Dos párrafos de este artículo de Jorge Avila nos ofrecen una respuesta. A ver qué opinan los lectores.
Diagnóstico
Hay síntomas claros de que la economía argentina no funciona bien. Se trata del nivel de la prima de riesgo-país (nada menos que 1200 puntos básicos), la continua salida de capitales, la fuerte retracción de la inversión externa directa, el pobre nivel de los depósitos bancarios y el escaso crédito bancario, la alta inflación, el creciente déficit fiscal y el muy mal estado de la infraestructura energética y de transporte. No puedo pronosticar un colapso inminente. Aunque causas no faltan.
Solución
1º Actualizar las tarifas de las empresas de servicios públicos y renegociar sus contratos.
2º Regularizar los defaults con el Club de París, el tribunal del Banco Mundial, Repsol y el INDEC.
3º Congelar el gasto público en valores nominales hasta ponerlo en línea con la recaudación tributaria. Eliminar las retenciones y normalizar el impuesto a las ganancias.
4º Desbloquear exportaciones e importaciones, eliminar el control de cambios y restablecer la libre transferencia.
5º López Murphy puntualizó hace unos días la conveniencia de devaluar el peso para aliviar o acelerar el ajuste fiscal (la devaluación aumenta el nivel de precios y de esta forma sube la recaudación en valores nominales).