Ante esta pregunta, existen dos citas de Ludwig von Mises que vienen a mi mente:
“Lean todo lo que sus profesores les indican leer. Pero no lean solo eso. Lean más. Lean todo acerca de un tema, desde todos los puntos de vista, ya sean socialista-marxista, intervencionista o liberal. Lean con mente abierta. Aprendan a pensar. Solo cuando conozcan su campo desde todos los ángulos podrán decidir que es correcto y que es falso. Solo entonces estarán preparados a responder a todas las preguntas, inclusive las que les hagan sus opositores”.
Ludwig von Mises; “Autobiografía de un liberal”, 1973.
“Nadie puede ser un buen economista a menos que esté versado en matemática, física, biología, historia y jurisprudencia, además de un buen manejo de idiomas”.
Ludwig von Mises; “El fundamento último de la Ciencia Económica”, 1962.
Si pudieramos hoy entrevistar a autor clásicos como Adam Smith, David Ricardo, John Stuart Mill e inclusive a Karl Marx, mi impresión es que todos afirmarían que Mises tiene razón. Marx fue un experto en varios temas, desde la filosofía y la economía, hasta la sociología y la historia. Aun John Maynard Keynes tiene contribuciones en diversos campos. Independientemente del acuerdo o desacuerdo que tengamos con sus aportes, Friedrich Hayek o Paul Samuelson han obtenido fama justamente por ser de los pocos economistas modernos que jamás abandonaron el estudio multidisciplinar.
El mundo, sin embargo, ha cambiado. Hoy un economista que maneja el inglés posiblemente no necesita saber alemán, francés o español. Desde luego, que sería mejor que sí conozca estas lenguas, pero la mayor parte de las contribuciones hoy se realizan en inglés.
Al mismo tiempo, las revistas científicas exigen un nivel de especialización en los artículos que reciben, que necesariamente son el resultado de una visión acotada de sus autores. La literatura es tan amplia en cada uno de los campos, que si alguien quiere contribuir a cualquiera de ellos, necesita especializarse.
Pienso ahora mismo en los autores modernos que generalmente citamos en este blog: Roger Garrison se especializó en macroeconomía; Lawrence H. White o George Selgin se especializan en teoría monetaria; Gabriel Zanotti se especializa en filosofía de la ciencia y en particular en la epistemología de la economía; Martín Krause es experto en temas institucionales; Peter Klein es conocido por sus contribuciones sobre teoría de la firma, Roberto Cortés Conde o Ezequiel Gallo son grandes historiadores, etc etc etc. Por supuesto que todos ellos tienen cierto conocimiento sobre historia del pensamiento económico y hasta pueden ofrecer un curso general de introducción a la economía cubriendo todos los campos de la disciplina. Pero difícilmente tengan un manejo profundo de la literatura de todos los campos, y desde la perspectiva de los diversos enfoques.
¿Cuál es entonces la mejor estrategia a seguir? Ser generalista, como lo fueron en otros tiempos los autores clásicos, aun a costa de perder un lugar en las revistas más renombradas. O ser un especialista, lograr un lugar destacado en los mejores journals, pero a costa de perder una más completa y compleja lectura del mundo.