Finalmente, Agustina, Nicolás y yo logramos escribir nuestro artículo sobre Hermenéutica, Escuela Austríaca y Don Lavoie.
Decimos finalmente porque tiene una larga historia.
Yo por mi parte siempre había quedado interesado en el caso de Don Lavoie[1]. Sabía de las dificultades que en su momento había tenido con el mainstream austríaco, por la apariencia relativista e historicista que tenía la hermenéutica de Gadamer. Con los años yo desarrollé mi propia hermenéutica gadameriana basada en Husserl, lo cual eliminaba ese peligro. Le comenté a Peter Boettke una vez el tema y me dijo que Don Lavoie de ningún modo había olvidado la relación de la hermenéutica con Husserl. Desde allí en adelante tuvimos un primer proyecto con Agustina de probar ese punto, y es allí cuando iniciamos una larga re-lectura de Lavoie tratando de encontrar esa conexión.
Mientras tanto, Nicolás y yo dedicamos mucho tiempo a desarrollar con detalle nuestro convencimiento de que el Mises de Rothbard, en la parte epistemológica, era más Rothbard que Mises y fruto de ello fue nuestro artículo sobre la interpretación Machlup de la epistemología de Mises[1]
Sabíamos que el tema hermenéutico estaba relacionado con ese artículo, pero ya nos salíamos de tema. Una cosa era demostrar que la praxeología necesitaba hipótesis auxiliares no praxeológicas para desarrollar la economía como ciencia, otra era aclarar el tema de Don Lavoie y la hermenéutica. Sin embargo, una cosa llevaba a la otra: la economía como ciencia implica desarrollar qué “son”, in abstracto, los precios, la tasa de interés, la valoración subjetiva, etc., todo lo cual implica desarrollar una teoría filosófica para explicar que los “hechos” de las ciencias sociales NO son cosas físicas sino interacciones entre personas. Y eso era sumergirse de lleno en la fenomenología y en le hermenéutica.
Así las cosas, el artículo comienza distinguiendo dos tradiciones dentro de la hermenéutica. Una, la que proviene del tratamiento de la hermenéutica como el método de las ciencias sociales, a través de la “comprensión” tan mentada por Mises pero que proviene de M. Weber y se prolonga en autores como A. Schütz, discípulo de Mises y Husserl, y L. Lachmann, cuyo papel en la Escuela Austríaca en temas epistemológicos es ampliamente reconocido. A esta tradición hermenéutica se refería precisamente Machlup como lo distintivo de la Escuela Austríaca en comparación con Friedman, precisamente en su artículo más importante, The Problem of Verification in Economics[2], sobre la base del cual hablábamos Nicolás y yo de la “interpretación Machlup” de Mises.
La otra tradición es precisamente la más discutida dentro de los austríacos: la de Gadamer. En este gran autor, la hermenéutica es una concepción filosófica integral, más que el método de las ciencias sociales. En Gadamer lo humano es el mundo social, cargado de historicidad, esto es, horizontes (eso es lo que algunos creen que deriva en un relativismo histórico), mundo que es inter-subjetividad, sujetos en relación, noción esencial que viene de Husserl[3]. Esos mundos de la vida (lo que Ortega trasladó a su filosofía como el “yo y su circunstancia”) tienen un significado “objetivo”, pero NO como “datos” sino como su “esencia”: la relación monetaria es una relación inter-subjetiva cuya esencia es el cambio indirecto, pero se manifiesta históricamente en cada caso concreto de moneda. Esa es la clave para comprender que el significado universal NO está en contradicción con su comprensión histórica… Y por eso a renglón seguido explicábamos que eso es lo que sostienen Schütz[4] para la sociedad humana: una fenomenología del mundo social, muy similar a lo que Hayek sostiene[5], en tanto que en las sociedades humanas lo fundamental son los fines y las relaciones entre los sujetos, que dan sentido el mundo social, y lo mismo en Mises cuando sostiene que la “concepción” es capaz de llevarnos a la esencia de cada interacción. O sea que, aunque Mises y Hayek no hayan abrevado en Husserl, porque desde su neokantismo lo consideraran muy esencialista, y menos aún en Gadamer, cuya insistencia en la historicidad parecía historicista, sin embargo estaban llegado por sí solos y con su propia terminología a casi lo mismo que Husserl y Schütz habían establecido para el mundo social, cosa de la cual Machlup se da cuenta perfectamente.
A partir de aquí, no es difícil solucionar los malentendidos que se han producido en la Escuela Austríaca respecto a la hermenéutica. Era obvio que Rothbard[1], desde su aristotelismo, iba a ver como un relativismo histórico post-moderno (igual que les sucede a la mayoría de los tomistas). Pero ya vimos que la noción de esencia que estaba en Aristóteles puede trasladarse a la noción de esencia de una interacción que manejan Schütz y Mises, y por extensión, Hayek cuando habla de “sentido”. A partir de allí, la relación entre teoría e histórica, es fenomenológicamente hermenéutica, porque desde la teoría en sí misma (praxeología más economía en Mises, orden espontáneo en Hayek) podemos interpretar las situaciones históricas concretas, comprendiendo en ellas las relaciones causa-efecto correspondientes, cosa que no podríamos hacer sin una teoría general, dada la complejidad cuasi-infinita de los fenómenos sociales (que Hayek luego, en el 64, extiende a las ciencias naturales, porque la teoría de la evolución es la teoría de los fenómenos complejos aplicada a ciencias naturales).
Y aquí es donde entra de vuelta Don Lavoie: finalmente, este era su programa de investigación, que quedó inconcluso por su temprana muerte. El reconoce plenamente al último Husserl, al tema de la intersubjetividad, como clave de la comprensión de lo que Gadamer quería decir con horizontes. Esa era la clave para explicar a los Rothbard-boys por qué la hermenéutica no llevaba a ese tan temido relativismo histórico en las cuestiones sociales (temor que era una obvia herencia del debate Menger-Schmoller sobre el método, que acompañó siempre a los escritos de Mises).
Esto es lo que permite afirmar que la Escuela Austríaca es hoy una superación entre positivismo y el relativismo post-moderno. Lo inter-subjetivo es subjetivo por su obvio individualismo metodológico (relación entre individuos, sujetos), pero ello no es igual a arbitrario. Que los fenómenos complejos de las ciencias sociales se interpreten en clave de la esencia de cada relación intersubjetiva (que es lo que hacemos cuando hablamos de “la esencia de” el precio, el ahorro, el interés, etc.) distingue a la Escuela Austríaca de dos paradigmas enfrentados. Uno, el positivista y neopositivista, donde no habría ciencia económica sin datos, econometría, testeo empírico, etc., y un planteo post-moderno donde no hay ciencia “porque” hay interpretaciones. La primera sería la posición de un Bunge -cuyo desprecio por la Escuela Austríaca es bien conocido- y la otra la posición de un Vattimo o un Derrida, sobre la base de una dudosa interpretación de Heidegger. Ni una cosa ni la otra son la Escuela Austríaca. La escuela Austríaca es la teoría de la autoorganización (orden espontáneo) del conocimiento disperso, en unidades intersubjetivas inteligibles no sujetas al relativismo histórico. Ni los positivistas ni los post-modernos pueden comprenderlo, y por eso la Escuela Austríaca está sola y aislada, no sólo ante los diversos intervencionismos, neokeynesianismos y neomarxismos, sino que está aislada en medio de dos confusiones epistemológicas dominantes. Sin embargo, ese enfoque inter-subjetivo es el aporte que la Escuela Austríaca puede hacer sobre todo a las escuelas de la Good economics, como ha señalado Peter Boettke[1], o sea escuelas que comprenden el sistema de precios, precios que son síntesis de conocimiento disperso, aún cuando se hable de ellos en otros términos, como lo hacen economistas de la Escuela de Chicago, Institucionalistas, de la Public Choice, Law and Economics, etc. Espero con esto haber resumido nuestro artículo y haber demostrado más que nunca que la Escuela Austríaca sin filosofía carece de sentido.
[1] Lavoie, D. C. (1986a). Euclideanism versus Hermeneutics: A Re-integration of Misesian Apriorism. In I. Kirzner (Ed.), Subjectivism, Intelligibility and Economic Understanding (pp. 192–210). Palgrave Macmillan. [45] Lavoie, D. C. (1986b). Euclideanism versus hermeneutics: a reinterpretation of Misesian Apriorism. In I. Kirzner (Ed.), Subjectivism, Intelligibility and Economic Understanding: Essays in Honor of Ludwig M. Lachmann on His Eightieth Birthday (pp. 192–210). Macmillan. Lavoie, D. C. (1987). The Accounting of Interpretations and the Interpretation of Accounts: The Communicative Function of “the Language of Business.” Accounting, Organizations and Society, 12(6), 579–604. [47] Lavoie, D. C. (1990). Introduction. In D. C. Lavoie (Ed.), Economics and Hermeneutics (pp. 1–15). Routledge. Lavoie, D. C. (1991). The Progress of Subjectivism. In M. Blaug & N. de Marchi (Eds.), Appraising Modern Economics: Studies in the Methodology of Scientific Research Programmes (pp. 470–486). Edward Elgar. [49] Lavoie, D. C. (1995). The “Objectivity” of Scholarship and the Ideal of the University. Advances in Austrian Economics1, 2B, 371–403. Lavoie, D. C. (2011). The Interpretive Dimension of Economics: Science, Hermeneutics, and Praxeology. The Review of Austrian Economics, 24(2), 91–128. https://doi.org/10.1007/s11138-010-0137.
[2] Zanotti, G. J., & Cachanosky, N. (2015). Implications of Machlup’s Interpretation of Mises’s Epistemology. Journal of the History of Economic Thought, 37(01), 111–138. https://doi.org/10.1017/ S1053837214000777
[3] Machlup, F. (1955). The Problem of Verification in Economics. Southern Economic Journal, 22(1), 1–21. Machlup, F. (1978). Methodology of Economics and Other Social Sciences. Academic Press.
[4] Rothbard, M. N. (1957). In Defense of “Extreme Apriorism.” Southern Economic Journal, 23(3), 314–320. Rothbard, M. N. (1962). Man, Economy, and State (2004th ed.). The Ludwig von Mises Institute. Rothbard, M. N. (1989). The Hermeneutical Invasion of Philosophy and Economics. The Review of Austrian Economics, 3, 45–59
[5] Boettke, P.: Living Economics, Independent Institute, 2012.
Un artículo sugerente y oportuno. Transitamos una coyuntura que requiere revisar cómo producimos las explicaciones que orienten la acción. Adelante !
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El pensamiento de la relatividad de Einstein, transformó el modo de ver la vida. Donde la manera de producir conocimiento y la forma de abordarlo está en una dinámica constante, de allí que la interacción de cada unos de los elementos involucrado y su contexto deben ser abordados como casos específicos.
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Muy bueno Gabriel, y lo que voy a comentar no está directamente referido a lo que escribieron sino es más bien una llamada a que desarrollen este tema, tal vez en un post futuro. Comprendo lo que dicen sobre la intersubjetividad, y esto me lleva a preguntar cómo es que esa subjetividad se forma en cada uno de los individuos.
Dice Hayek en un par de artículos:
Hayek ([1968a] 1992, 55f.): “Against this [Mises’s a priorism] the present writer . . . contended that while it was true that the pure logic of choice by which the Austrian theory interpreted individual action was indeed purely deductive, as soon as the explanation moved to the interpersonal activities of the market, the crucial processes were those by which information was transmitted among individuals, and as such were purely empirical (Mises never explicitly rejected this criticism but no longer was prepared to reconstruct his by then fully developed system).”
(1968a) 1992. “The Austrian School of Economics.” In The Fortunes of Liberalism: Essays on Austrian Economics and the Ideal of Freedom, edited by P. G. Klein, 42–60. Vol. IV of The Collected Works of F. A. Hayek. Chicago: University of Chicago Press.
“In short, I shall contend that the empirical element in economic theory – the only part which is concerned not merely with implications but with causes and effects … – consists of propositions about the acquisition of knowledge.” F.A. Hayek (1948a: 33)
Hayek, Friedrich A. 1948a: “Economics and Knowledge,” in Individualism and Economic Order, Chicago: The University of Chicago Press, 33-56.
Me interesaría conocer sus opiniones acerca de ese elemento «empírico», entiendo que sería lo «histórico» que ustedes mencionan, acerca de cómo las personas adquieren el conocimiento que formará su subjetividad. Ustedes hacen énfasis en la inter-subjetividad pero antes, tal vez, tenemos que comprender cómo se forma en cada individuo. Supongo que esto lleva a investigaciones «empíricas» acerca de cómo adquirimos el lenguaje, y cómo funciona nuestra mente.
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Una aclaración: lo del Verstehen o comprensión no lo tomó Mises de Weber, sino fundamentalmente de Dilthey, Wildelband y Rickert; no se puede encasillar a Mises como un Neokantiano estricto, porque sin duda tiene elementos en común con el Husserl de las «investiga ciones logicas » y , por supuesto, con Franz Brentano; de hecho, su principio realisimo y no hipótetico de la acción humana y su esencia (literalmente, Mises habla de la esencia y las implicaciones de la acción) es claramente Aristotelico por autoevidente e irrefutable, porque es ontologico al igual que los principios de la logica aristotetelica.
Un saludo
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Un grupo de autores que trabaja en una linea similar a la de Uds, incluso combinando ideas popperianas con hermeneutica:
Francisoo Di Iorio, Enzo Di Nuoschio y Dario Antiseri.
Aqui algunos links:
https://www.cairn-int.info/article-E_ANSO_201_0129–methodological-individualism-as-a.htm
https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0539018414566420
Seria bueno ver mas intercambios entre los dos grupos.
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Qué bueno que hayan escrito este trabajo, felicitaciones!!
Me quedo con este fragmento: «Esto es lo que permite afirmar que la Escuela Austríaca es hoy una superación entre positivismo y el relativismo post-moderno. (…) Que los fenómenos complejos de las ciencias sociales se interpreten en clave de la esencia de cada relación intersubjetiva (que es lo que hacemos cuando hablamos de “la esencia de” el precio, el ahorro, el interés, etc.) distingue a la Escuela Austríaca de dos paradigmas enfrentados. Uno, el positivista y neopositivista, donde no habría ciencia económica sin datos, econometría, testeo empírico, etc., y un planteo post-moderno donde no hay ciencia “porque” hay interpretaciones.»
Siempre cuesta explicar que que «los hechos de las ciencias sociales son lo que las personas creen y piensan» no es igual a «todo vale».
Saludos!!
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