sencillamente; ¿en qué medida los sentimientos morales coartan la mano invisible provista por la vocación egoísta? Pero sin embargo la lectura me motivó una cuestión más. La Teoría de los Sentimientos morales dedica una porción importante a la compasión por los muertos: ‘nunca podremos sentir lo suficiente como quienes han padecido tan espantosa calamidad’. Eso me trae a cuento, a riesgo de caer en un tema demasiado reciente, en la repentina muerte de un fiscal en la Argentina. ¿Qué sucede cuando debemos analizar con frialdad y rigor la obra por la que se comprometió alguien que murió? Especialmente cuando lo hizo en circunstancias tan dudosas, en paralelo a la inevitable investigación acerca de si la muerte fue producida por ese compromiso. ¿Los sentimientos morales que tenemos sobre la muerte (‘pensar que todos nuestros esfuerzos son vanos’) no pueden influir en opiniones importantes, en este caso acerca del derecho penal y público internacional?

Parece que sí. Creo que se juntan en este caso dos cuestiones básicas. Por un lado, nuestro convicción respecto al derecho a la vida (y nuestra preocupación cuando éste se viola, o parece ser violado). Por otro, nuestras sospechas sobre el poder: no se tendrá mucha información pero parece que la gente piensa que éste es abusado, no ya en este caso, tal vez porque entiende que se lo abusa en general.

Pregunta: (Pagina 3, ultima cita) ¿Siempre ocurre que si perseguimos el interés individual lleguemos al bienestar social? El texto aclara que una de las definiciones de egoísta podría ser causarle perjuicios a terceros, ¿Si alcanzáramos el bienestar social a costa de ello, que diríamos al respecto?

Bueno, no creo que Smith esté diciendo que se llega a un “óptimo”, como parece haberlo entendido la teoría económica luego desarrollando el concepto de “equilibrio general. La frase dice así:

“Cada individuo está siempre esforzándose para encontrar la inversión más beneficiosa para cualquier capital que tenga […] Al orientar esa actividad de modo que produzca un valor máximo, él busca sólo su propio beneficio, pero en este caso como en otros una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en su propósitos […] Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si de hecho intentase fomentarlo.”

Veamos que él dice que lo hará de esta forma mejor que si intentara fomentarlo. Es decir, no está diciendo que es perfecto, está diciendo que será mejor que si buscara la satisfacción general como su propósito (lo que podría interpretarse a hacerlo a través de la política, por ejemplo).

No plantea un óptimo, está haciendo lo que ahora llamaríamos “análisis institucional comparativo”. Porque cuando la teoría económica planteó como óptimo el equilibrio general, comenzó luego a encontrar todo tipo de “fallas” que supuestamente la política iba a solucionar. Smith podría estar diciendo que será el mercado imperfecto, pero la “mano visible” de la política lo es más.

Pregunta: ¿De que depende que una sociedad en vez de evolucionar tenga un retroceso en su desarrollo?, ¿Solo ocurre por elegir malas instituciones?, ¿De las acciones de los hombres no se puede derivar ningún causante?

Es que las acciones de los hombres se dan en el marco de ciertas instituciones, que son las que generan incentivos para actuar promoviendo una evolución positiva o lo contrario.

Pregunta: ¿Solo podría simpatizar una persona que transito alguna emoción semejante a la que trata de imaginar?, ¿O podría llegar a imaginarse casi por completo todo lo que aquella persona está viviendo, sin haber tenido emociones semejantes?

Supongo que sí, no tenemos que quemarnos con el fuego para saber que el fuego quema; pero seguramente entendemos más su sufrimiento si lo hemos sufrido nosotros mismos.

Pregunta: ¿Podemos determinar alguna causa de la simpatía o como se provoca/genera?

Smith no diría esto, ya que es muy posterior, pero diría que son rasgos evolutivos, estudiados por la antropología o la sicología evolutiva, son rasgos que permitieron a ciertas especies y sociedades subsistir y prevalecer. La vida del ser humano y sus ancestros se desarrolló básicamente en grupos. Tal vez hubo grupos en los que no predominaba la simpatía entre sí sino otra cosa, pero es muy probable que estos no pudieran competir con grupos fuertes y consolidados a través de la simpatía.

Pregunta: ¿Hasta que punto las personas prefieren que simpaticen con ellas sobre aquellas pasiones desagradables antes que las agradables?, ¿Siempre ocurre esto?

Pareciera que todos preferimos la aprobación que la desaprobación, al menos respecto a nuestro grupo de referencia.

Pregunta: ¿Es la creencia en dios que, según Viner, tiene Smith la que está detrás de su apoyo a la libertad económica? ¿Es esta la “mano invisible”?

No creo. Smith era muy religioso, pero su amigo y maestro David Hume no lo era. No parece haber sido esto fundamental en su análisis.

Pregunta: En la página 17, el autor dice que no era usual en Smith proclamar que existía una armonía natural. Entonces, ¿Por qué se difunde la idea de que según él existe una armonía natural que promueve el bienestar del hombre? ¿Por qué existiría está si el hombre esta lleno de sentimientos egoístas?

Dice que el hombre tiene sentimientos de simpatía que se van diluyendo hacia círculos cada vez más alejados de sí mismo: familia, parientes, amigos y así sucesivamente. No tiene una simpatía hacia la humanidad en general, diciendo que eso solamente lo puede tener Dios. Además de esa simpatía hacia los cercanos, el hombre tiene todo otro tipo de virtudes y también de vicios, pero resulta que no todos son contraproducentes porque en el mercado la búsqueda de, por ejemplo, objetivos “egoístas” ha de canalizarse a satisfacer las necesidades de los demás.

Pregunta: Al final de la página 25, Coase dice que Adam Smith ve a las cualidades humanas menos agradables como productivas del bien. En mi parecer esto no abarca a todas las cualidades de ese tipo: ¿Se refiere sólo al interés propio o a otras también?

Seguramente no abarca a todas, pero dice que algunas si pueden producir buenos efectos y menciona que el “interés propio promueve la industria, el resentimiento desalienta acciones agresivas de otros y la vanidad lleva a actos de bondad”.

Pregunta: Los autores decían que el hombre se enfrenta a una naturaleza avara en la provisión de los recursos, ¿A qué recursos se refería? ¿Los autores no tomaban en cuenta la avaricia del hombre por tener siempre más? (me refiero a que el problema tal vez no sea la escasez. Por ejemplo la comida en el mundo alcanzaría para alimentar a todos, sin embargo, hay miles de personas que pasan hambre mientras otros tienen de más)

Entiendo que se refieren a la natural escasez de recursos, base de nuestras acciones económicas.

Pregunta: Queda claro que aquellas formas de gobierno que no respetan las libertades individuales y no protegen a los individuos no son útiles desde el punto de vista de los autores. En este sentido, ¿Declaran sus preferencias por alguna forma en particular?

Creo que veían como modelo la monarquía parlamentaria con poderes limitados que tenían entonces. No había experiencia todavía con democracias limitadas. Por supuesto que rechazaban las monarquías absolutas y creo que también hubieran rechazado las democracias ilimitadas.

Los autores escoceses, la simpatía y el interés propio en Hume, Ferguson y Smith. La mano invisible (I)

EscocesesLos alumnos de Económicas en la UBA leen sobre los escoceses: Hume, Ferguson, Smith, a Adam Smith en la Teoría de los Sentimientos Morales y a Ronald Coase sobre Smith:

  1. Adam Smith, Teoría de los Sentimientos Morales: Sección I: Del Sentido de la Propiedad
  2. Ezequiel Gallo, “La tradición del orden social espontáneo: Adam Ferguson, David Hume y Adam Smith
  3. Ronald Coase, “Adam Smith’s View of Man

Pregunta: ¿A qué adjudicaría la contradicción en la cual incurren los autores al sostener que el hombre es egoísta y a la vez se preocupan por el bienestar ajeno?

Es lo que explica Coase en su artículo. Smith habla de “interés propio”, el cual es un fuerte motivador de la conducta humana, pero no es el único, y que la inclusión de otros motivos no debilita sino que fortalece su argumento en favor del mercado. Cita a Smith en TSM respecto a simpatizar con otros porque la simpatía mutua es un placer: “Nada nos satisface más que observar en otros hombres un sentimiento de camaradería”. Esa “simpatía” es más fuerte con nuestros afectos más cercanos y se debilita a medida que nos alejamos. Es parte de nuestro “interés propio” recibir la aprobación de ese “observador imparcial” y de los demás sobre nuestra conducta.

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Taller de Economía «Historia de la Teoría Monetaria» [con acceso a la bibliografía]

El Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires invita a nuestros lectores a participar de este tercer año del Taller de Economía «Historia de las Teoría Monetaria», coordinado por los profesores Daniel Heyman y Sebastián Katz.

Lugar de realización: Aula 304 (3er piso, sector rotonda), Facultad de Ciencias Económicas UBA (Av. Córdoba 2122, CABA).

Fecha y horario: Jueves 24 de abril en el  en el horario de 17:00 a 19:00 hs.

Bibliografía

1- Moneda, comercio exterior y precios David Hume (1752); Political Discourses. Capítulos: 1-5. 2- División del trabajo, dinero y banca incipiente

Adam Smith (1776);  An inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations. Libro 1: Caps. 1-7. Libro 2: Caps. 1-5. Libro 4: Caps. 1-2. Libro 5: Cap. 3.

3- Precios y tipos de cambio con dinero no convertible

4- Organización monetaria bajo patrón oro (Currency, Banking Schools)

Thomas Tooke (1844); An Inquiry into the Currency Principle. The Connection of the Currency with Prices, and the Expediency of a Separation of Issue from Banking. Capítulos: 1-5, 8, 11-15, Conclusiones.

5- Dinero, valor y crisis

Karl Marx (1867); El Capital. Libro 1: Caps. 1-4. Libro 3: Caps. 13-15, 25-28, 30, 34.

6- Moneda, crédito y ciclo económico

7- Funcionamiento del centro financiero bajo patrón oro

Walter Bagehot (1873); Lombard Street: A Description of the Money Market.

8- Dinero y patrones monetarios metálicos

Alfred Marshall (1923); Money, Credit and Commerce. Libro 1: Caps. 1-4, Libro 3: Cap. 12. Libro 4: Caps. 3,4.

9– Dinero, intercambio y Estado

Stanley Jevons (1875); Money and the Mechanism of Exchange, Caps. 1, 2, 25 y 26.

Karl Menger(1892);On the Origin of Money”, The Economic Journal,Vol.2, No. 6, (June), pp. 239-255.

Georg Knapp(1905);The StateTheory ofMoney,Cap.1

Ludwig von Mises (1953); TheTheory of Money and Credit,Caps. 1 a 6; 15 a 20.

Charles Goodhart (1998); «The two concepts of money: implications for the analysis of optimal currency areas», European Journal of Political Economy, 14, 407-432.

10Moneda, tasadeinterésy precios

 

Knut Wicksell (1898);Interest and Prices,Caps. 5-9.

 

Knut Wicksell (1934);Lectures on Political Economy, Parte I, Caps.1-4; Parte III, Caps. 1-5.11Perturbacionesmonetariasyorganizaciónmonetaria

Gustav Cassel (1921): The World´s Monetary Problems

 

John Maynard Keynes(1923):A Tract on Monetary Reform
12Moneda, tasadeinterésy precios (cont.)

 

Arthur Cecil Pigou (1917):TheValue of Money”,Quarterly Journal of Economics,Vol.32, No. 1,(November), pp. 3865.

 

Irving Fisher(1911):The Purchasing PowerofMoney,Caps. 1,2 y 8

 

Irving Fisher(1927): The Money Illusion,Caps14,7y8.
Irving Fisher(1930): The Theoryof Interest

Dennis Robertson (1922):Money:Caps 14

Ralph Hawtrey(1919): Currency andCredit,Caps.1– 3

 

Friedrich Hayek(1931): Prices and Production,LectureI.

 

John Maynard Keynes(1930):A Treatise on Money,  Caps. 12;223113– Ciclosecomicos

 

Dennis Robertson(1915):A Theory of Industrial Fluctuations.

 

Ralph Hawtrey (1926): The Trade Cycle.

 

Ralph Hawtrey(1932):  The Art of Central Banking,Cap. 4

 

Arthur Cecil Pigou(1927):Industrial Fluctuations.

 

Friedrich Hayek(1931): Prices and Production: LecturesII- III.
Friedrich Hayek(1933):Monetary Theory and theTradeCycle.

Rudolf Hilferding (1910): El capital financiero y las crisis.

14Demanda agregada, crédito, preferencia por liquidez y actividad real

 

John Maynard Keynes (1936): The General Theory of Employment, Interest and Money.

Michal Kalecki (1935): A Macrodynamic Theoryof the Business Cycle, Econometrica.

Michal Kalecki(1937):A Theory of the Business Cycle, Review of Economic Studies.

Wilhelm Röpke (1936): Crises and Cycles.

John Hicks (1937):Mr. Keynesand the Classics. A Suggested Interpretation, Economic Journal.

Dennis Robertson (1937):“Alternative Theories of the Interest Rate, Economic Journal.

Irving Fisher (1933):The Debt Deflation Theory of Great Depressions, Econometrica.

Raúl Prebisch  (1947):John Maynard Keynes.

Raúl Prebisch (1947):Curso de Dimica Económica.

Acceda aquí a la Bibliografía y cronograma.

Reflexión de domingo: «Al final, ¿qué es ser un liberal?»

VargasLlosaLIMA.- Como los seres humanos, las palabras cambian de contenido según el tiempo y el lugar. Seguir sus transformaciones es instructivo, aunque, a veces, como ocurre con el vocablo «liberal», semejante averiguación puede extraviarnos en un laberinto de dudas.

Por Alvaro Vargas Llosa

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Ordenes Espontáneos y el Estado

En los comentarios de un post anterior sobre si el anarco-capitalismo es o no constructivista, surgió la pregunta de si el origen del estado responde a un orden espontáneo. Es decir, ¿es el origen del estado espontáneo?

La pregunta, así planteada, puede ser un poco vaga o muy amplia. Si cambiamos el protagonista de la pregunta esto puede volverse más claro. ¿Es el origen de las empresas espontáneo? Claramente las firmas puntuales nacen de planes. Microsoft, Aple, Standard Oil, Ford, Amazon, etc., no han surgido espontáneamente, sino que son el fruto del alertness visionario de empresarios en el mercado. Distinto es el caso de la empresa como “tipo ideal” o como “concepto económico.” El mercado, el cual en sí requiere de emprendimiento empresarial (sea o no en carácter formal), sí es un proceso espontáneo.

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