En estos momentos de tristeza por
la muerte del muy querido Ezequiel Gallo dejo constancia una vez más de sus
invalorables aportes en ESEADE como profesor en una de las maestrías, como
Director del Departamento de Investigaciones y como Sub Director de
Libertas.
Pero antes que sus notables condiciones profesionales quiero subrayar su
excepcional calidad humana, su don de gentes, su generosidad, su calidez y su contagioso
sentido del humor.
Desfilan por mi mente tantísimos recuerdos de los
seminarios que organizábamos juntos, de nuestros almuerzos periódicos, de
nuestros proyectos y preocupaciones por la excelencia académica y por el
estudio y la trasmisión de los valores y principios compatibles con una
sociedad abierta y, en ese sentido, la exposición a estudiantes de tradiciones
de pensamiento poco desarrolladas y comprendidas en nuestro medio.
Ezequiel no era religioso pero como le manifesté en
más de una oportunidad su conducta, su rectitud y su devoción por el
autoperfeccionamiento lo colocaron siempre en el camino del bien. En este
contexto recuerdo un largo y excepcionalmente jugoso intercambio que mantuvimos
los tres con Jorge García Venturini.
Hasta pronto mi querido amigo !
Alberto Benegas Lynch