¿Qué balance haremos en 2019 del gobierno de Macri?

Comparto esta nota de ayer publicada en El Cronista, que se complementa con la que compartí más temprano en el blog.

Haciendo futurología y proyectando la economía de estos dos años 2018-2019, nos preguntamos -a modo de balance- cómo terminaría Mauricio Macri su primer gobierno en el Ejecutivo Nacional y cuánto habrá podido avanzar en corregir los desequilibrios heredados. En qué ámbitos sería considerado exitoso, en cuáles hablaremos de inacción y en cuáles tendríamos problemas mayores.

Progresos

Comenzando por las buenas noticias, recordemos que una de las primeras medidas fue la quita del cepo cambiario, lo que permitió eliminar el dolar blue de la jerga habitual de los argentinos, habilitándonos a acceder a la compra de divisas, tanto para turismo como para importaciones. Esto permitió eliminar un cuello de botella sobre la producción industrial que estaba estancada.

Esto contribuyó a terminar con un estancamiento económico que duró todo el gobierno anterior (2011-2015), en el que la economía crecía un año para caer el siguiente, de acuerdo al ciclo político. Entre 2017 y 2019 se espera un crecimiento moderado y estable de entre 2 y 4 por ciento con mejoras en los niveles de consumo e inversión. Aquí jugará un rol fundamental la reforma laboral para reducir los obstáculos y los costos excesivos que hoy enfrentan las empresas para generar empleos y proyectos de inversión.

El fin del cepo cambiario permitió eliminar el dolar blue de la jerga habitual de los argentinos.

Si bien no podrán cumplir con las metas, sí podrán ofrecer datos que muestren una baja de la inflación desde el 41% registrado en 2016 hasta una tasa cercana al 15% en 2019. Los críticos dirán que la inflación en 2015 era menor al 41% señalado, pero esto no toma en cuenta la política monetaria expansiva de 2015 que genera un efecto rezago al año siguiente. Aquí hay que destacar, además, la polémica del dólar futuro que dejó la gestión de Alejandro Vanoli y sobre la que aun sigue dando explicaciones ante los Tribunales de Comodoro Py.

La baja en la inflación permitirá reducir la pobreza que alcanzaba el 31% en 2015, que alcanzó el 28% en 2017 y concluiría 2019 en torno al 25-26%, un nivel estructural que sólo podrá reducirse con ahorro e inversión y continuo crecimiento.

Juan José Aranguren, ministro de Energía

Un aspecto importante cuyo costo político no fue menor habrá sido terminar con el atraso tarifario, quitando subsidios a los servicios públicos. La política energética manejada por Juan Jose Aranguren será calificada como exitosa, además, por corregir el déficit de inversiones en infraestructura energética.

Por último, la Argentina habrá salido del aislamiento gracias a los esfuerzos del oficialismo por separarse de Irán y Venezuela y construir lazos con China y Occidente, buscando inversiones, desde luego, pero también fortaleciendo lazos políticos. No será considerada una cuestión menor que Argentina haya abandonado un largo default de su deuda pública, lo que le permitió volver a los mercados financieros y, entre otros aspectos, haya acumulado reservas internacionales para sostener a su debilitada moneda local.

Inacción

Donde difícilmente veamos avances significativos será en el frente fiscal. Si bien la quita y baja de retenciones a las exportaciones y la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias fueron un primer paso significativo, en materia de impuestos la reforma que aprobó el Congreso no plantea reducir la presión tributaria hasta después de 2020.

En materia de impuestos, la reforma que aprobó el Congreso no plantea reducir la presión tributaria hasta después de 2020.

En materia de gasto publico, si bien la quita de subsidios ya es y habrá sido significativa, hay y habrá otros incrementos que muestren que el gasto creció a una tasa similar a la inflación. La baja en subsidios económicos se compensó con suba en subsidios sociales.

Andrés Ibarra, ministro de Modernización

El sobreempleo público tuvo correcciones mínimas que fueron compensadas con otras contrataciones. Sostenerlo público durante estos cuatro años transformará un problema coyuntural en un problema estructural.

La apuesta de Mauricio Macri en todo su gobierno fue cuidar el empleo público e intentar reducir el deficit fiscal via mejoras en la recaudación tributaria. Si bien el Gobierno podrá mostrar cierto cumplimiento de sus metas fiscales (el déficit primario estará posiblemente debajo del 3%), también es importante notar que habrá mantenido el déficit financiero en un nivel similar al heredado. Las bajas del déficit primario habrán sido compensadas con subas en los intereses de deuda que tuvo como costo el gradualismo.

Aspectos negativos

El mayor costo del gradualismo es la acumulación de deuda pública. Argentina presentará a fines de 2019 un nivel de deuda preocupante y un déficit financiero que necesitará de un contexto macroeconómico global líquido que difícilmente se sostenga hasta 2020.

Bajar la inflación a un dígito seguirá siendo un difícil problema en el próximo gobierno si se continúa evitando la reforma ortodoxa

Federico Sturzenegger, presidente del BCRA

La heterodoxia en la política de desinflación que maneja Federico Sturzenegger dejará un arsenal de Lebac que extenderá el problema de la inflación por más tiempo del necesario. Bajar la inflación a un dígito seguirá siendo un difícil problema en el próximo gobierno si se continúa evitando la reforma ortodoxa.

Por último, los más de 30.000 millones de dólares que habrá recibido la Argentina cada año en forma de deuda pública alimentarán un atraso cambiario que representará un obstáculo más para el desarrollo de su actividad productiva. El déficit en cuenta corriente será una consecuencia obvia.

Quien esperaba observar en estos cuatro años una corrección de los desequilibrios macroeconómicos heredados, verá progresos importantes, pero parciales. Quien esperaba observar una reforma estructural de la economía, tendrá que seguir esperando.

EPT: Que le pasa al dolar blue?

Comentario en EPT sobre la cotización del dolar blue (mercado negro) en Argentina. ¿Por qué baja? ¿Cuál debería ser su valor y por qué?

Hace ya algunas semanas que el dólar blue muestra estancamiento o retroceso. Las condiciones económicas del país, sin embargo, no han cambiado. ¿Por qué, entonces, baja el blue?

Es importante distinguir entre movimientos estacionales y la tendencia, y la presencia de ciertas decisiones políticas que pueden afectar la cotización del blue. A esto se suma la dificultad de que al ser un mercado en negro no hay datos certeros de volumen, transacciones, etc.

Seguir leyendo en EPT.

 

Cuatro motivos explican la baja transitoria del dólar informal

Las tapas de los distintos diarios nos muestran en los últimos días una baja en el dólar informal que sorprende a muchos analistas, sin embargo, analizando las tres variables centrales de este mercado podemos explicar su dinámica.

Oferta

En primer lugar, debemos analizar la mayor oferta de dólares que se observa en el mercado, dado por aquellos compradores de dólares formales que rápidamente los ofrecen en el mercado informal para obtener una ganancia por el diferencial.

Demanda

En segundo lugar, aparece una caída en la demanda, dada la crisis económica que vive la economía argentina, y la caída en la capacidad de ahorro de la clase media que acudía a este mercado para comprar divisas.

Sanciones

En tercer lugar, debe insistirse que la creciente persecución a quienes operan en el mercado, sancionándolos penalmente y clausurando a los operadores que infringen la legislación correspondiente, genera miedo en los demandantes del mercado, que postergan sus operaciones para cuando haya más calma.

Expectativas

En cuarto lugar, y quizás uno de los factores más importantes en un mercado pequeño como el “blue”, se debe analizar el cambio en las expectativas. Hace unos pocos meses las señales del gobierno mostraban poca voluntad de negociar con los Holdouts y de acudir al endeudamiento público a partir de enero para financiar el déficit fiscal. Bajo ese escenario, la oferta de pesos seguiría en aumento, y dada la continua fuga de capitales sumado a la caída del precio de la soja y otros commodities, aseguraban que además la oferta de dólares estaría cada vez más restringida y que la inflación estaría en aumento, lo que potenciaría la demanda de divisas en el mercado informal.

Pero en la última semana, el Ministro de Economía abrió la puerta a una negociación en enero, y todo indica que el 2015 le reabrirá al gobierno las puertas al crédito internacional. Tómese como ejemplo el swap de monedas con China por el equivalente de 814 millones de dólares, o bien, la gestión del Banco Central por un nuevo crédito del Banco de Francia por otros 650 millones de dólares para fortalecer reservas.

Conclusión

El problema de fondo, sin embargo, persiste, a saber, el desequilibrio fiscal. Que Argentina suspenda su monetización, paradójicamente sólo puede conducir a estrangular a la economía por falta de crédito, y con ello virar hacia una recesión más profunda.

El acceso al crédito internacional puede ayudar, si de fondo se plantea un cambio estructural que elimine gradualmente el desequilibrio fiscal, pero en ausencia de este cambio se asume un costo que no genera ningún beneficio, más que temporal.

El 2015 es un año de elecciones, lo que hace pensar que Argentina seguirá expandiendo el nivel de gasto, y combinará el financiamiento externo con nuevas emisiones de dinero. Cuando el mercado comprenda que la expansión monetaria no se ha interrumpido, un nuevo cambio de expectativas alimentará una creciente inflación lo que presionará nuevamente sobre el dólar informal. De ser así, la baja del dólar es transitoria y este cambio en las expectativas es temporal.

En cualquier caso, lo más curioso de este desenlace sería que Axel Kicillof comience a virar a nuestra economía hacia el endeudamiento y el noventismo. Recordemos que ya traicionó al keynesianismo: mientras éste sugiere -como bien expone en su tesis doctoral- que ante una crisis económica o estancamiento, se reduzcan las tasas de interés, él promovió una suba, lo que sólo agrava el estado de cosas.

Publicado originalmente en Infobae, Miércoles 12 de noviembre de 2014.

Los tres costosos años del cepo cambiario

CepoComparto una nueva columna en Infobae, que apareció el pasado martes, día en que se cumplieron 3 años del cepo cambiario.

Hace exactamente tres años, un 28 de octubre de 2011, con Amado Boudou como Ministro de Economía, se impulsaba desde la AFIP el “Programa de Consultas de Operaciones Cambiarias” a través de la Resolución General 3210/11. El cepo aparecía poco después de la reelección de la Presidente Cristina Fernández de Kirchner –victoriosa con el 54 % de los votos-, lo que había iniciado un proceso de fuga de capitales. El mercado se anticipaba entonces al endurecimiento del modelo en un sentido opuesto al de la libertad individual, los derechos de propiedad, la economía de mercado y el gobierno limitado.

Restricciones para todos

En ese entonces el dólar oficial cotizaba a $4.24, mientras que el paralelo apenas tomaba distancia hacia los $4.49, según informaban entonces los distintos medios de prensa. Unos pocos meses después, las empresas importadoras empezaron a requerir el visto bueno del Banco Central (BCRA) para hacer giros al exterior, lo que implicó demoras y complicaciones en la importación de productos básicos que se trasladaron muy pronto a las góndolas de los supermercados.

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La dinámica del dólar blue

Dólar blueHace sólo un año, en el primer día hábil del mes de octubre, el dólar blue cotizaba a 9.60 pesos, según informa la prensa argentina. La escalada en el cierre de año y también en el primer mes de 2014 se aceleró hasta llegar a 13 pesos, el 23 de enero. Luego de bajar a 11.70, cerró enero a 12,75 pesos. El gobierno apuntó al mercado, y la baja fue contundente, llegando a 10.55 el 5 de marzo, pero desde entonces, casi de forma ininterrumpida, semana a semana, el dólar blue fue creciendo hasta casi tocar los 16 pesos a fines de septiembre. El mes de octubre, sin embargo, inició una baja que lo condujo a 14,70 pesos, algo que resulta incomprensible si se analizan las políticas o señales del gobierno en torno a las variables que impactan en este mercado.
Análisis del mercado blue
Como todo mercado, cuando uno quiere comprender su dinámica debe analizar la oferta y la demanda. La oferta de dólares blue es bastante restringida, y dada una clara tendencia a que exista en la Argentina escasez de la divisa, la oferta de dólares en el mercado informal tiende a ser atesorada, lo que implica que es retirada del mercado, al menos hasta que exista mayor certidumbre de las variables macroeconómicas.
Por el lado de la demanda, los  ahorristas empiezan a observar que sus ahorros en pesos se derriten entre sus dedos por la acelerada inflación. El gobierno niega este problema, y además promueve un excesivo gasto público que en el año electoral promete seguir ampliándose hasta niveles impredecibles para los analistas. Además, la contención relativa de Fábregas para limitar la monetización del déficit e incluso ir retirando pesos del mercado con el fin de contener la inflación, ya fue eliminada, suplantando su presencia al frente del Banco Central por alguien afín al Ministro de Economía.
Un escenario lógico bajo estas decisiones del gobierno, conducen a los agentes a formar expectativas de que:
1.       En un año electoral como es 2015, el gasto público aumentará.
2.       Dado que la economía está en recesión y que el precio de los commodities tiende a caer, la recaudación tributaria, en términos reales, caerá.
3.       La brecha entre ingresos tributarios y gastos se ampliará.
4.       Dado que no hay acceso al crédito externo, ese déficit se monetizará, aumentando la circulación de pesos.
5.       La inflación se acelerará.
6.       Ergo, la presión de la demanda sobre la divisa seguramente aumentará.
Políticas del gobierno
Ante este escenario el gobierno viene aplicando políticas concretas que restrinjan la demanda del dólar blue. Primero, flexibilizó los límites para la compra de la divisa, lo que fue exitoso en retirar a parte de la clase media en la demanda de divisas de este mercado. Segundo, presiona a los bancos para que eleven los tipos de interés que paga por los plazos fijos. Haciendo esto, se supone que muchos ahorristas podrán optar por ahorrar en plazos fijos, en lugar de apostar a un mercado informal y prohibido. Tercero, apuesta a criminalizar con sanciones penales la compra-venta de dólares en el mercado informal, lo que transmite miedo entre quienes operan en este mercado. Y cuarto,  aunque puede discutirse la voluntad del gobierno en esto, la crisis económica se acelera y los márgenes de ganancia tienden a caer, reduciéndose en la clase media la tenencia de pesos necesarios para comprar el dólar informal.
Escenario futuro
El arte de la predicción económica es muy complejo, pero conjeturo que durante el mes de octubre el dólar blue podría caer como lo ha hecho en febrero del corriente, justo después de la acelerada suba señalada en enero. Sin embargo, la tendencia de largo plazo, y en esto en la Argentina no pueden ser más de 6 meses, indican que el dólar blue debería alcanzar hacia marzo de 2015 nuevos picos máximos.

El turno de Kicillof

Capitanich_KicillofNo comprendí el optimismo que despertó en los medios el nombramiento de Capitanich al frente de la Jefatura de Gabinete hace sólo un par de meses. Es cierto que dialogó con la prensa en estos dos meses más de lo que sus antecesores lo hicieron en los años previos. Pero la situación argentina amerita cambios de fondo, no cambios de estilo. Y esos cambios de fondo brillaron por su ausencia.

Ahora es el turno de Kicillof, que estratégicamente supo hacer silencio y dejar caer la imagen de su socio en el gobierno sin ver deprimida la propia. Pero él es el ministro de Economía, y las noticias no son buenas en la órbita que maneja: las reservas siguen cayendo, el dólar blue se volvió a disparar, la inflación no cesa, la escasez de productos es cada vez más visible y el desequilibrio fiscal no encuentra financiamiento.

La Argentina necesita cambios estructurales, pero la apuesta oficial -especialmente de la presidente- va por otro camino. Se trata de llegar al 2015 sin abandonar la línea que caracterizó al gobierno todos estos años. Bajo esa premisa, conjeturo que veremos un fracaso atrás de otro, con caras nuevas recurrentemente que intentarán lo imposible. Kicillof no podrá escapar a lo sucedido con sus antecesores. El problema central, una vez más, es el exacerbado gasto público. La teoría de las finanzas públicas nos enseña que para financiarlo hay tres instrumentos centrales. Impuestos, deuda y emisión.

En el primer caso, la presión tributaria ha ido aumentando incesantemente desde el comienzo del kirchnerismo. De poco más del 20% al final del menemismo a más del 40% en 2012. Este es un dato relevante que destaca la voracidad fiscal que ha caracterizado al gobierno argentino durante los últimos 10 años.

Algunos analistas creyeron encontrar el límite a la presión tributaria hace algunos años, pero el ingenio y la creatividad de este gobierno siempre encontró nuevas respuestas. Hoy muchos analistas dicen que no habrá más recursos por esta vía, aunque yo no lo veo tan claro. Este gobierno tiene una única meta, otra vez, que es llegar a 2015 sin cambiar la línea. No importa que paguemos un nivel de impuestos europeo o nórdico y recibamos servicios públicos africanos. Sólo importa evitar el ajuste a cualquier costo. Conjeturo entonces que la presión tributaria continuará su ascenso aunque resta definir qué sector de la población pagará el costo.

En el segundo caso, el gobierno buscará tomar deuda. Cinco o diez mil millones de dólares que refuercen las reservas harían la diferencia. En este sentido, Kicillof sólo hizo una cosa desde su llegada al nuevo rol en el gobierno. Trató de llegar a un acuerdo con Repsol tras la expropiación de YPF y viajó a Asia en busca de fondos. Muchos analistas destacan el “alto costo” de este potencial financiamiento, sin embargo, esto no será un limitante. Si alguien accede a prestarle dinero al gobierno y esto le permite evitar el ajuste antes de 2015, el gobierno avanzará “sin importar el costo”. Conjeturo entonces que el endeudamiento aumentará en estos dos últimos años de mandato.

Por último, la fuente de financiamiento que el gobierno viene utilizando y que también parece llegar a un límite es la de la emisión monetaria. La consecuente inflación ya está en boca de todos. El malestar social por la suba continua de precios es generalizado. Y muchos analistas concluyen entonces que no podrán seguir abusando de este “recurso”. Sin embargo, insisto, lo único que está en juego en este último período del kirchnerismo es evitar el ajuste. Conjeturo entonces que emitirán todo lo necesario para sostener el modelo. Las fuentes alternativas de financiamiento están agotadas, pero el gobierno se niega a creerlo. No habrá un cambio estructural de la política económica, y sólo decantará el modelo cuando los estallidos sociales impongan un límite. Ahora sólo podemos sentarnos a ver lo que la creatividad de Kicillof nos depara, pero aumentando a la vez la presión tributaria, el endeudamiento y la inflación, mientras la oposición va preparando propuestas estructurales que recién en 2015 iniciarán el cambio.

Fuente: Publicada originalmente en Infobae, martes 14 de enero de 2014.

¿Cuál es el verdadero valor del dólar blue? (parte II)

Hace un par de semanas publicamos un post explicando por qué el dólar blue seguirá subiendo por encima de la medición del dólar técnico. Hoy Mariano Gorodisch agrega -en una columna en El Cronista- argumentos de por qué seguirá subiendo aun más:

Para saber cuál debería ser el valor técnico de la divisa habría que calcular la base monetaria ($ 291.365 millones) y dividirla por la cantidad de reservas que tiene el Banco Central (u$s 39.466 millones), lo que arroja un dólar de $ 7,38. Pero al total de reservas hay que descontarle los pasivos externos y los encajes de los depósitos en dólares de los bancos. Si se considera esa cifra, el valor técnico del dólar asciende a $ 10,92

Pero insistimos. Si esa es la medición técnica correcta, el dólar lo supererá ampliamente porque los agentes generarán expectativas de que la cantidad de pesos seguirá aumentando, y la cantidad de dólares en reservas caerá, o de mínima, no aumentará en la misma proporción.

Comentaba bajo el post del 3 de febrero de 2013:

«Es difícil pronosticar la cotización del dólar para fin de año, pero 12 pesos por dólar no me parece disparatado. Asumiendo que el oficial está por superar los 5 pesos (y tiende a 6), y que la brecha con el blue sigue creciendo, y podría llegar al 100 %, esto podría darse.»

Recién estamos en mayo… me parece que me quedé corto!

¿Cuál es el verdadero valor del dólar blue?

dolarCopio a continuación mi última columna en Economía para Todos,25 de abril de 2013.

Desde fines de 2011 el precio del dólar blue en pesos argentinos comenzó a subir, y hacia fines de abril de 2013, la diferencia con el oficial ya es del 77 %.

Algunos analistas se preguntaron cuál es el verdadero precio del dólar, y lo estimaron en torno a los 7.50 pesos.

¿Cómo llegaron a este valor? Simplemente dividieron la cantidad de pesos que hay en circulación por los dólares que hay en reservas.

¿Es esto correcto? En principio sí, aunque habría que analizar qué nivel de reservas tomaron. Dicho esot, si la cantidad de dólares y la cantidad de pesos quedaran constantes en el tiempo, habría una tendencia a que el dólar blue se fije en ese nivel.

Pero debemos hacer una aclaración: Si los pesos en circulación siguen creciendo (cada año crece alrededor de un 40 %), y las reservas se mantienen constantes, o crecen más lento, o incluso decrecen, entonces el dólar blue debe seguir creciendo. Y no cabe duda que este es el caso. En consecuencia, los argentinos tratan de anticiparse a este suceso «evidente», y entonces aumentan el valor al que venden la divisa, antes de que tal cosa ocurra. El punto ha sido estudiado por los economistas desde hace mucho tiempo atrás: ¡Las expectativas importan!

El primer gráfico muestra la evolución del dólar blue. El segundo, muestra sintéticamente, la situación de la economía argentina, esto es, la causa por la cual la brecha entre el dólar blue y el dólar oficial cada vez se amplía más rápido. Según FIEL la inflación se aceleró y ya supera el 25 %. La economía crece apenas un 1 ó 2 %, según la fuente que se tome. El superávit gemelo (fiscal y externo) ya es historia. La situación fiscal está cada vez más deteriorada, con un déficit que ya alcanza el 5 %. Y el superávit externo viene cayendo rápidamente, a pesar de los controles sobre las importaciones.

Argentina_FIEL

Si no se controla rápido el déficit fiscal, habrá que emtiir más pesos para financiarlo. Más pesos en circulación, harán que la inflación se acelere, pero además harán que el coeficeinte pesos / dólares se amplíe, y con ello, subirá aun más el dólar blue.

No hay un verdadero y único valor para el dólar blue. Este depende de las expectativas que cada persona tenga respecto a la oferta y demanda que habrá de dólares en el mercado informal, variables que a su vez dependen de lo que ocurra con la economía argentina como un todo.