Las dos Coreas, Grafico 1950-2008

El caso de «Las dos Coreas» ilustra el fuerte impacto que pueden tener las instituciones en el desarrollo de un país. Lo interesante de las dos Coreas es que ambos países comparten historia, cultura, lenguaje, geografía. De hecho eran un sólo país hasta su división.

El siguiente gráfico muestra la evoluciń del PBI per cápita (PPP) [Agnus Maddison] de «Las dos Coreas» con algunos hitos históricos marcados [en negro Corea del Sur y en rojo Corea del Norte.]

the-two-koreasAlgunos puntos que me parece interesantes:

  1. La crisis del petróleo de 1973 afectó a Corea del Norte pero no a Corea del Sur. Corea del Norte, antes su desaceleración económico incrementó el gasto en obra pública y militar tomando deuda a pagar con las reservas obtenidas por la exportaciones de recursos naturales. La crisis del petróleo afecto negativamente las finanzas de Corea del Norte.
  2. La caída de la Unión Soviética Implicó otro golpe para Corea del Norte dado que se corto el financiamiento que el bloque comunista le enviaba.
  3. En 1960 el «Che’ Guevara sustovo que Corea del Norte era un modelo que Cuba debía seguir. No pudo haber estado más equivocado. Debería mirado al sur del paralelo 37.
  4. Se percibe la crisis financiera de fines de la década del 90. A pesar de la crisis, se ve que la creación de riqueza de Corea del Sur sigue siendo muy superior a la de Corea del Norte. No es que Corea del Norte no tenga crisis, es que Corea del Norte vive en crisis permanente.
  5. Si bien Corea del Sur entra en democracia directa en 1986, las «repúblicas» anteriores era más amigables con el mercado que el gobierno de Corea del Norte.

Una crítica socialista al Gulag de Corea del Norte

Recomiendo este post de Rolando Astarita sobre el Gulag de Corea del Norte. Luego de una descripción de las atrocidades que ocurren en este país, el profesor Astarita concluye:

Pero la mayoría de la izquierda a nivel mundial mira para otro lado y se mantiene en silencio. Más grave incluso, Fidel Castro y Hugo Chávez apoyan abiertamente al régimen de Pyongyang y los Kim. Alguna vez Marx dijo que el comunismo “tosco”, que negaba la personalidad del ser humano, era la negación abstracta de la civilización y la cultura, y el retorno al hombre pobre y carente de necesidades (Manuscritos económicos-filosóficos de 1844). El régimen de Corea del Norte parece superar en vileza y barbarie todo lo que podía haber imaginado Marx. Tal vez solo sea comparable con lo que establecieron en los 1970 los Khmers rojos en Camboya. No solo hay que acabar con el gigantesco y oculto gulag norcoreano, sino también hay que preguntarse por qué y cómo es que desde tantos sectores de la izquierda se siguen defendiendo estas atrocidades. No habrá reconstrucción política e ideológica de las fuerzas socialistas en tanto estos problemas no se encaren de frente, y hasta la raíz. Este modelo de sociedad no es alternativa para ningún ser humano. Nunca más apropiado para recordar aquella divisa de Marx, de “nada de lo humano me es ajeno”. Nadie en la izquierda, o en el pensamiento simplemente progresista, debería ser indiferente a lo que sucede en Corea del Norte. Algunos dirán que lo mío es “propaganda imperialista”. Conozco este tipo de razonamiento del stalinista típico, e incorregible. Pero en esto no hay que ceder a la opinión de la izquierda “políticamente correcta”,  nacional y popular, que está acostumbrada a avalar cualquier porquería. Defender al régimen de los Kim no es defender al socialismo, sino todo lo contrario.