Entre el 15 y el 22 de Julio tendrá lugar el VII Universidad de Verano organizado por el Instituto Juan de Mariana.
Este verano podrás vivir una experiencia única en Lanzarote (I. Canarias), lugar donde celebraremos la que será nuestra VII Universidad de Verano. El curso de verano se ubica en uno de los entornos costeros más espectaculares de las Canarias, en Puerto del Carmen (Lanzarote), donde, entre el 15 y el 22 de julio, hallarás un magnífico equilibrio entre apasionantes sesiones discutiendo sobre libertad y prosperidad y un saludable ocio que el acogedor y cálido marco natural facilita.
Por tanto, si eres un estudiante o profesional deseoso de zambullirse en una intensa semana de clases, debates, discusiones hasta al amanecer en torno a las ideas de la libertad, no dudes en matricularte en nuestra VII Universidad de Verano, pudiendo además solicitar una de las becas que ofrecemos (ver más abajo los tipos).
Esperamos novedades de nuestros colegas españoles sobre un evento que parece muy prometedor.
Me parece que me lo pierdo! Esperemos que Angel Martin o Ivan Carrino puedan comentar el evento, si es que asisten!
Yo asistí a la Universidad de Verano en 2007, en Aranjuez, y resumí el evento en este post que aun se mantiene en mi viejo blog (http://adrianravier.wordpress.com/2007/07/26/los-retos-del-liberalismo/). Dejo el link por si es de interés.
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Lo copio aquí, por sl el viejo blog desaparece:
LOS RETOS DEL LIBERALISMO
Entre los días 2 y 7 de julio de 2007 el Instituto Juan de Mariana junto a la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid organizaron en Aranjuez la Segunda Universidad de Verano sobre “Los Retos del Liberalismo».
Su objetivo ha sido desarrollar un curso formativo sobre el liberalismo desde una perspectiva multidisciplinar, para lo cual fue necesario convocar a los máximos representantes del pensamiento liberal hispano parlante.
Como veremos a continuación el curso comenzó con un intento por familiarizar a los asistentes con la historia y la tradición del pensamiento liberal. Luego se repasaron de forma crítica los efectos y consecuencias no deseadas de las políticas públicas intervencionistas y se presentaron posibles alternativas liberales especialmente centradas en los campos de la medicina, el desarrollo económico, el urbanismo, la discriminación positiva y la política medio ambiental. Finalmente, el estudio de la filosofía y la ética liberal permitieron a los alumnos obtener una perspectiva desde la que analizar algunas propuestas con las que poder afrontar de manera exitosa el nuevo siglo.
Por supuesto, aquí no se pretende ser exhaustivo en los puntos desarrollados por los diferentes ponentes, sino tan solo, apuntar algunos de los comentarios fundamentales que se expusieron.
Los orígenes del liberalismo
El responsable de la apertura de la Segunda Universidad de Verano fue Alex Chafuén, presidente de la Atlas Economic Research Foundation, Director Fundador y Senior Fellow del Acton Institute y Fundador de HACER. Su disertación no fue nada sencilla, ya que debió repasar en tan sólo 50 minutos unos veinte siglos para aproximarnos a “el pensamiento cristiano y su contribución a la sociedad libre.”
Comentó que antes de abrazar el cristianismo, en sus inicios, fue un Randiano Ateo, hasta que comprendió que “Dios y la Libertad son la misma cosa”.
Comenzó hablando de los Griegos quienes concentraban su preocupación en la Justicia: ¿qué está bien y qué está mal?. Prolongó esta preocupación a Santo Tomás de Aquino, Domingo de Soto y los escolásticos, donde nos ilustró con numerosas imágenes de Tratados sobre Justicia y Derecho.
Explicó la diferencia entre la economía y la ética señalando que muchas veces encontramos economistas que invaden la moral, y otras tantas en las que los moralistas invaden la economía.
Hacia el final de su ponencia explicó la importancia de la propiedad privada: en primer lugar, señaló que en la medida que se han definido claramente los derechos de propiedad, se consigue la paz (“buenos cercos hacen buenos vecinos”); luego explicó que la propiedad privada permite hacer un uso más eficiente de los recursos, incrementando la productividad; tercero, desarrolló la tesis de que la unión de los individuos y la cooperación social, sólo son posibles en la medida que se respetan estos derechos de propiedad. En definitiva, cuando dos personas comercian, lo que intercambian son derechos de propiedad sobre lo que entregan y reciben; Ligado a esto último aparece el principio de la división del trabajo, principio sin el cual hubiese sido imposible alcanzar el grado de desarrollo que hoy posee la sociedad moderna.
El segundo ponente fue Gabriel Calzada, quizás el principal responsable en la organización de este evento, Presidente del Instituto Juan de Mariana, Doctor en Economía y Profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, quien presentó parte de su trabajo de tesis doctoral: “De Salamanca a Viena: un viaje por la prehistoria de la Escuela Austríaca.”
Es muy difundida la versión de que el liberalismo y la tradición del orden espontáneo de la Escuela Austríaca encuentran sus precursores en Bernard de Mandeville y el pensamiento de los pensadores escoceses, como Adam Smith, David Hume y Adam Ferguson.
La tesis de Gabriel Calzada intenta retroceder un poco más y remontarse a la Escuela de Salamanca, de tal forma de indagar acerca de una posible influencia entre éstos y Carl Menger, fundador de la Escuela Austríaca de Economía.
Calzada comenzó comentando que su dificultad sería menor que la señalada por Alex Chafuén ya que en esos mismos 50 minutos su estudio habría de basarse únicamente en tres siglos de historia, y no veinte.
Explicó que otros pensadores advirtieron acerca de esta posible influencia (entre quienes se destacan el citado Alex Chafuén, Marjorie Grice-Hutchison, su profesor Jesús Huerta de Soto o el mismo Murray Rothbard), pero que ninguno de ellos profundizó lo suficiente sobre la misma.
Su primer estudio entonces se orientó en señalar que el padre Juan de Mariana y el resto de los escolásticos españoles de nuestro Siglo de Oro fueron capaces de articular los principios esenciales de lo que después constituiría el fundamento teórico básico de la Escuela Austríaca de Economía, y en concreto los diez siguientes:
“Primero, la teoría subjetiva del valor (Diego de Covarrubias y Leyva); segundo, el descubrimiento de la relación correcta que existe entre precios y costes (Luis Saravia de la Calle); tercero, la naturaleza dinámica del proceso de mercado y la imposibilidad del modelo de equilibrio (Juan de Lugo y Juan de Salas); cuarto, el concepto dinámico de competencia entendida como un proceso de rivalidad entre los vendedores (Castillo de Bobadilla y Luis de Molina); quinto, el redescubrimiento del principio de la preferencia temporal (Azpilcueta); sexto, la influencia distorsionadora que el crecimiento inflacionario del dinero tiene sobre la estructura relativa de los precios (Juan de Mariana, Diego de Covarrubias y Martín de Azpilcueta); séptimo, los negativos efectos económicos que produce o genera la banca con reserva fraccionaria (Luis Saravia de la Calle y Martín de Azpilcueta); octavo, el hecho económico esencial de que los depósitos bancarios forman parte de la oferta monetaria (Luis de Molina y Juan de Lugo); noveno, la imposibilidad de organizar la sociedad mediante mandatos coactivos debido a la falta de la información que se necesita para dar un contenido coordinador a los mismos (Juan de Mariana); y décimo, el tradicional principio liberal según el cual el intervencionismo injustificado del estado sobre la economía viola el derecho natural (Juan de Mariana).”
El trabajo de Gabriel Calzada se concentra primero sobre los Principios de Economía Política de Carl Menger. Precisamente, Calzada explicó que el trabajo que realizó no consistió en un viaje desde el escolasticismo hasta Menger, sino al revés, es decir, partiendo de Menger y volviendo hacia atrás.
De esta manera, Calzada analizó las referencias bibliográficas de los Principios. Sólo a modo de ejemplo, Calzada nos ilustró comentando que Roscher fue citado unas 17 veces por Menger, de las cuales sólo en una ocasión fue crítica. El alemán Hermann fue citado 12 veces, intercalando comentarios positivos y negativos. Adam Smith y Jean Baptiste Say fueron citados 11 veces cada uno, pero con una importante diferencia. Mientras que Adam Smith recibe sólo un comentario positivo, Say es laureado en todas, excepto en una oportunidad.
La conclusión de Calzada es que las influencias positivas de Menger provienen de parte de economistas alemanes y franceses, y que Adam Smith y los anglosajones fueron más bien criticados en esta obra fundamental. Al respecto cabe citar a von Wiesser, quien afirma que “Menger madura sobre la anterior Escuela Alemana”. Calzada agrega aquí que Wilhelm Roscher (1854) ya tenía muy en claro los principios del subjetivismo y que la teoría del valor trabajo es un error conceptual.
A continuación Gabriel Calzada profundizó en las influencias de la Escuela francesa sobre el pensamiento de Eugen von Böhm Bawerk. Para ello se concentró fundamentalmente en Jean Baptiste Say, Turgot, Condillac y Galiani.
Explicó que Say no fue un continuador de las ideas de Adam Smith, como afirman algunos historiadores del pensamiento económico, sino de Richard Cantillon, de quien recibió una influencia importante sobre el tratamiento del empresario o entrepreneur en la vida económica.
Afirma Gabriel Calzada que tanto Condillac (1776) como Galiani (1750) y Turgot (1750) estudiaron teología y que no eran ajenos al pensamiento escolástico español. De hecho, estudian en la misma Universidad donde estuvo Juan de Mariana.
El mismo Schumpeter, especialista en la historia del pensamiento económico, afirma que las ideas condensadas en el tratado que Galiani escribe a los 22 años y que ejercen una enorme influencia sobre Say, tienen su origen en el escolasticismo español.
Destaca Calzada que la biblioteca de Turgot contaba con muchos de los libros de Juan de Mariana (además de las obras de Juan de Lugo y Diego de Cobarrubias), lo cual nos ilustra sobre la razón por la cual Turgot tiene una perspectiva de la información tan similar al pensador escolástico.
En conclusión, afirma Calzada, no es utópico pensar que existió una importante conexión entre los escolásticos españoles de nuestro Siglo de Oro y la Escuela Austríaca de Economía, y que el fundamento teórico básico de las ideas de estos últimos pude haber sido originado en los primeros.
La tercera ponencia de la jornada estuvo en manos de María Blanco, Doctora en economía, especialista en la metodología de la economía y Profesora de la Universidad San Pablo-CEU, quien nos ilustró sobre los orígenes de la economía matemática, y como éstas están al servicio del Estado.
Blanco intentó demostrar que cuando Mises presenta en los años 1920 su tesis de la Imposibilidad del Cálculo Económico en el Socialismo, el Mainstream rechaza a la Escuela Austríaca por su metodología no matemática. Es decir que el rechazo no encuentra razones ideológicas, sino metodológicas.
Así, Blanco desarrolló un análisis histórico donde fue demostrando como el análisis económico que seguía una lógica verbal fue mutando hacia un análisis económico de metodología matemática.
Aclara Blanco que esto no fue siempre así. Entre 1871, año en que se produce la Revolución Marginal, y 1920, la Escuela Austríaca con su lógica verbal constituía parte del Mainstream económico.
El rechazo del paradigma no matemático nace con la obra de Ludwig von Mises en 1920, cuando presenta su tesis de la imposibilidad del cálculo económico en el régimen socialista.
Esta tesis vino a ser reforzada poco después con el aporte de Friedrich A. von Hayek sobre el problema de la información.
A lo largo de este estudio, Blanco se introdujo en el desarrollo norteamericano de la economía matemática, separando el análisis entre la rama walrasiana y la rama paretiana. Entre los primeros Blanco identificó a Irving Fisher, Henry Ludwell Moore, Fred M. Taylor, Harold Hoffeling y Charles F. Roos. Entre la segunda rama fueron señalados los casos de John Hicks, Paul Samuelson, Abba Lerner, Oskar Lange y Maurice Allais.
Aun en la actualidad esta diferencia metodológica separa a la Escuela Austríaca del Mainstream.
La última ponencia del día fue una excelente exposición de Miguel Anxo Bastos Boubeto, quien es profesor titular de Ciencias Políticas y de Administración en la Universidad de Santiago de Compostela y frecuente asistente a los seminarios del Ludwig von Mises Institute.
El profesor Bastos comenzó recomendando bibliografía como Economía en una Lección de Henry Hazlitt, Power and Market de Murray N. Rothbard e incluso algunos textos no austríacos como los de Mancur Olson.
Su objetivo fue dar respuesta a la pregunta: ¿por qué las políticas públicas no funcionan? Y para dar respuesta utilizó tres argumentos: 1) porque el estado ejerce coerción; 2) porque no es necesario; 3) y porque no se puede.
Su primera argumentación es que el Estado ejerce coerción. “El estado es una banca armada que cobra impuestos y roba de forma legítima.” ¿Cómo engorda el estado? Mediante la guerra. “La guerra es una bendición para el estado. Le sirve para justificar toda clase de medidas intervencionistas.”
Bastos fue crítico de los textos de Public Choice de James Buchanan así como de los economistas neoclásicos.
Su segundo argumento fue que el estado no es necesario. “No existe tal cosa como las fallas de mercado. El mercado no falla.” Los monopolios por ejemplo, son una creación del estado. Los crea mediante las licencias y los privilegios. No hay lugar para los monopolios en una sociedad libre. Un argumento similar expresó en cuanto a las externalidades. “¿Quién da permisos para la polución? El estado.” O respecto de los bienes públicos. “¿Podemos afirmar que hoy todos gozamos de la misma seguridad? No.”
El tercer argumento fue que aun si no fuera coactivo y fuera necesario, el estado no puede cumplir esta función. Explica el profesor Bastos que la imposibilidad del cálculo económico en el régimen socialista que comentamos previamente no sólo se aplica al estado, sino también a las grandes empresas. “¿Dónde están hoy las grandes empresas de la década de 1970?”. Este sencillo ejemplo choca contra la concentración de capital exclamada por los marxistas.
Bastos también argumentó sobre “la miopía temporal del gobierno”. El gobierno no ve a largo plazo.
Políticas Públicas: Las consecuencias no deseadas y el planteo de alternativas
La segunda jornada comenzó con una ponencia de Enrique Ghersi, Profesor de Economía y Derecho de la Universidad de Lima (Perú), miembro del Consejo Consultivo de la Fundación Friedrich A. von Hayek y reconocido conferencista internacional. Su objetivo fue responder al interrogante: ¿Es posible el cambio político deliberado?. En otras palabras, ¿es posible implementar radicalmente reformas de políticas públicas?
Comenzó brindando una clara respuesta: “El cambio político deliberado es imposible. Sólo es posible el cambio marginal en la sociedad. No es posible cambiar una sociedad de principio a fin de forma deliberada.”
Su análisis se concentró en la historia latinoamericana. Explicó Ghersi que hace 500 años América Latina se incorporó al mundo de occidente, y sin embargo, salvo Chile y Salvador (con algunas dudas), ninguno de los países ha logrado emprender un camino de desarrollo sostenido. “Somos ratones de laboratorio”, concluyó.
Explicó Ghersi que con Felipe II comienza el primer intento en Latinoamérica de lo que Friedrich A. von Hayek ha denominado “el constructivismo”, el intento deliberado por crear un orden.
El segundo intento por construir una sociedad ideal fue el de los jesuitas en Paraguay, Uruguay, el Norte de Argentina y Bolivia sobre la base de la inexistencia de propiedad privada y la solidaridad.
El tercer intento fue la reforma borbónica, la cual elimina a los jesuitas a través de la fuerza militar. Su característica principal fue la eliminación de la vieja organización federativa, con la creación de un estado central.
Habiendo fracasado estos tres intentos nacen las repúblicas. Cada Real Audiencia del virreinato dio lugar a un país. Cada país se constituye sobre la base de la Real Audiencia.
Surge entonces un proceso de constitucionalismo para declarar la independencia de España. Afirma Ghersi que “la constitución más que instrumentos legales son un instrumento político. Es un manifiesto político.”
El constitucionalismo fue un proceso que ingenuamente intentaron crear países de la nada, y fundaron países. Explica Ghersi que estos intentos de constituciones en el siglo XIX fueron condenados al fracaso.
El paso siguiente fue el positivismo, la codificación, inspirada en Napoleón. Nacen así los códigos civiles. Hoy muchos países cuentan con las mismas normas civiles que hace más de 50 años, las mentes más brillantes intentaron construir. Ghersi cita el caso de Don Andrés Bello, venezolano, que hoy cuenta con el “mérito” de haberle dado a unos siete países, desde Bolivia a Venezuela, su actual código civil. Lo mismo ocurre en Argentina con el Código Civil de Vélez Sarfield.
Explica Ghersi que todas son distintas variantes del mismo intento, construir racionalmente la sociedad.
Fracasado el positivismo, nace el socialismo. Esta dura hasta hace una década, con la excepción de Chávez y Fidel Castro hoy, en Venezuela y Cuba. Afirma Ghersi que “nadie puede decir que no hemos intentado cambiar a la sociedad por medio de la justicia en Latinoamérica. Hubo seis intentos y todos fracasaron.”
Ghersi luego ilustra ciertos casos exitosos de países que han intentado otro camino. Ya no el constructivismo de crear un orden racionalmente, sino el cambio marginal.
“Tal es el caso de Chile y Salvador que se han transformado en los últimos años alcanzando el progreso institucional y el desarrollo social. Chile ya dejó de ser un país subdesarrollado y lo hizo en sólo 25 años.”
¿Cuál es el cambio político posible? El marginal. Como la reforma que Chile desarrolló con sus Fondos Privados de Pensiones. “¿Por qué no aplicarlo en España?”, preguntó Ghersi. Agregó que “el gran error de los liberales en el mundo ha sido ser constructivistas.” Se refería con esto al intento por escribir o importar constituciones ajenas a la cultura que reina en los países latinoamericanos. Tal es el caso de la Constitución Nacional Argentina de 1853 que ha fracasado.
Luego hizo un preciso comentario sobre la economía informal: “Si el 60 % de la gente se mueve por fuera de la Ley, ¿el problema es la gente o la Ley?”
Ghersi cerró su conferencia con importantes conclusiones: “No soy pesimista. Creo en la evolución, no en la revolución. El cambio evolutivo es posible, aun cuando no sepamos a dónde nos lleva.”
La segunda conferencia de la jornada recayó sobre Alphonse Crespo, médico y Director de Investigaciones del Institut Constant de Rebenque (Suiza).
Crespo comenzó definiendo la palabra Libertad: “Libertad es no tener ni dueño, ni amo, al contrario del esclavo. El hombre libre es propietario de su cuerpo.”
Repasó 4000 años de historia, sintetizando que siempre el que sufre, el que pide ayuda, representa la demanda, mientras que el ofrece ayuda, sean curanderos, magos, sacerdotes o médicos, representan la oferta. Concluyó Crespo que “la medicina científica tiene su origen en el mercado.”
Respecto a la situación del sistema de salud actual, Crespo fue categórico: “No es necesario reformar el sistema de salud. Se va a derrumbar solo.”
Habló de lo que imagina será el sistema de salud del futuro, el cual se resume en tres puntos básicos: 1) cajas de ahorro; 2) seguro privado, voluntario, libre y competitivo; 3) filantropía, caridad.
También ensayó unas palabras sobre los nuevos paradigmas, donde identificó al Google Medical School como el principio del mercado del conocimiento.
A modo de conclusión, comentó que el comercio, la medicina y la libertad son fundamentales para un médico responsable.
A continuación, quien hizo uso de la palabra fue Gonzalo Melián Marrero, arquitecto y Director del área de Urbanismo del Instituto Juan de Mariana. Su disertación se basó en “el urbanismo y la ordenación del territorio como escondites del socialismo: una crítica y una alternativa.”
Diagramó su exposición a través de tres preguntas: 1) ¿Cómo funciona hoy el sistema urbanístico en España?; 2) ¿Por qué esto es un error intelectual?; 3) ¿Cuál sería la alternativa?
Comenzó afirmando que hoy no llegamos a tener el 10 % de la tierra urbanizada. La costa de España, hoy centro de atención, se ha urbanizado no de acuerdo al mercado, sino de acuerdo al estado.
Añadió que “cuando hablamos de urbanizar hablamos de transformar la tierra.” Se puede recuperar la tierra, aunque por supuesto tiene un costo.
Luego Melián procedió a desarrollar la tesis del socialismo y la importancia de la función empresarial, para lo cual utilizó la obra de Jesús Huerta de Soto “Socialismo, Cálculo Económico y Función Empresarial” (1992).
A continuación se preguntó, ¿Cómo se transforma hoy el territorio? Y acudió para dar respuestas a la Ley Nacional, la Ley Automática y la Ley Federal.
El plan de ordenación territorial a) protege los suelos de la urbanización; b) establece densidades máximas; c) limitan el crecimiento; d) determinan la infraestructura de carácter territorial.
Luego habló del plan de desarrollo, donde se establece una ordenación pormenorizada, se imponen alturas máximas, y hasta se introducen en el diseño del edificio, entre otras cosas.
Así, explica Melián, “se crea la ciudad de forma coercitiva, como si fuera bajo un régimen socialista.”
El siguiente paso fue dar respuesta a la segunda pregunta: Si este sistema es socialista, ¿Por qué esto es un error intelectual?
Siguiendo a Huerta de Soto (1992), empezó explicando que el sistema es socialista porque hay una coerción en forma de ley o plan, el cual inhibe la función empresarial.
“Es un error intelectual porque el gobierno no puede hacerse de la información que necesita para tomar las decisiones correctas.” Ludwig von Mises o en la actualidad el profesor Huerta de Soto lo explican de la siguiente forma: “primero, por razones de volumen (es imposible que el órgano de intervención asimile conscientemente el enorme volumen de información práctica diseminada en las mentes de los seres humanos); segundo, dado el carácter esencialmente intransferible al órgano central de la información que se necesita (por su naturaleza tácita no articulable); tercero, porque, además, no puede transmitirse la información que aún no se haya descubierto o creado por los actores que sólo surge como resultado del libre proceso de ejercicio de la función empresarial; y cuarto, porque el ejercicio de la coacción impide que el proceso empresarial descubra y cree la información necesaria para coordinar la sociedad.”
Y terminó Melián analizando como alternativa lo que sería un “Sistema Urbanístico de Mercado”, basado en la libre función empresarial: donde los protagonistas del proceso social son los agentes intervinientes; donde la asignación de los uso del suelo se haría por un sistema de precios de mercado; donde la coordinación entre los diferentes usos sería de tipo contractual; donde existe y se protege la igualdad ante la ley; y fundamentalmente donde es posible el cálculo económico.
La última exposición del día estuvo a cargo de Jorge Bolaños, Director del Área de Políticas Sociales del Instituto Juan de Mariana quien trató el tema de su tesis doctoral sobre la “protección social (o más bien des-protección) a los discapacitados”.
Bolaños explicó que han fracasado los intentos del estado por ayudar a los discapacitados. “Aunque bien intencionados, los esfuerzos no han logrado su objetivo.”
Y no sólo no han logrado su objetivo, sino que además han obstaculizado el desarrollo del mercado. Bolaños explicó que “los mecanismos privados de incentivos han demostrado resultados mucho mejores, más eficientes y concretos en la solución de problemas de discapacitados”.
Citó como ejemplo un inventor y empresario que en Estados Unidos logró crear una máquina lectora para ciegos, y también el reconocimiento de voz por las computadoras.
Su conclusión se resume en la siguiente frase: “Estos avances técnicos son fundamentales para que los discapacitados puedan ser independientes y mejoren su nivel de vida, y no bajo el miedo que el estado les transmite con sus protecciones”.
Bolaños predicó por el NO a las medidas paternalistas y por el SÍ a la alternativa de la ayuda técnica. Sólo de esta forma la “dependencia” de los discapacitados puede ser reemplazada por la “independencia”.
La Filosofía y la Ética Liberal
El tercer día del Curso de Verano, el miércoles 4 de julio, fue una jornada más corta que las dos anteriores, pero también muy rica en contenido. La primera exposición correspondió a uno de mis grandes maestros: Gabriel Zanotti, filósofo, profesor del ESEADE y la Universidad Francisco Marroquín y desde hace unos días, Investigador de la Fundación Friedrich A. von Hayek. Zanotti presentó sus estudios sobre “La Filosofía de la Escuela Austríaca”, para lo cual dividió su ponencia en dos partes: una primera sobre Epistemología y una segunda sobre Filosofía Política.
Respecto al método comenzó por preguntarse cuáles son las dos corrientes epistemológicas principales: Por un lado, señaló el a priori de Ludwig von Mises; por otro, destacó el método hipotético deductivo de Friedrich A. von Hayek.
Explicó que el origen del debate se remonta al siglo XIX, en aquel conocido debate entre Carl Menger y Gustav Schmöller, representante del Historicismo Alemán.
Explicó que para desarrollar la teoría general necesitamos tanto del apriorismo de Mises, como de la teoría del orden espontáneo de Hayek y hasta se cuestionó si estos dos autores, realmente son tan diferentes. Confrontó la explicación de Fritz Machlup (1955) quien afirmó que “todas las ciencias parten de unos supuestos fundamentales” con la tesis de Rothbard, más radical, en la que “nada en economía queda sin estar deducido de la Acción Humana.”
Desarrolló la tesis hayekiana sobre las “hipótesis auxiliares” explicando que entre las premisas y el mundo real, no podemos dejar de hablar de la “hipótesis de aprendizaje”, la cual compensa el conocimiento disperso.
Recordó Zanotti el enorme trabajo de Richard Ebeling al conseguir los Lost Papers de Mises, quien lo muestra como un economista de coyuntura quien se “ensuciaba las manos” en su querida Austria para dar consejos de política económica y hasta prediciendo las fatales crisis económicas que llevarían al caos a su país.
También habló Zanotti sobre una obra que ahora resurge en el ambiente académico como “El orden sensorial”, diferenciando en ciencias que estudian fenómenos simples, y ciencias que estudian fenómenos complejos, entre los cuales encontramos a las ciencias naturales y sociales.
Recordó Zanotti la importancia de los trabajos de Husserl, a quien relacionó con Mises y Shutz para llegar a su tesis de la Intersubjetividad.
El cierre de su ponencia lo concentró en el tema de la filosofía política, donde confrontó el liberalismo clásico con el anarcocapitalismo, inclinándose a favor del primero.
A continuación, quien hizo uso de la palabra fue Francisco Capella, Director del Área de Ciencias y Ética del Instituto Juan de Mariana y quien desarrolló su tesis de “La Ética de la Libertad”.
Comenzó Capella definiendo la Ética como un sistema de normas que regula la conducta humana individual y social (y la ciencia que la estudia).
Explicó que estas normas deben ser universales, simétricas y funcionales, adecuadas a la naturaleza humana. También las definió como normas prácticas para evitar minimizar o resolver conflictos destructivos legitimando el uso de la fuerza. Habló de normas simples, estables, de tal forma que permitan la predicción y la coordinación. Señaló que las normas deben ser abiertas, poco restrictivas, y que permitan la elección.
No pudo dejar de tratar la relación entre la ética y la moral, o la ética y el bien, tratado este último como juicios de valor. Habló también de subjetividad y acción humana, y comentó su idea de la evolución moral y cognitiva. Explicó que el colectivismo está en contramano con la naturaleza humana, y señaló a los sujetos éticos como aquellos capaces de actuar conscientemente, con razón.
El Reto del Cambio Climático
La cuarta jornada fue especialmente destinada al “Reto del Cambio Climático”. En la mañana hubo dos interesantísimas exposiciones. La primera correspondió a Christropher Horner, Senior Fellow del Competitive Enterprise Institute, en EEUU, quien desarrolló su tesis sobre “los puntos oscuros de la teoría y la predicción catastrófica al Cambio Climático.” La segunda exposición recayó sobre Antón Uriarte, Doctor en Geografía, quien nos ilustró sobre “los mitos y las realidades del cambio climático”. Ambos explicaron las dificultades que tienen los científicos para determinar las causas del recalentamiento global y el cambio climático, y en consecuencias las dificultades del gobierno para hacer algo al respecto.
En la tarde, hubo otras tres ponencias. Primero, hizo uso de la palabra Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, quien desarrolló su tesis sobre “catástrofes ecológicas, manipulación y procesos naturales.” Comenzó Iranzo explicando la importancia que el proceso de globalización tiene sobre el desarrollo económico y los efectos positivos que genera sobre el bienestar, trazando un paralelo con la Revolución Industrial y los efectos sociales que la misma generó en el siglo XVIII.
Recordó Iranzo el error de Thomas Malthus sobre el crecimiento poblacional geométrico versus el crecimiento aritmético de los alimentos, lo que causaría el hambre generalizado.
También recordó el yerro del Club de Roma que había argumentado que el mundo debía detener su ritmo de desarrollo, “debíamos parar de crecer, ya que de otra manera no habría medios para subsistir. ¿Qué hubiera pasado si hacíamos caso?”
Hoy nuevamente corremos el riesgo de detener un proceso de globalización que puede ser la solución a muchos de los problemas sociales que hoy nos acusan.
Luego, Iranzo ilustró que cuando hablamos de cambio climático, en realidad estamos hablando de 0.65 grados!!. Que la ignorancia respecto del fenómeno implica miedo, y que el mismo da lugar a soluciones radicales.
¿Podemos hacer algo? Iranzo presenta una relación costo-beneficio en la que para evitar 0.07 grados tendríamos que reducir un 3 % el crecimiento económico. 3 % de crecimiento económico que el mundo necesita para erradicar la pobreza lo antes posible.
“El cambio climático creó 20.000 empleos en España”, argumenta Iranzo.
Se desconocen cuáles son las causas del cambio climático. Algunos argumentan que la causa está en la emisión de CO2. “Puede ser”, afirma Iranzo, “pero entonces los controles a la emisión de CO2 necesitan de una política global. Se está emitiendo más CO2 en la zona fuera de Kyoto que dentro.”
Luego le siguió José Ramón Arévalo, profesor de Ecología de la Universidad de La Laguna, quien desarrolló su tesis sobre “catástrofes naturales”. Arévalo realizó una importante comparación entre el ecologismo y el socialismo recordando una frase célebre de Max Planck, quien nos decía que “las nuevas ideas no se imponen porque convenzan a nadie, sino porque se mueren los defensores de las antiguas.”
Arévalo también habló del miedo que los medios generan con el argumento del cambio climático señalando que “los incendios son menores hoy que en el pasado”.
El cierre de la jornada y las conclusiones recayeron nuevamente sobre Francisco Capella, y luego se dio lugar a un largo debate.
La última jornada no pudo haber sido mejor. Los dos líderes del pensamiento liberal español estuvieron presentes en el Curso de Verano para dar cierre a lo que ha sido un evento sin igual en toda la región de habla hispana.
El Cierre del Curso de Verano
En primer término hizo uso de la palabra Carlos Rodríguez Braun, escritor argentino que hace ya muchos años se ha radicado en España y que hoy es catedrático de Historia del pensamiento económico en la Universidad Complutense de Madrid. Su ponencia se tituló “Sentido y Sensibilidad”, y demostró de modo no científico y con una enorme ironía la superioridad del capitalismo sobre el socialismo.
Su tesis a demostrar fue que “el sentido común nos dice que debemos ser socialistas, no liberales”. O en otras palabras, que “nuestro mensaje no es intuitivamente evidente.” (Al respecto se recomienda la siguiente conferencia)
“¿Qué puede argumentar un liberal cuando un socialista emite imágenes en televisión de niños desnutridos en la cima de una montaña? ¿Quién puede negarse a que el estado haga algo por resolver los dramáticos problemas de pobreza que hoy se observan en todas partes del mundo?”
Comenzó señalando que “no tiene sentido ser liberal, no es lógico”. La modestia de decir “no se” en los liberales, choca contra “el racionalismo extremo o constructivismo de la soberbia socialista.”
Pero esporádicamente en su exposición presentaba argumentos contrapuestos: “Ahora, no es casualidad que los cubanos de Miami sean más ricos que los de Cuba”. Explicó Rodríguez Braun que “la libertad genera mayor eficiencia, mayor productividad, mayor crecimiento.”
Por supuesto que el mercado tiene soluciones más rápidas para la pobreza extrema que el mismísimo estado benefactor, pero ¿puede una persona exponer en segundos de televisión los argumentos que lo demuestran? No olvidemos que una imagen habla por más de que mil palabras.
En segundo y último turno, tuvo la palabra Jesús Huerta de Soto, Catedrático de Economía Política de la Universidad Rey Juan Carlos, quien desarrolló el debate “Liberalismo versus Anarco-capitalismo.”
Fue paradójico, pero quien al parecer era el máximo representante del liberalismo en España, fue sumamente crítico de este sistema y defendió a rajatabla un sistema anarco-capitalista. La tesis ya había sido defendida en una de las reuniones de la Mont Pelerin Society, aquella que en al año 2000 tuvo lugar en Santiago de Chile: “El liberalismo es una utopía irrealizable, ingenua. El liberalismo es utópico. El único sistema consistente con una sociedad libre es el anarco-capitalista”.
El liberalismo acepta de entrada la semilla de su propia destrucción, “la existencia del estado.”
Explicó Huerta de Soto, que “el objetivo de limitar al gobierno es contradictorio, es como un círculo cuadrado, como la nieve caliente, como el mercado perfecto.” Y luego agregó, “el liberalismo es contrario a la naturaleza humana. Los liberales han fracasado porque es científica, teórica y políticamente imposible limitar al gobierno.”
Huerta de Soto calificó a Adam Smith como “el máximo exponente del estatismo” y afirmó que “el estado es el máximo enemigo de la iglesia”.
Explicó que los libertarios debemos “apuntar al desmantelamiento del estado”, incluso de modo revolucionario: “Un liberal no debe conformarse con el reformismo, debe ser un auténtico revolucionario.”
En la fase de preguntas explicó que los cambios marginales, sobre los cuales habló Enrique Ghersi días atrás, son importantes, pero que el liberal, o más bien el libertario, debe tener en claro, sin dudar, que el estado debe ser completamente desmantelado.
Cerró así el Segundo Curso de Verano, organizado por el Instituto Juan de Mariana y la Universidad Rey Juan Carlos, en la Ciudad de Aranjuez, Madrid. Remarcamos nuevamente que no hemos intentado ser exhaustivos en el contenido de las ponencias presentadas, sino tan solo remarcar algunos de los puntos expuestos. Sólo aquellos que al autor le parecieron importantes.
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