El pasado 30 de agosto fui entrevistado en FM 99.9 de Mar del Plata sobre el sentido del término estatolatría que define a quienes pretenden que el estado les de todas las respuestas.
«El problema de Argentina es cultural. En otros tiempos se le pedía a Dios por trabajo y salud, pero hoy la gente le pide todo al Estado. Eso hace que nos desliguemos de la responsabilidad que tenemos nosotros mismos de proveernos a nosotros y nuestros hijos. Se pierde la libertad individual y la responsabilidad de darnos nuestro sustento», remarcó.
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Punto de Vista Economico 
La adoración al estado es consecuencia del vil adoctrinamiento educacional argentino.
Comienza en cada acto previo de tantos y tantos «feriados» folclóricos.
Es realmente escatología cultural inseminada en fragiles mentes por perversos politicos . Calles con nombres de politicos y nunca de empresarios como ya bien había hecho notar Alberdi. Abnegados próceres como San Martin arrancan lagrimas de maestras que arengan estas conmemoraciones en los patios de los colegios .
(Hay ! … me entero ya en mi madurez que San Martin no murió pobre…Su sobrina en Boulogne Sur Mer llego a ser la dama mas acaudalada de Francia,en su época.
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Me identifico con el comentario del Dr.Ravier acerca de lo que denomina la Estatolatría argentina, perfectamente apuntalada en el clientelismo auspiciado por los gobiernos populistas que supimos conseguir y coincido con la idea de Norma de que el adoctrinamiento comienza, como siempre ocurre en todas las sociedades, por la educación de los jóvenes. Le agrego que ello es así tanto en su escolaridad formal como en el seno familiar. Lo que no interpreto es de qué manera relaciona el tan difundido reclamo popular por «más presencia del Estado», eslogan repetido hasta el cansancio por todos los medios de difusión, con la situación económica del Gral San Martín en su retiro europeo ya que todos los que hemos leído algo sobre su vida sabemos que la fortuna que disfrutó en los últimos años de su vejez se debió a la ayuda económica de su amigo Alejandro Aguado en vida y que, al fallecer en 1842, lo nombrara como albacea y tutor de sus hijos. Si Norma desea abundar sobre la pobreza de San Martín sin gran esfuerzo puede leer ¿Conoce usted a San Martín?, un resumido libro escrito por otro gran argentino: el Dr.René G. Favaloro.
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