El pensamiento Económico de Juan B. Justo (Coloquio en la Academia Nacional de Ciencias Económicas)

Participantes: Carlos Newland (coord.), Javier Ortiz Batalla, Roberto Aras , Manuel Solanet , Ivan Carrino , Alejandra Saiinas, Omar Chisari , Roberto Cortes Conde, Juan Carlos De Pablo , Gerardo della Paolera , Pablo Guerchunoff , Luisa Montuschi Osvaldo Schenone , Daniel Oks, José María Dagnino Pastore, Adrian Ravier.

 

 

 

NOBELNOMICS – Nuevo libro de Juan Carlos De Pablo

PRÓLOGO

Comencé a pensar en la elaboración de esta obra en la primera quincena de octubre de 2015, cuando en el plano electoral la cuestión era si Daniel Scioli ganaría en primera vuelta la elección presidencial, o si sería necesario volver a desempolvar las urnas, por no haber conseguido más de 45% de los votos, o más de 40% y una diferencia superior a 10 puntos porcentuales con respecto a su principal contrincante, Mauricio Macri.

Obviamente que su terminación no dependió del hecho de que, en el momento de comenzar a trabajar en ella, vivíamos con una importante incógnita electoral, aunque pensé que muy probablemente la realidad política y económica afectaría el ritmo de elaboración.

             Nada que ver. Como de costumbre, en Argentina seguimos viviendo en un contexto político y económico muy intensos, además de lo cual –a Dios gracias- 2016 fue un año de intensa actividad profesional. No obstante lo cual, en aproximadamente un año pude terminar la obra que tiene usted en sus manos.

Mi motivación fue clara: aprender. Claro que, tanto con respecto a la vida como a la obra de quienes recibieron el premio Nobel en economía, no empecé de cero[1]. Pero según mi experiencia, es notable cómo forzarse a sistematizar determinados conocimientos, mejora la comprensión que uno tenía de ellos, corrige hechos y presunciones equivocadas, y sirve para incorporar material nuevo.

No pretendo poder comprender técnicamente los aportes realizados por cada uno de los galardonados[2], sino identificar su “mensaje” básico, describiéndolo de manera no técnica. De cualquier manera, cada vez que resultó necesario pedí ayuda, otorgando el correspondiente crédito. Por lo demás, correré el riesgo de ser acusado de incompetente, o sesgado, por parte de las “viudas”. Esta última calificación fue acuñada por Skidelsky (2003), a propósito de la crítica reacción que tuvieron quienes se consideraban a sí mismos los genuinos depositarios de la “verdad” referida a la vida y la obra de John Maynard Keynes, cuando aquel publicó la monumental biografía de éste, en 3 tomos.

Y vaya si aprendí. Gracias a la preparación de esta obra tengo un panorama razonablemente claro de muchos de los avances realizados en el análisis económico, durante el siglo XX.

¿A quién le sirve esta obra? A los economistas en general, pero particularmente a los profesores que necesitan material bibliográfico, más allá de los cursos de introducción a la economía. Y no me refiero sólo a los cursos de historia del pensamiento económico, porque esta obra se ocupa de lo que está pasando actualmente en diferentes campos de estudio, dentro del análisis económico. O, si se prefiere, en diferentes puntos de la frontera de las investigaciones.

Pero también aspiro a que la lean con provecho personas que, aunque careciendo de entrenamiento formal en economía, están interesadas en el desarrollo de ideas que florecieron durante el siglo XX. Al respecto les doy un consejo: si alguna porción del texto les resulta demasiado densa, no abandonen la lectura del libro sino la de dicha porción. Lo más probable es que, para quien no sea un especialista, resulte suficiente con entender la idea general. Yo no podría “probar” la ley de la gravedad, pero comprendo la idea general y la aplico de manera cotidiana.

Jorge Galmes leyó pacientemente la versión preliminar de la obra, lo cual me permitió utilizarlo como eficaz “sparring”. Bastó que a Víctor Jorge Elías le enviara la versión preliminar del capítulo 12, para que me ametrallara con múltiples sugerencias, que incorporé en diferentes partes de la obra. A ambos muchísimas gracias, como también a Micaela González, meticulosa editora. Los agradecimientos específicos aparecen al comienzo de cada capítulo de la obra. En el plano institucional, gran agradecimiento al personal de las bibliotecas del Banco Central de la República Argentina, el Ministerio de Economía y la Universidad de San Andrés.

Ningún argentino ganó el Nobel en economía hasta ahora, pero 5 compatriotas nuestros lo obtuvieron en diferentes especialidades. Por orden alfabético, Bernardo Alberto Houssay (medicina), Luis Federico Leloir (química), César Milstein (medicina), Adolfo Pérez Esquivel (paz) y Carlos Saavedra Lamas (paz). A ellos va dedicada esta obra; pero también a Jorge Luis Borges, porque lo merecía.

Juan Carlos de Pablo

Villa la Angostura, enero de 2017

Referencias

de Pablo, J. C. (1993): Economía: ¿una ciencia, varias o ninguna?, Fondo de cultura económica.

de Pablo, J. C. (2006): Economía al alcance de todos, términos y biografías, La ley.

Maskin, E. S. (2008): “Mechanism design: how to implement social goals”, American economic review, 98, 3, junio.

Myerson, R. B. (2008): “Perspectives on mechanism design in economic theory”, American economic review, 98, 3, junio.

Selten, R. (1994): “Multistage game models and delay supergames”, Nobel foundation.

Skidelsky, R. (2003): “Confessions of a long-distance biographer”, The independent, 23 de noviembre.

Skidelsky, R. (1983): John Maynard Keynes. Hopes betrayed, 1883-1920, Penguin books.

Skidelsky, R. (1992): John Maynard Keynes. The economist as savior, 1920-1937, Penguin books.

Skidelsky, R. (2000): John Maynard Keynes. Fighting for freedom, 1937-1946, Viking.

 

Espacio Literario en la Exposición Argentina de Economía, Finanzas e Inversiones – Expo EFI 2017

Queremos extender esta invitación a nuestros lectores para participar -en forma gratuita- del espacio literario de Expo EFI 2017. Abajo se detallan los títulos de los libros y los presentadores que estarán presentes los días miércoles 8 y jueves 9 de marzo.

Lugar de encuentro: Hotel Hilton de Buenos Aires (Macacha Güemes 351 – Puerto Madero. Ciudad de Buenos Aires. Argentina)

8 de marzo

10.30 – El continente dormido – Alberto Padilla y Martín Redrado

11.00 – Inspiración extrema – Diego Pasjalidis y Claudio Zuchovicki

12.00 – Hombre rico. Hombre pobre – Marcelo Elbaum

12.30 – La cara injusta de la justicia – Federico Delgado y Catalina de Elia

13.00 – Saber comprar, los conejos de Ecoman – Mariano Gorodisch

13.30 – Las personas primero – Eduardo Braun y Juan Curutchet

14.00 – Progresos en medición de la economía – Ariel Coremberg y Walter Sosa

15.00 – Economía de la Corrupción – Vicente Monteverde

15.30 – Yo pago, tú pagas, ellos gastan – Guillermo Lanfranconi

17.00 – Argentina, un milagro de la historia – Armando Ribas y Ricardo López Murphy

17.20 – Los dilemas de la independencia – Vicente Massot

17.40 – La vida de William Wheelwright – Alejandro Gómez

18.00 – Pensamiento en red – Sonia Abadi y Carina Onorato

18.20 – Las billeteras son de Marte, las carteras son de Venus – Cecilia Boufflet y Carina Onorato

18.40 – Feminomics – Virginia Porcella y Carina Onorato

9 de marzo

10.30 – Economía Argentina para dummies – Marcelo Elbaum

11.00 – Más allá del plazo fijo – Alejandro Bianchi, Jose Vignoli y Claudio Zuchovicki

12.00 – Historia secreta de Argentina – Iván Carrino

12.30 – Poder y Mercado de Murray Rothbard – Iván Carrino

13.00 – La profesionalización de la empresa de familia – Eduardo Fabier Dubois

13.30 – Maquinita, infleta y devaluta – Javier Milei y Diego Giacomini

14.00 – Así se combate la desnutrición – Gastón Vigo y Mariano D´onofrio

14.30 – Lecturas para una teoría económica de la empresa – Adrián Ravier y Martín Krause

15.00 – La razón del mercado – Alejandro Sala y Martín Tetaz

15.30 – Lo que el dinero no puede pagar – Martín Tetaz

17.00 – Modelos económicos y realidad – Agustina Borella y Gabriel Zanotti

17.30 – Progresar en Libertad II – Agustín Etchebarne

18.00 – Reinvención permanente de una estrategia: Grimaldi 120 años – María Ines Barbero, Juan Carlos de Pablo y Alberto Grimoldi

Acceda aquí al sitio de Expo EFI 2017.

Acceda aquí a la nota de La Nación sobre el evento.

Angus Deaton, Premio Nobel de Economía 2015

Angus_DeatonAngus Deaton, Profesor de Economía en Princeton, recibió el Premio Nobel 2015 por sus estudios sobre pobreza y desarrollo. Seguramente se escribirá mucho en los próximos días sobre sus aportes, pero quiero aprovechar este espacio para compartir cinco cosas. En primero y segundo lugar, las columnas de Peter Klein y Alex Tabarrok.

En tercer lugar, el acceso a sus publicaciones.

En cuarto lugar, su reseña del libro de William Easterly, La Tiranía de los Expertos cuyo resumen traducido al español dice lo siguiente.

La Tiranía de Expertos de William Easterly es un himno a la libertad, a la democracia y a los derechos de los pobres. Se condena con razón la ‘ilusión tecnológica’ de que el desarrollo es un problema de ingeniería; no es un problema político que puede ser resuelto por expertos, sobre todo por expertos externos. Mientras que la Tiranía es fuerte en su denuncia de expertos inapropiados, es menos fuerte en explicar su función. Aunque el grado de conocimiento es a menudo exagerado, no somos completamente ignorantes acerca de los efectos de las políticas, sobre todo de las políticas perjudiciales. De hecho debemos defender los derechos de los pobres y su plena participación en un Estado democrático. Pero es demasiado optimista creer que los derechos y la democracia por sí mismos garantizan el crecimiento y la prosperidad, y es ilusorio pensar en el argumento de que los derechos y la democracia son a la vez necesarios y suficientes para la salud de la población.

Y por último, un artículo de Juan Carlos De Pablo sobre los economistas y el Premio Nobel que nos autorizó compartir aquí, pero que fuera publicado originalmente en CONTEXTO; Entrega N° 1.364; Setiembre 28, 2015. La compilación de citas de distinas economistas distinguidos con el Nobel no puede ser más oportuna.

ECONOMISTAS: INFORMALIDAD EN UN MOMENTO DE GLORIA – Por Juan Carlos De Pablo

 El premio Nobel no cumple el requisito fundamental planteado por Vilfredo Pareto para indicar que un hecho mejora el bienestar de una sociedad. Porque hace felices a una, 2 o a lo sumo 3 personas, pero simultáneamente entristece a varias docenas de seres humanos. Paul Anthony Samuelson.

Mientras esperamos el 12 de octubre próximo, para saber quién, o quiénes, obtendrán el premio Nobel en economía 2015, repasemos lo que dijeron algunas de las 75 personas que ya lo recibieron, cuando tuvieron que decir algunas palabras (en alrededor de 4 minutos), en el banquete con el que fueron agasajados.

Ordené las aseveraciones elegidas en base al año en que fueron pronunciadas.

“Es una gran pena y desilusión que [Ragnar Anton Kitter] Frisch, también galardonado este año, no nos pueda acompañar porque se rompió una pierna” (Tinbergen, 1969).

“Consejos para conseguir un premio Nobel. 1) Tenga buenos profesores; 2) tenga buenos colegas, colaboradores y compañeros de clase; 3) tenga buenos estudiantes; 4) lea los trabajos de los grandes maestros; y 5) tenga suerte” (Samuelson, 1970).

“El premio Nobel en economía le confiere al galardonado autoridad que no posee. Propongo que quien lo recibe realice un juramento de humildad, similar al que realizan los médicos” (Hayek, 1974).

“No sólo no hay tal cosa como un almuerzo gratis, sino que tampoco existe un premio gratis. El galardonado se convierte instantáneamente en un experto en las cuestiones más diversas. Radios y TV de todo el mundo me consultaron desde cómo curar el resfrío hasta sobre una carta referida al mercado bursátil firmada por el presidente Kennedy” (Friedman, 1976).

“El economista equilibrado es un ser humano normal que tiene su corazón a la izquierda, su actividad diaria a la derecha y su cabeza clara y reflexiva en el centro” (Meade, 1977).

“Los economistas no hacemos lo que tenemos que hacer para generar amigos. Los únicos verdaderos amigos que tenemos son algunos eventos nefastos; inflación, desempleo y momentos difíciles” (Schultz, 1979).

“A los economistas nos responsabilizan por los fracasos de las políticas económicas, pero a los físicos no los responsabilizan cuando un meteorito cae en la Tierra; a los químicos no los responsabilizan por el mal uso de los venenos; y a los médicos no los responsabilizan por las epidemias” (Stigler, 1982).

“Desde que el teléfono sonó en mi casa, a las 7 de la mañana del 15 de octubre [de 1985], tanto la vida de mi esposa Serena como la mía se transformaron por completo, y vivimos en un estado de exaltada borrachera. Por eso, a los futuros galardonados, les recomiendo vestirse antes de recibir el crucial llamado telefónico, y tener preparada la conferencia Nobel incluso antes de vestirse” (Modigliani, 1985).

“Ganar el premio Nobel es una experiencia única. Me siento como un ciego en un campo nudista” (Buchanan, 1986).

“En las últimas 7 semanas, desde que se supo que me habían otorgado el premio Nobel, me pidieron que resolviera los problemas económicos de Estados Unidos, Noruega, Suecia, Alemania, Israel, España, Portugal, Argentina, Brasil, México, Filipinas, China, Japón y Corea. Como ustedes comprenderán, conozco las respuestas a todas las preguntas” (Solow, 1987).

“Sostengo que los bancos centrales deben circunscribirse a luchar contra la inflación, pero delante de los funcionarios del Banco de Suecia no quiero discutir en este momento, recordando que cuando Voltaire, en su lecho de muerte, fue visitado por un sacerdote para que renunciara al Demonio, rechazó el consejo porque `éste no es el momento para generar nuevos enemigos´” (Lucas, 1995).

“El modelo que desarrollamos con Myron Scholes es muy popular en el mundo financiero, pero no lo pensamos con un objetivo de aplicación” (Merton, 1997).

“Cuando buscaba universidad recibí los siguientes consejos: 1) andá a la que te otorga la mejor beca; 2) andá a la mejor, y pedí prestado todo el dinero que necesites; y 3) casate con una chica rica y que te mantenga. Seguí el segundo consejo y me fui a estudiar al MIT” (Mundell, 1999).

“El análisis económico es como las carpas inflables que albergan a las canchas de tenis cuando rigen condiciones climáticas inhóspitas. Están totalmente sostenidas por aire pero el aire está direccionado en base a cierto objetivo, y es el resultado de un diseño cuidadoso y un mantenimiento sistemático del equipo mecánico, que provee estabilidad y forma” (Mc Fadden, 2000).

“Gracias a Benjamin Franklin, porque dijo `lo que me digas lo voy a olvidar, lo que me enseñes lo voy a recordar, y lo que me involucre lo voy a aprender’” (Smith, 2002).

“En materia de investigación, mi descubrimiento más importante fue mi esposa Viviana. Hemos tenido una magnífica vida” (Phelps, 2006).

“Robert Kennedy dijo: `algunas personas ven las cosas como son y preguntan por qué, yo sueño con cosas que nunca fueron y pregunto por qué no´. Quiere decir que, de corazón, era un economista, porque distinguía entre el análisis económico positivo y el normativo” (Maskin, 2007).

“Newton dijo que uno puede ver lejos cuando se apoya en los hombros de los gigantes. Agrego que los científicos somos como los acróbatas, que suben a una gigantesca pirámide humana. Nos interesan aquellos cuyos hombros tocamos, quienes nos ayudaron a subir y también aquellos que subirán más alto que nosotros” (Roth, 2012).

“John Maynard Keynes dijo que será espléndido el día que los economistas lleguen a ser humildes como los dentistas. Nos parecemos más a los meteorólogos y a los doctores, pero que no hayamos pronosticado, o prevenido, la crisis de 2007, igual nos tiene que hacer humildes” (Tirole, 2014).

 

Entrevista a Alberto Porto

Juan Carlos De Pablo entrevistó a Alberto Porto y la Revista de Economía y Estadística de la Universidad Nacional de Córdoba la publicó en el Volumen 49, Número 2, de 2011. Me parece que los lectores del blog sabrán aprovecharla. Copio un extracto y abajo el acceso a la entrevista completa.

Cuando se estudia economía hay que tener en claro varias cosas. La primera, es que nunca los van a aplaudir. Quien busca aplausos, que se dedique a jugar al tenis, al fútbol, y por ahí algún día los insultan pero también de repente algún día los aplauden. La segunda es que la economía es una carrera no protegida. Los escribanos tienen una patente, como también la tienen los abogados y los contadores. En economía cualquiera compite con cualquiera. Los economistas nos sentimos contentos con esto, porque si nos oponemos a los monopolios no podemos estar a favor de una corporación, ni para atacarnos ni para protegernos. La tercera es que es una profesión que se desarrolla en ciudades de determinado tamaño, es una profesión urbana de ciudades más bien grandes. En un municipio chico es muy raro encontrar a un economista, lo más probable es que encontremos a un contador, que resuelve múltiples problemas contables, impositivos, etc.

Acceda aquí a la entrevista completa.

 

JAMES MC GILL BUCHANAN (1919 – 2013) – Por Juan Carlos de Pablo

Buchanan2Juan Carlos de Pablo me envió este artíulo con una biografía de Buchanan, y me autorizó a compartirlo con nuestros lectores. Sugiero su lectura, aun a quienes ya conocen su obra.

Publicado originalmente en Juan Carlos De Pablo, CONTEXTO; Entrega N° 1.223; Enero 14, 2013.

Nació en Murfreesboro, Tennessee, Estados Unidos. “Mi familia es de origen escocés-irlandés. Llegaron a Estados Unidos provenientes de Irlanda del Norte, a donde un siglo antes habían migrado desde Escocia… En un sentido muy real, me crié como miembro de un grupo derrotado en una guerra [la Guerra Civil] que era recordada por mis abuelos” (Buchanan, 2000). “Nací en la pobreza agrícola rural de la parte superior del sur. Mi familia era pobre, pero en el condado era importante. Mi padre hizo de todo: fue granjero, carpintero, veterinario, aislador y operador de máquinas. Mi madre fue mi maestra (con sus enseñanzas en casa, avancé 2 grados en la escuela primaria)… Me asignaron el rol de suceder a mi abuelo, pero la Gran Depresión términos con los sueños. Mi educación en el college fue no sistemática sino estocástica” (Buchanan, 1986). Esto “muy probablemente contribuyó a dotarlo de una visión del mundo que incluye una desconfianza hacia el Estado, el cual era manejado por quienes habían ganado la guerra, y a aceptar la concepción de que ese Estado era poco más que un recaudador de impuestos” (Bara, 2002).

Sigue leyendo

¿Qué y cómo deberíamos enseñar en las escuelas de economía?

Juan Carlos de Pablo intentará responder a esta pregunta en la Universidad del CEMA,el próximo jueves 22 de marzo a las 12.30 hs. La entrada es gratuita con previa inscripción.

Lugar de realización: UCEMA, Sede Central, Av. Córdoba 374, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

Más información e inscripción: conferencias@ucema.edu.ar

Abstract

Estas líneas fueron motivadas por el cuestionamiento al contenido de los programas de estudio vigentes en algunas escuelas de economía de Argentina, que se planteó con inusual virulencia durante el segundo semestre de 2011, aunque pretenden ir más allá de una mera respuesta puntual al referido cuestionamiento. Las líneas que siguen están principalmente destinadas a los actuales y futuros alumnos, y buscan explicarles el sentido que tiene esforzarse por aprender a pensar, a dominar la técnica y saber pararse frente a un problema concreto; un proceso lento y no siempre simpático, pero fundamental. Vuelco en estas líneas más de 40 años de experiencia en la materia; siempre en cursos de grado dictados en universidades públicas (UBA) y privadas (del Salvador, San Andrés y UCEMA), sobre comercio internacional, macro y microeconomía y, desde hace varios años, introducción a la economía y política económica argentina.

Acceda aquí al artículo completo.

Recuperemos la cosmovisión de los Padres Fundadores

Es un placer informar que Juan Carlos De Pablo es un nuevo miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.

Jorge Oviedo le ha dedicado una columna a De Pablo en La Nación, donde resume:

Juan Carlos De Pablo tiene una larguísima carrera como economista, profesor, escritor, aunque seguramente es más conocido por su labor en los medios de comunicación. Columnista de este suplemento desde hace dos años, De Pablo popularizó el conocimiento económico desde programas de televisión y su capacidad para simplificar las explicaciones de procesos complejos para el público en general. Parece haber cumplido ampliamente su lema: «Serio, pero no solemne», que es, además, el título de su columna aquí.

Sigue leyendo