Vernon Smith y las dos caras de Adam Smith: antropología, sicología evolutiva y economía experimental

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I, de Económicas, UBA, completamos el análisis de las contribuciones de Adam Smith y los escoceses leyendo un artículo de otro Smith, Vernon, premio Nobel de Economía 2002 por sus aportes para el desarrollo de la economía experimental. El artículo se llama “Las dos caras de Adam Smith”:

Vernon Smith - copia

“No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero, o del panadero, de quienes debemos esperar nuestra cena, sino de la preocupación de estos por sus propios intereses… Esta división del trabajo no está originada en ninguna sabiduría humana, que anticipa y procura la opulencia a la que da lugar. Lo está en la necesaria, aunque muy lenta y gradual consecuencia, de una cierta propensión que observamos en su naturaleza, que sin buscar esa utilidad generalizada, lo inclina al trueque e intercambio de una cosa por otra”. La riqueza de las naciones, Adam Smith, 1776

“No importa cuán egoísta se suponga al hombre, es evidente que hay ciertos principios en su naturaleza que lo hacen interesarse en la fortuna de los demás, y transforman la felicidad de aquellos en necesaria para él, aunque no obtenga de eso otro placer más que observarla”. La teoría de los sentimientos morales, Adam Smith, 1759

Para Vernon Smith, como para Coase en un post anterior, no hay contradicción y recurre a la antropología y la sicología evolutiva para concluir:

“Sin embargo, estas dos visiones no son inconsistentes si reconocemos como un rasgo distintivo fundamental de los homínidos su propensión universal al intercambio social. Esta propensión se expresa tanto en el intercambio personal en las transacciones sociales en pequeños grupos, como en el comercio impersonal, por medio de extensos mercados de grandes grupos. De esa manera, podemos decir que Smith tenía solo un axioma de comportamiento: “la propensión al trueque e intercambio de una cosa por otra”, donde los objetos de intercambio los interpretaré de tal manera que incluyan no solo bienes, sino también regalos, asistencia y favores, fundados en la simpatía y preocupación por los demás. Esto es, “en la generosidad, humanidad, amabilidad, compasión, amistad y estima” (Smith, 1759).”

“Como se puede observar en los registros etnográficos y en experimentos de laboratorio, ya sea que se intercambien bienes o favores, en ambos casos se producen ganancias, que son las que los seres humanos buscan incesantemente en todas las transacciones sociales. Así, este axioma de Adam Smith, interpretado de manera que incluya el intercambio de bienes y de favores -cuando éste ocurre en distintos instantes del tiempo-, así como el comercio de bienes -cuando éste es efectuado en un instante preciso del tiempo, ya sea por medio del dinero o por medio del trueque por otros bienes-, es suficiente para caracterizar la mayor parte de los emprendimientos sociales y culturales humanos. Esto explica por qué la naturaleza humana parece inducir a las personas a preocuparse simultáneamente de sí misma y de los demás, y permitiría entender el origen y fundamento último de los derechos de propiedad.”

“El derecho de propiedad es una garantía que permite que ciertos actos sean realizados por personas dentro de los marcos definidos por ese derecho. Nosotros automáticamente pensamos en el Estado como el garante contra represalias cuando los titulares del derecho lo ejercen. Pero los derechos de propiedad preceden a los estados-naciones, porque el intercambio social al interior de tribus sin Estado, y el comercio entre estas tribus precede a la revolución agrícola ocurrida hace solo 10.000 años, un mero pestañeo en la escala de tiempo de la emergencia de los humanos. Tanto el intercambio social como el comercio reconocen implícitamente derechos mutuos para actuar que se traducen en lo que normalmente llamamos “derechos de propiedad”. ¿En qué sentido son estos derechos “naturales”? La respuesta, creo, se encuentra en la universalidad, espontaneidad y valor adaptativo evolucionario de la reciprocidad. La reciprocidad en nuestro actuar, que se observa en la conducta humana (y también prominentemente en la de nuestros parientes cercanos, los chimpancés), es el fundamento de nuestro rasgo distintivo como criaturas de intercambio social, intercambio que hemos extendido para incluir el comercio con personas sin parentesco y también con miembros de otras tribus mucho antes que adoptáramos la agricultura y la ganadería como formas de vida.”

El animal que sigue normas – Nuevo libro de Julio César de León Barbero

ElAnimalquesiguenormasJulio César de León Barbero acaba de presentar el pasado miércoles 13 de marzo su nuevo libro «El animal que sigue normas», el que fuera presentado originalmente como un trabajo de tesis previo a optar para el grado de Doctor en Filosofía en la Facultad de Humanidades de la Universidad Rafael Landívar, y que contaba al Dr. Armando de la Torre como su asesor. Aquel trabajo llevaba como subtítulo «Estudio genético-sistemático de la antropología subyacente a la obra de Friedrich A. von Hayek«.

En esta entrevista explica que su obra se basa en el proceso de humanización de los individuos, desde la perspectiva hayekiana. Asimismo, aclara los conceptos animal político, homo economicus y homo agens; explica el origen de las normas e implicación que tienen en dicho proceso. También, se refiere al capítulo sobre la fundamentación antropológica del individualismo que planteó Friedrich A. Hayek y la teoría que desarrolló acerca de la mente humana en El orden sensorial. Finalmente, menciona los aportes que ofrece su obra para poder interpretar la visión de Hayek sobre el hombre.

Acceda aquí a una versión preliminar de este libro.

Reseña de M. Silar al libro de G. Zanotti, Antropología filosófica cristiana y economía de mercado

ZanottiEste libro intenta demostrar que una antropología cristiana basada en Santo Tomás de Aquino no es contradictoria con una economía de mercado basada en la Escuela Austriaca de Economía. No se refiere a los fundamentos escolásticos de la economía de mercado, sino que va directamente a la concepción de persona de Santo Tomás y la relaciona, sin confundirla, con la escasez, el conocimiento, el orden espontáneo y la acción empresarial. No se afirma que dichos conceptos se encuentren directamente en Santo Tomás, pero sí que su concepción cristiana del ser humano puede ayudar a comprenderlos desde otro enfoque y darles nuevas luces y nuevos fundamentos. El libro tampoco se refiere a cuestiones habituales de Doctrina Social de la Iglesia sino que va más arriba: a la antropología de fondo que presuponen los textos pontificios. De ese modo, la distinción y no contradicción de la Escuela Austriaca de economía en tanto economía, y el cristianismo católico, es más directa. El autor espera que el público católico encuentre un nuevo camino para su visión de los problemas económicos y ayudar, de ese modo, a la superación de la pobreza y la unión de todos los pueblos en un libre mercado cuyas bases éticas y jurídicas sean punto de unión y convivencia entre todos los seres humanos, creyentes y no creyentes.

Acceda aquí a la reseña de Mario Silar.

Adquirir el libro en papel o en formato kindle en Unión Editorial.

Gabriel Zanotti disertará en Madrid

La Fundación Rafael del Pino recibirá, el próximo 4 de julio, a las 19:00 horas, al Profesor Gabriel Zanotti, quien pronunciará la conferencia titulada “Antropología cristiana y economía de mercado

Su conferencia tratará sobre la compatibilidad y ausencia de contradicción entre una concepción cristiana del hombre, basada en Santo Tomás de Aquino, y las nociones de racionalidad, orden espontáneo y mercado desarrolladas por la Escuela Austríaca de Economía, concluyendo con el tema de la posibilidad de la santificación de la acción empresarial.