DES-PENALIZACIÓN DE LAS DROGAS Y TOLERANCIA (especialmente dirigido a obispos, presbíteros, religiosos y laicos de la Iglesia Católica)

Me encontré con este artículo. Me parece que va a despertar polémica, especialmente entre los creyentes, pero creo que hay que instalar el debate.
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DES-PENALIZACIÓN DE LAS DROGAS Y TOLERANCIA (especialmente dirigido a obispos, presbíteros, religiosos y laicos de la Iglesia Católica)
Por Jorge Montefusco.
Febrero de 2012.
Los católicos estamos en contra del consumo y el tráfico de drogas. Y está perfecto. Nuestras pautas morales, basadas en la tradición judeo-cristiana, nos demanda un cuidado sacral del cuerpo. “¿No sabéis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo?”, nos recuerda San Pablo en referencia al tema de la fornicación. Pero la templanza no es sólo una virtud que modera el apetito sexual: la templanza implica un cuidado general del cuerpo, que muchos católicos olvidan en su praxis cotidiana. El cuerpo es parte esencial de la persona, hay una unidad alma cuerpo, y nuestra persona debe estar al servicio del prójimo y de Dios. Dañar al cuerpo implica ponernos en contra de nuestra misión como cristianos. El católico debe comer con moderación, cuidar la calidad de su comida y su bebida, tener cuidado con todo tipo de sustancias adictivas y estimulantes y evitar todo aquello, desde las drogas hasta el colesterol, que ponga en peligro su vida. Pero no por vanidad personal, sino por el amor al prójimo y a Dios.

La tragedia de la drogadicción: Entrevista con Alberto Benegas Lynch (h)

ABLAlberto Benegas Lynch (h) es Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias y miembro titular de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, ambas de Argentina. Es doctor en economía y también es doctor en ciencias de dirección, autor de dieciséis libros y cuatro más en colaboración. Es profesor universitario desde 1968 en universidades de Argentina y del exterior, además ha recibido grados honoríficos de universidades de su país y del extranjero. Es también Profesor Emérito de ESEADE, institución en la cual se desempeñó como Rector por 23 años. Benegas Lynch es académico asociado del Cato Institute y del Ludwig von Mises Institute. Es miembro del Consejo Asesor del Institute of Economic Affairs de Londres, ha sido miembro del Consejo Directivo de la  Mont Pelerin Society y asesor económico de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, de la Cámara Argentina de Comercio, de la Sociedad Rural Argentina y del Consejo Interamericano de Comercio y Producción-

Iván Cachanosky: Profesor Benegas Lynch,  en su libro La Tragedia de la Drogadicción usted sostiene que “El acto de drogarse no constituye un crimen ya que ese hecho no lesiona derechos de terceros”. ¿Pero qué sucedería si un individuo se droga y posteriormente comete un delito a un tercero?

Alberto Benegas Lynch (h): Si una persona comete un delito debe responder trabajando para la víctima hasta resarcirla y, en su caso, para financiarse en la cárcel según sea el fallo judicial. Lo curioso es que muchos Códigos Penales consideran que esos actos de drogados constituyen un atenuante cuando debería ser un agravante (por lo que en muchos casos el delincuente se droga para recibir una pena menor). Se presenta en este contexto una anomalía estadística: un error de inclusión al mostrar el correlato drogas-crimen. No resulta relevante tomar el universo de crímenes y constatar el porcentaje de delincuentes que se drogan. Lo determinante es tomar el universo de drogadictos y constatar que hay una proporción reducida que comete crímenes.

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