Marzo dejó una alta tasa de inflación, 4.8%, lo cual da un 75.5% anualizado. Es la tasa más elevada desde septiembre del 2019. Una aceleración de la inflación era esperable tarde o temprano. La expansión de la base monetaria llegó a un 83% en septiembre del año pasado.
Como es sabido, la expansión monetaria afecta los precios con rezago, no de manera inmediata. Con nuevos picos de inflación resurge la pregunta de qué debe hacer el gobierno para controlar la misma. Las respuestas siguen siendo las mismas de siempre: atacar el problema de fondo en lugar de esconderlo detrás de argumentos multicausales.
Acabar la inflación la inflación es fácil en terminos económicos, pero que hacer con las masas decepcionadas sin trabajo que dejaría una reducción del enorme sector público que tiene Argentina.
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