Hace unos días Abigail Hall (JIN Fellow in Economics, Mercatus Center) ofreció una presentación en Metropolitan State University of Denver sobre la militarización de la policía en Estados Unidos.
La pregunta es en que momento la policía paso de ser un servicio a la comunidad a un ejército interno.
Hay varios ejemplos que muestran el cambio de tendencia. Quizás uno de los más ilustrativo sea el del intendente de Paragould en Arkansas, quien desplegó a su equipo SWAT en un pueblo de 27.000 habitantes para pedir a cualquier persona que se encuentra en la vía pública sus documentos de identificación. Las razones de esto, según el alcalde, es que «quizás la gente sólo está paseando su perro, pero van a tener que demostrarlo.»
Hay al menos dos motivos que han llevado a una creciente militarización de la policía en Estados Unidos. Por un lado la guerra contras las drogas y el terrorismo y por el otro incentivos mal diseñados. Las «guerras» contra la droga y el terrorismo no son contra estados ni ejércitos, son contra personas dispersas geográficamente, y por lo tanto pueden encontrarse también en suelo americano.
Por otro lado la regulación actual sostiene que todo equipo de asalto que no sea utilizado debe ser devuelto al estado. Así es como se dan casos donde en un pequeño pueblo se despliega un tanque blindado de asalto para socorrer a un individuo que quiere cometer suicidio. No soy psicólogo, pero difícilmente sea una estrategia apropiada desplegar un tanque de asalto con un equipo SWAT (más soldados que policías) para tranquilizar los nervios de esta persona.
En este Militarization MSU talk se encuentra la presentación de Hall, con datos sobre la creciente militarización de la policía y un análisis más detallado que el de este breve resumen.