ELEMENTOS DE ECONOMÍA POLÍTICA. Martín Krause, Gabriel Zanotti, Adrián Ravier (libro completo)

Esta obra pretende introducir a los alumnos en ciertos temas clásicos que servirán para sus posteriores estudios y además brindar una base para todo aquel que, sin ser economista, se preocupe por los temas socioeconómicos de su país.

Los autores tratan a la economía como una ciencia social. Una ciencia que tiene que tratar el mercado como un proceso intrínsecamente ligado a temas políticos, jurídicos, culturales y filosóficos. Una ciencia dirigida a un logro concreto: salir de la pobreza.

Autores: Martín E. Krause / Gabriel J. Zanotti / Adrián O. Ravier

(con la colaboración del Instituto Ecuatoriano de Economía Política -IEEP-)

Editorial: LA LEY

Idioma: Español

Cantidad de páginas: 1072

Fecha de la primera edición: agosto de 2007

ISBN: 978-987-03-1118

Temas que trata la obra:

Capítulo I: Economía y escasez

Capítulo II: La acción humana

Capítulo III: El intercambio

Capítulo VI: El empresario

Capítulo V: El proceso de mercado

Capítulo VI: El papel del gobierno

Capítulo VII: El estado

Capítulo VIII: El origen del dinero y el sistema bancario y financiero

Capítulo IX: La macroeconomía del capital

Capítulo X: Macroeconomía Comparada: Inflación, ciclos económicos y la curva de Phillips

Capítulo XI: El comercio internacional

Capítulo XII: La economía y el medio ambiente

Capítulo XIII: La desigualdad de rentas y patrimonios

Capítulo XIV: ¿Por qué algunos países son ricos y otros son pobres? Calidad de las instituciones y competencia institucional

Capítulo XV: Sistemas económicos y políticas públicas

Capítulo XVI: Regulaciones

Capítulo XVII: Desregulaciones

Bibliografía

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PREFACIO

Hay muchas introducciones a la economía y muy buenas. Muchas de ellas son muy didácticas y plantean temas que los alumnos de economía van a ver en sus estudios de grado o post-grado. Otras plantean temas que interesan al que no va a estudiar economía, pero que interesan a todo aquel que quiera ser un buen ciudadano, y se interese por las condiciones socioeconómicas de su país. Todas esas introducciones tratan, y está muy bien, de los mismos temas: los precios, la moneda, los mercados, el desarrollo, el desempleo, la inflación, el comercio internacional, etc.
No vamos a decir ahora que esta introducción es totalmente diferente a las demás. También queremos introducir al alumno a ciertos temas clásicos que servirán para sus estudios posteriores; también queremos brindar una base para todo aquel que, sin ser economista, se preocupe por los temas socioeconómicos de su país.
Pero, por supuesto, ofrecemos, creo, algunos elementos específicos que el lector irá descubriendo poco a poco.
Ante todo, en los temas elegidos aparece algo peculiar. En los dos primeros capítulos, la Economía, como ciencia, está ligada a una cuestión filosófica: el estudio de la acción humana. ¿Por qué? ¿La economía no tenía que ver con la riqueza material y con los números? Vamos a descubrir que, en cierto sentido, no. Vamos a ver que la riqueza no es algo que “esté allí”, sino que se descubre, y que, más que algo material, es algo intelectual, esencialmente humano.
Vamos a ver, también, que el mercado es un proceso muy dinámico, muy abierto, esencialmente ligado a ciertas condiciones jurídicas de libertad. Y que, por lo tanto, poco tiene que ver con la acción de los gobiernos, o de los organismos internacionales o con modelos matemáticos sofisticados. Y que, cuando tiene que ver con todo ello, nos alejamos de lo que realmente es el mercado como proceso de descubrimiento.
Vamos a ver que, en relación con lo anterior, todos somos empresarios en el mercado, y que el estudio de la acción empresarial no es un tema diferente, sino esencial al estudio del mercado, y que los empresarios no son “los ricos”, sino todo aquel que, sea cual fuere su nivel de patrimonio, es capaz de descubrir oportunidades en ese mercado abierto, en condiciones de riesgo.
Vamos a ver que, de lo anterior, surgen las condiciones para la acumulación de capital. Que ello no implica unos pocos se haga ricos mientras los demás se hacen más pobres, sino al revés: que la acumulación de capital, en condiciones de estabilidad política y monetaria, es condición para el desarrollo y, consiguientemente, para salir de la pobreza y el desempleo.
Vamos a ver, también, que para ello es necesario que el sistema económico tenga un sistema circulatorio sólido, que es la moneda, y vamos a ver que los gobiernos poco deberían tener que ver con algo tan importante como el dinero, los bancos, el ahorro y la inversión.
Pero todo ello no es estudiar, por lo tanto, “nada más que economía”. Exactamente. Esa es la cuestión. Por eso lo hemos titulado “Elemento de Economía Política”. Cuando en español decimos “Economía” en realidad estamos traduciendo de “Economics” en Inglés. Si nos fijamos bien, “Economics” es como “Physics”, o sea “Física”. O sea que en realidad estaríamos hablando de una “Económica”, una ciencia casi igual a la “Física”, que podría estar tratada casi matemáticamente con independencia de condiciones jurídicas o políticas que le serían externas. Y es así como se estudia la economía muchas veces. Cuando después hay que “bajar” esos modelos tan abstractos a la realidad, esas “bajadas” que hacen en general los políticos son en realidad aterrizajes forzosos de un mal avión que luego despistan a todo un país, a toda una población que es la que sufre las consecuencias.
Nosotros, en cambio, tratamos a la economía como lo que realmente es: una ciencia social, porque ello quiere decir originalmente “político” (polys, en Griego). Una ciencia que, por lo tanto, tiene que tratar del mercado como un proceso intrínsecamente ligado a temas políticos, jurídicos, culturales y filosóficos. Una ciencia directamente dirigida a la praxis[1], a un logro muy concreto: salir de la pobreza. Por eso el primer gran libro importante de economía fue escrito por un filósofo, Adam Smith, y trataba justamente de la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones. Por ello para los economistas que siguieron después de él, la economía era una de las “moral sciences”, o sea, lo que hoy llamaríamos ciencias sociales, y no hablaban de economía sino de Political Economy (Economía Política) que no hay que confundir, aunque tenga directa relación, con una economic policy (política económica). A esa tradición, una tradición de una Economía Política, hay que volver, donde los temas filosóficos, jurídicos y políticos no le son ajenos, no son “otra ciencia”, “otra materia”, sino parte esencial de la economía política.
El alumno o el ciudadano que recorra estas páginas, tiene que estar conciente, por lo tanto, de dos cosas. Una, que los autores nos hemos jugado por ideas, que no hemos pretendido escribir un manual en el aire, una especie de “física” con independencia de los graves problemas del mundo actual, y no lo hemos hecho, no sólo porque no debemos, sino porque la misma naturaleza de la Economía Política nos impediría hacer algo así. Dos, que, como dice uno de los autores que más vamos a citar en este libro, F. A. von Hayek: el que quiera ser sólo un economista, será un mal economista. Cuando cierre las páginas de este humilde texto, el alumno o el lector tienen un importante camino que recorrer, porque tiene que seguir estudiando todos esos temas que lo harán un buen economista y, por lo tanto, alguien que esté en verdaderas condiciones de ayudar a su prójimo y a su país. No un técnico, no un empleado del gobierno, sino alguien con ideas claras, con ideas propias, con una concepción integral del hombre y la vida social, que pueda estar a la altura de los importantes acontecimientos mundiales que estamos todos viviendo y sufriendo.

Los autores

Febrero de 2007.

[1] Ver, al respecto, Crespo, R.: La economía como ciencia moral, Educa, Buenos Aires, 1997.

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