Nunca he tenido ninguna animadversión contra Keynes. Siempre he destacado los buenos recuerdos personales que Hayek tiene hacia él, y he destacado una nota sobre su pensamiento filosófico de la mano del libro de Ricardo Crespo, afirmando similitudes epistemológicas con los austríacos hasta ahora muy inexploradas. Pero en la parte monetaria, siempre me voy a inclinar por la posición Mises/Hayek sobre la teoría del ciclo. Pero hay un aspecto de esta última cuestión que habitualmente no se discute.
La pregunta es: ¿hasta qué punto no hay un debate Mises/Keynes anterior al debate Hayek/Keynes?
Fue tal vez un debate menos altisonante, más silencioso, pero no por ello menos importante. Baste recordar cómo comienza el punto III del apéndice I de la famosa Teoría General: “…El profesor von Mises ha propuesto una teoría peculiar de la tasa de interés y de él la han tomado el profesor Hayek y también, según creo, el profesor Robbins; de acuerdo con esta teoría las modificaciones en la tasa de interés pueden identificarse con la de los niveles relativos de precios de los bienes de consumo y los bienes de capital” (aquí Keynes cita (cita nro. 9) nada más ni nada menos que a la Teoría de la moneda y el crédito). Y sigue: “…No está claro cómo se llega a esta conclusión….”, y a continuación trata de exponer la posición de Mises.
Puede el lector seguir leyendo a Keynes allí y preguntarse: ¿no está claro o a él no le quedó claro? Mises dirá en sus Notes and recollections, de 1940, que cuando Keynes criticó su teoría, en 1930, admitió que su conocimiento del alemán no le permitían comprender ideas nuevas en ese idioma, autoconfesión que Mises toma con obvia ironía y que cualquier lector podría utilizar para comprender por qué para Keynes “no estaba claro” cómo Mises llegaba a sus conclusiones.
Pero en mi opinión no era cuestión de idioma, sino de inconmensurabilidad de paradigmas. Keynes estaba formado en Marshall y Pigou y no tenía idea de Menger y Bohm-Bawerk. Y epistemológicamente fue precisamente su incomprensión del orden espontáneo de los procesos sociales lo que lo llevó a postular una solución aristocrática-planificadora para las crisis monetarias.
Creo que eso fue clave, porque la teoría del ciclo de Mises era límpidamente monetaria, mucho más que las teorías hayekianas de los procesos inter-temporales de producción. En Mises la clave era el papel coordinante que jugaba el mercado libre de capitales, y la descoordinación que se producía por la emisión de medios fiduciarios que terminaban en la 2da fase del ciclo apenas se producía la “huída hacia valores reales”. Pero, paradójicamente, a pesar de los paradigmas tan diferentes, eso hubiera sido, tal vez, más sencillo de entender para alguien formado en temas monetarios como Keynes. ¿Hasta qué punto las teorías de Hayek no complicaron, más que facilitaron, el tema para el mismo Keynes? Dejo a los lectores la respuesta…
Aun asi, sus diferencias son profundisimas. Keynes empieza su libro refutando una version de la Ley de Say (muchos dicen que ataco a un hombre de paja, pero el resultado es el mismo). Despues empieza una cadena de razonamiento basada en agregados en la cual explica como el mercado se puede clavar en un equilibrio en el cual no toda la fuerza laboral este empleada (dejando al margen al desempleo friccional, cosa que nunca nego ningun economista clasico).
Ahora, como uno puede razonar en que un bien, en este caso el trabajo, pueda estar en equilibrio y no limpiarse el mercado, es algo que me tiene pensando hace rato.
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Dos ideas destaco sobre el texto de Zanoti y la glosa de Iván, respectivamente.
1- La deficiencia de Hayek (años 30) y la superioridad de Mises en su texto de 1912, de hecho podríamos más bien hacer énfasis en el triángulo misesiano más que el triángulo hayekiano que tanto ha hecho énfasis Garrison.
2- No hay una teoría de la población y el desempleo en los austriacos, si bien el dinero fiduciario crea ruido o desequilibrio hay otra maquinita de producción que genera este tipo de desequilibrio, superando al mercado «natural».
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Don José Ortega y Gasset tomó conciencia del boom poblacional, pegando un grito al cielo con su «Rebelión de las masas»
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Eso es cierto, pero acaso eso indica que una fraccion de la fuerza laboral vaya a quedar desempleada?
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Existen equilibrios «no óptimos.» El más conocido es del dilema del Prisionero. Aunque es cierto que este no parece ser el caso del equilibrio con desempleo en Keynes, o al menos no está descripto como dilema del prisionero. Los salarios rígidos a la baja juegan un rol en este aspecto. Creo que este «equilibrio que no es equilibrio» es resultado, en parte, del nivel de agregación macro, lo veo más débil si se piensa más en términos micro. Quizás esto tenga que ver con que la micro es más «neoclasica» y la macro más «keynesiana.»
De todas maneras, pareciera ser que le escenario del equilibrio con desempleo es una situación de corto plazo o transición más que el equilibrio final. Por definición, si los mercados no se limpian no es equilibrio. Pero este no es el único caso de escenarios de transición interpretados como equilibrio en la economía convencional. El modelo de competencia monopolísitca, donde cada productor puede diferenciarse en algún grado de sus competidores, no es otra cosa a los ojos del modelo de competencia perfecta que una foto en la transición anterior al equilibrio final donde los productores no se diferencian entre sí. La competencia en marca, calidad, etc., es todo lo que sucede antes de llegar el equilibrio de competencia perfecta según la historia de este modelo. Por lo que la competencia monopolistica no es otra cosa que una foto en la transición y no es en sí un «equilibrio final.» (Quizás Mises tenía un punto interesante al mencionar distintos tipos de equilibrio).
Creo que algo similar podría argumentarse en el caso de «equilibrio» con desempleo.
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La clave es que Mises distinguía del estado «final» de reposo, del estado «natural» de resposo, y este último es lo que implicaría que se puedde hablar en Mises de un «equilibrio dinámico».
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Muy bien Gabriel por tu dialéctica misesiana, tanto la palabra equilibrio como identidad son dinámicamente empírico, en el mejor sentido mengeriano. Lo que sucede es que el paradigma del equilibrio siempre va acompañado con la imagen de una balanza romana, sin embargo, es totalmente dinámico y no estático, como muchas veces se asume dicho modelo.
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Es un buen punto señalar que Keynes no entendió a Mises porque no entendía alemán. Lo mismo podemos decir de la mayoria de los economistas ingleses de la época. En este sentido, primero Robbins y luego Hayek, hicieron de puente entre dos tradiciones que antes de los años treinta no se comunicaban. Lo que plantea Gabriel es que el puente fue distorsionado, y que Hayek dejó de ser misiano, para ser hayekiano, y dio lugar a una disputa que en Mises no habría existido.
Yo no tengo tan claro que Hayek haya desvirtuado la posición de Mises; más bien diría que la enriqueció.
Explica Gabriel: «Creo que eso fue clave, porque la teoría del ciclo de Mises era límpidamente monetaria, mucho más que las teorías hayekianas de los procesos inter-temporales de producción. En Mises la clave era el papel coordinante que jugaba el mercado libre de capitales, y la descoordinación que se producía por la emisión de medios fiduciarios que terminaban en la 2da fase del ciclo apenas se producía la “huída hacia valores reales”. Pero, paradójicamente, a pesar de los paradigmas tan diferentes, eso hubiera sido, tal vez, más sencillo de entender para alguien formado en temas monetarios como Keynes. ¿Hasta qué punto las teorías de Hayek no complicaron, más que facilitaron, el tema para el mismo Keynes? Dejo a los lectores la respuesta…»
Hayek al enriquecer la teoría la hizo más compleja. En esto coincido. Mises hubiera sido más claro para un Keynes formado en otra tradición. En esto también coincido. Pero Hayek agrega profundidad sobre cómo la política crediticia afecta la estructura productiva. Esto es un aporte central en la teoría.
Lo que me surge ahora como posible investigación es en qué medida Mises se distinguió las contribuciones previas de Wicksell. Quizás la contribución de Hayek es la que finalmente hace de la teoría austrica del ciclo económico una teoría verdaderamente «austriaca».
Como nota al pie, tengo una duda sobre lo que decía Walter. Nunca escuché hablar de un «triángulo misiano», en contraste con el «triángulo hayekiano». ¿Qué es el triángulo misiano?
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El punto de Gabriel es interesante. ¿Acaso la discusión no hubieses sido más sencilla si se hubiese mantenido en el plano monetarios en lugar de enfocarse tanto en asignación intertemporal de capital?
Creo que en este aspecto hay dos cuestiones. Por un lado que los bienes de capital son heterogéneos. Si se asume que los bienes de capital son homogéneos entonces no hay ciclo, cuando se genera un cambio en la tasa de interés se reasignan los bienes de capital. Puede haber, por cierto, un período de transición o ajuste, pero lo que no hay es pérdida de bienes de capital. Si en cambio el capital es heterogéneo, por más que en términos físicos se mantenga intacto su valor económico se pierde. Deja de ser un bien de capital desde el punto de vista económico. Esto es algo que tarde o temprano en el debate del ciclo tenía que salir a flote.
Por el otro lado está el tema de la asignación temporal. Quizás haya podido haber un menor énfasis en este aspecto y enfocarse en que se reconozca que los bienes de capital heterogéneos son relevantes y que el supuesto de homogeneidad que usamos en el pizarrón debemos dejarlo de lado al momento de explicar una crisis o recomendar política monetaria.
Mises toma de Wicksell la idea de que una expansión de dinero lleva a un desequilibrio entre la tasa de interés en el mercado y al tasa natural (interes originario en Mises). Pero Mises se separa de Wicksell en la explicación de cómo se vuelve al equilibrio una vez que se pone fin a la expansión del crédito. Wicksell dice quel incremento en el nivel de precios (baja en el precio del dinero) incrementa la demanda de oro, pero Mises sostiene que esto contradice su supuesto inicial de que el dinero de que lo se usaba como dinero eran medios fiduciarios y no un commodity. Mises arma su teoría del ciclo corrigiendo este punto en Wicksell más teoría del capital en Bohm-Bawerk (a quien también le realiza algunas críticas).
Mises (1912 [1981], p. 394)
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«…Hayek al enriquecer la teoría la hizo más compleja. En esto coincido. Mises hubiera sido más claro para un Keynes formado en otra tradición. En esto también coincido. Pero Hayek agrega profundidad sobre cómo la política crediticia afecta la estructura productiva. Esto es un aporte central en la teoría. »
Coincido.
Pero creo que a pesar de los aportes de Hayek, el aporte de Wicksell sigue siendo indispensable (lamentablemente para Bondone 🙂 )
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Con muy poco conocimiento de Historia del Pensamiento:
Creo que Keynes no quiso entender la teoría de Mises porque implicaba romper con todo el Stock de conocimiento propio.
Era muy costoso para él entender a Mises. Mucho más a Hayek.
Los problemas de idioma representaban un incentivo para «no entender» ya que los lectores de la teoría general tampoco leerían a Mises.
Realmente no creo que Keynes no haya tenido la capacidad de entender a Mises ya que era una persona demasiado inteligente.
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Me recomiendan alguna bibliografía para entender como vacia el mercado de trabajo la teoría austriaca?.
Gracias.
Un saludo!
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Pero la expresión «vacía el mercado» hace alusiión, me parece, a un punto de equilibrio que la EA no acepta en sus planteos……….. Independientemente de eso, el cap. XXI de Acción Humana sigue siendo un clásico…………….
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