Sobre la pobreza nuevamente

A partir de un reciente post sobre la Escuela Austriaca y la pobreza se desató una intensa discusión, plagada de adjetivos y deducciones falaces, al estilo debate de café o más cerca de los muchachos del tablón. Las acusaciones han llegado a asignarnos el deseo hacer desaparecer a los opositores en un Gulag, de forzar el hambre y la muerte a partir de nuestros propuestas políticas de reforma agraria y persecución de los kulaks, de alcanzar la “solución final” en las cámaras de gas eliminando a seis millones de judíos, de hacer desaparecer a la libertad de prensa y las oposiciones políticas, de generar el culto a la personalidad del dictador, del asesinato de millones de personas por el emprendedor capitalista Pol Pot y de fomentar la dictadura del capitalismo personificada en la actualidad por los hermanos Castro o la familia Kim. Porque, ¿todo esto será fruto del mercado, verdad? Los estados, nada que ver. ¿Cómo podemos pensar otra cosa si están al servicio del bienestar del pueblo?


En estos términos, muchachos, la discusión degenera en un campeonato de chicanas. Mi intención arriba fue mostrar que en este campo tenemos también nuestras municiones, y no son livianas. Mejor las dejamos para un día después de un asado. Ahora quiero responder a ciertas críticas con otro tipo de argumentos.
Los economistas de la Escuela Austriaca hemos sido acusados de:
1. Insensibilidad hacia los pobres
2. Promover un sistema económico que o genera pobreza o no puede resolverla
3. No tener soluciones para el problema
Veamos cada uno de ellos:
1. Insensibilidad hacia los pobres
En verdad, lo que aquí decimos, es que es muy fácil ser sensible con el dinero de los demás.
Entiéndase bien, esto no es una chicana, es un argumento que en verdad proviene del Public Choice. Algunos autores de esta escuela (Tullock, por ejemplo) sostienen que es racional promover todo tipo de planes sociales y soluciones estatales a problemas como el de la pobreza, porque la persona recibe el beneficio de presentarse como un adalid de los pobres a un muy bajo costo, ya que será solventado por todos los demás.
Distintos es, como sostenemos, poner la mano en la propia billetera o dedicar su propio tiempo: el costo se recibe completo.
No es de extrañar, entonces, que encontremos a muchos personajes (sobre todo de la farándula) fomentando este tipo de ayuda para luego subirse a sus Mercedes o Porsches.
Digamos, entonces, que proponer al estado como solución para la pobreza es “barato”. Por eso hay tantos que lo hacen.
2. En cuanto a que el sistema económico genera o no resuelve la pobreza, parece que el gráfico del primer post no fue suficiente para sepultar la discusión para siempre. Veámoslo de otra forma:
a. En 1800, el 80% de la población del planeta (de unos 1000 millones de personas), era pobre. Es decir, había unos 800 millones de pobres.
b. En 2000, luego de dos siglos de capitalismo (más o menos, por supuesto), el 20% de la población del planeta es pobre (de unos 7000 millones de personas). Es decir, hay unos 1400 millones de pobres.
En cantidad, hay más pobres que antes (pasamos de 800 a 1400 millones). Porcentualmente ha caído drásticamente, de 80 a 20%. Este argumento no solo deja de considerar que los “no pobres” pasaron en ese lapso de 200 a 5600 millones de personas (un logro que ningún otro sistema económico ha podido ni siquiera plantearse), sino tampoco toma en cuenta que si no fuera por el progreso económico capitalista esas personas ni siquiera existirían, seríamos todavía unos 1000 o 1200 millones.
c. En los últimos 30 años la cantidad de pobres se ha reducido en términos absolutos y porcentuales, en particular porque dos países muy poblados, China e India, abandonaron ya sea el socialismo o el estatismo ampliando las oportunidades de los puntos a y b que se comentan a continuación. Más libertad económica ha sacado a cientos de millones de la pobreza. ¿Ocurrió esto por algún tipo de plan social? Ningún programa social ha sacado a tantos pobres de la pobreza como el crecimiento económico promovido por la mayor libertad en los mercados.
3. En cuanto a las soluciones que la EA propone para la pobreza son varias:
a. La primera es la empresarialidad, la posibilidad de desarrollar alguna actividad productiva que le permite a la persona salir de la pobreza proveyendo bienes y servicios a otros. Las economías más libres dan más oportunidades en este sentido.
b. La segunda es la enorme cantidad de empleos que se generan a partir del proceso de inversión de capital (esperemos que nuestros críticos no tengan todavía temor a las máquinas o a las tecnologías, porque han pasado 250 años de destrucción de empleos por parte de ellas y cada vez hay más trabajos posibles).
c. La tercera es la ayuda mutua, es cuando los pobres se ayudan entre sí: antes a través de sociedades mutuales o de socorro mutuo, ahora a través de las “remesas” de quienes se vuelven más productivos en países económicamente más libres y envían su ahorro a los familiares pobres que quedaron atrás.
d. La cuarta es la beneficencia, con una larga tradición de ayuda voluntaria en todos nuestros países. Se argumenta que ésta no es suficiente, pero el tema es que dado el éxito de los tres elementos anteriores, esta actividad ha de cubrir solamente un pequeño sector. Cuanto más riqueza se genera hay más gente con capacidad de dar y menos con necesidad de recibir.

29 comentarios en “Sobre la pobreza nuevamente

  1. Estimados: he seguido atentamente el debate del post anterior y la respuesta actual que hace Martín a los comentarios. Desde mi punto de vista primero quiero decir que me siento muy cerca de la posición de A. Sala: mi preocupación es también «el mientras tanto»,… Sé bien de la preocupación de la EA (en particular Mises y Hayek) por el problema y se que las propuestas que se han planteado no son el problema de fondo (el «asistencialismo» que por otro lado promueve otros conflictos: dependencia, costos de oportunidad, persistencia del statu quo, etc.). Pero las respuestas de Martín en este post tampoco me parece que resuelvan el problema (tanto la empresarialidad, la inversión de capital la ayuda mutua o la beneficencia, resuelven «el mientras tanto»,.. porque necesitan «tiempo»!!!!). Personalmente pienso que el problema no debe ser visto tanto desde un solo ángulo (aunque lo creo importante por sí),.. porque – y es mi posición – creo que el problema es esencialmente político!! Y Public Choice mediante: (copio Hazlitt: «…las ayudas gubernamentales tienden a prolongar e intensificar la propia enfermedad que planean curar. Tales ayudas tienden constantemente a salirse de control. Incluso si se mantienen dentro de límites razonables tienden a reducir los incentivos para trabajar y ahorrar en ambos, aquellos que las reciben y aquellos que son forzados a pagarlas. Se puede decir de hecho, que prácticamente toda medida que el gobierno realiza con el ostensible objetivo de “ayudar a los pobres” tienen el efecto en el largo plazo de hacer todo lo contrario. Los economistas han sido una y otra vez forzados a señalar que casi todos los remedios populares para la pobreza solamente agravan el problema….» Pero no solo es «barato» para los gobiernos proveer planes «sociales» de ayuda,.. también es necesario!!! (aunque parezca grotesco lo que digo), agrego: los gobiernos necesitan de distribuir discrecionalmente esos planes sociales de ayuda, que se muestran generosos,.. pero que mantienen dependientes (clientes) a miles de personas, que después se sienten con la «presión de votar por ´el candidato´ o perder la ayuda que apenas le permite subsistir,…» Es cierto que la humanidad ha reducido drásticamente la pobreza y ello ha sido posible por los intercambios (incluso del conocimiento) y grandes son los avances que ha permitido el capitalismo y con él el crecimiento económico en este sentido,.. Pero eso no resuelve la discusión. 1) repito el problema es esencialmente político,.. me pregunto ¿porqué países con altos indicadores de desigualdad – tanto o más que el nuestro y no es que ello me preocupe – tienen índices de pobreza menores? (Ejemplo Chile) y me respondo porque la calidad de sus instituciones es abismalmente mejor que la nuestra y aún teniendo pobres es mucha mayor la cantidad de gente que alcanza el nivel de la canasta básica de bienes y servicios (9% de pobreza en Chile y 30% en Argentina), mientras sucede lo inverso en los países con baja calidad institucional,.. 2) «el mientras tanto»,.. no tiene soluciones fáciles – porque no son solo económicas – son esencialmente políticas!!: 2.a) las dos primeras (que plantea Martín) requieren mucho tiempo y políticas económicas – así como condiciones – favorables, 2.b) la ayuda mutua ya sucede – basta con «ir y ver» como lo he hecho – pero no alcanza (la «resilencia» es muy importante) pero «solo puede esperarse que quien tiene muy poco comparta ´algo´ con quienes viven sus mismas condiciones» y eso también es paliar el problema además de reducir ingresos de unos para compartir con otros. 2.c) respecto de la beneficencia soy especialmente excéptico – no por la voluntad de los donantes que aplaudo – sino porque en las condiciones actuales solo es una solución marginal. Además nadie quiere hoy en día ser beneficiario de la caridad, cuando el discurso que se ha instalado es el de «derechos». (Y esto Martín no es una chicana). Se que por las condiciones en las que vivimos en nuestro país a aquellos que además de teorizar estamos sensibilizados con el problema, encontrar una solución nos abruma, porque «el mientras tanto es perentorio» y es por ello que insisto: el problema es político!!! Y la calidad de nuestras instituciones es lo que determina la calidad de nuestra clase política (ya de por sí devaluada) y de las políticas que instaura. La lucha contra la pobreza es una curva asintótica (seguramente nunca alcanzará a «todos»), solo con buenas políticas podremos ir disminuyéndola paso a paso, alcanzando a cada vez más personas para que sus proyectos de vida sean alcanzables. En «el mientras tanto» debemos saber que no podemos eludir las políticas de ayuda: a) lo importante es definir «..que,.. a quien,.. cuanto y por cuanto tiempo,..????» y b) que no sea utilizado políticamente por los gobiernos de turno (o que sean limitados en su accionar por controles) o que sean realizados por ONG´s no ligadas al gobierno (a sabiendas que es siempre una tentación manejar dineros de terceros para distribuirlos a gusto) y es por ello que creo que el problema ineludiblemente excede – aunque lo incluye – al planteo exclusivo de la economía. Abrazo a todos y gracias. Eduardo Filgueira Lima

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  2. Coincido con Eduardo en que este nuevo post tampoco aporta soluciones al problema de la transición desde un modelo estatista hacia un modelo de mercado, que ya planteé en el posteo anterior sobre el mismo tema.

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  3. Retomo acá lo que decía en el post anterior, porque entiendo que sirve también como respuesta al planteo de Eduardo…

    «Lo que dice Martín y la Nueva Economía Institucional es que se deben crear las reglas de juego apropiadas para que se genere ahorro, inversión y formación de capital. Se puede decir que ese proceso toma tiempo, pero las ventajas -como dice Martín arriba- son inmediatas. En el momento en que las reglas favorecen la inversión, el empresario empieza a contrtar servicios. El tiempo que toma hasta que el producto está terminado no tiene relevancia aquí. Si comienza un proceso de producción la demanda de factores productivos es inmediata y con ello se comienza una transición hacia la resolución del problema.
    Si queremos asumir que el mercado no puede reducir completamente la pobreza en un día, eso es tan obvio que no necesitamos explicarlo. Si vemos el caso de China, por ejemplo, el proceso capitalista ya ha incorporado a cientos de millones de personas a la sociedad global, y con ello la pobreza se ha reducido mucho más rápido que en toda la historia de la humanidad. ¿Por qué asumir que esa transición es un problema para el establecimiento de reglas claras e instituciones sólidas?

    Al margen, debemos asumir que las alternativas a esta estrategia sólo han condenado a la población pobre e indigente, tanto en el corto como en el largo plazo.»

    Alejandro responde:

    «Adrián, lo que decís es puro voluntarismo. No es verdad que el tiempo sea irrelevante, desde el momento de que las necesidades biológicas de los seres humanos son impostergables. ¿O de dónde te creés que nace la categoría praxeológica de la preferencia temporal? Por supuesto que ni bien se pone en marcha el proceso de cambio hacia un sistema de mercado la situación comienza a mejorar. Pero que comience a mejorar no significa que todo el problema se resuelva instantáneamente. Si antes había 15 millones de personas que pasaban hambre y ahora hay 12 millones, hemos mejorado, pero sigue habiendo 12 millones de personas que no tienen qué comer. Debemos seguir mejorando, para bajar a 10 millones, 8, 6, 3 y 0. Pero hasta que lleguemos a 0, seguiremos teniendo un problema al que debemos buscarle soluciones por fuera del mercado.

    No entiendo el empecinamiento en negar los hechos, por lo tanto negarnos a buscar soluciones a los problemas y así regalarle todo el espacio a quienes procuran soluciones por fuera del mercado no como mecanismo de transición, sino como política permanente.

    Este es el tipo de actitudes por las cuales yo tengo una posición severamente crítica, no hacia la Escuela Austriaca, pero sí ante el dogmatismo voluntarista de los economistas austriacos.

    Pido disculpas por el tono ácido de este mensaje, pero no puedo evitar expresar una dura crítica ante posiciones que veo expresadas en este posteo.

    Buenas tardes.»

    MI RESPUESTA:

    Lo de doma voluntarista ofende… pero dejémoslo al margen. La repuesta de Alejandro denota que no entiende o no lee.

    Cuando digo que es «irrelevante», no me refiero a la gente pobre que permanece bajo esa situación. ¿Cómo va a ser eso irrelevante? Lo que digo es que el mercado inicia inmediatamente una solución al problema, que claramente no es definitiva ni alcanza a todos los pobres en un solo día.

    Intentando decir lo mismo con otras palabras, estoy asumiendo que crear el contexto favorable para la formación de capital -como propone la EA y el Public Choice- inicia un proceso de reducción de la pobreza instantáneamente, y lo hace mucho más rápido que inicar programas burocráticos para luchar contra la pobreza. Ejemplo: Si doy un plan a una familia para paliar la pobreza, la situación requiere que ese plan sea continuo por el resto de la vida de esa familia, con las consecuencias conocidas. Si por el contrario, surgen fábricas que crean empleo genuino, la solución ya es más definitiva.

    Conclusión:
    1. No niego el problema.
    2. No hay y conjeturo que no habrá una solución inmediata para la pobreza global. Esto no es un problema de la EA o el Public Choice… es un problema que nadie pudo resolver jamás.
    3. Necesitamos iniciar el camino gradual que nos conduzca a erradicar la pobreza.
    4. China es un ejemplo de que cientos de millones de pobres pueden salir inmediatamente de la pobreza si se los incorpora al capitalismo global.

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    • Bueno, vos decís lo siguiente:

      «… el mercado inicia inmediatamente una solución al problema, que claramente no es definitiva ni alcanza a todos los pobres en un solo día».

      Es claro que el mercado inicia un camino y también es claro que es lo que yo creo que eso es lo que hay que hacer, iniciar ese camino. Pero lo que nadie se hace cargo de resolver es qué hacemos con los que no son alcanzados por las soluciones desde el primer día. ¿Los dejamos que se mueran de hambre? ¿Les decimos que posterguen su consumo de alimento diario hasta dentro de tres años cuando los efectos de los procesos de mercado estén plenamente operantes? El problema es que el organismo humano no admite tales postergaciones. Esa es la cuestión que, a mi juicio, no se afronta.

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      • Yo nunca dije tener una propuesta. Lo que dije fue, sencillamente, que la EA no la tiene y que habría que elaborarla… Digo que hay un bache teórico en el tema y que habría que cubrir ese bache. Pero no dije que yo tenga resuelto el problema.

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      • Alejandro, creo que Adrián, con su pregunta trata de hacer ver que nadie tiene una propuesta para solucionar «de inmediato» los problemas, por dolorosos y urgentes que sean. Pero creo que la EA sí se atreve a decir algo:

        – Que las medidas de urgencia necesarias (la escayola en la pierna rota), no socaven la solución sostenible (tiempo para que suelden los huesos). Y para ello…

        – Que las medidas de urgencia, cualquiera que estas sean, se apliquen, en la MENOR medida posible, decrecientemente, por imposición de un grupo sobre el resto de la población, por muy sabios, bondadosos y representativos que sean los miembros de tal grupo. Que los recursos provengan, en la MAYOR medida posible, crecientemente, de apoyo voluntario (supongan o no intercambios)

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  4. No exactamente el mismo contexto, pero este paper de Henderson puede ilustrar los efectos del mercado en solucionar problemas:

    Haz clic para acceder a U.S.%20Postwar%20Miracle.Henderson.11.4.10.pdf

    Ojala hubiese métodos para eliminar la pobreza en 24hs y métodos para «el mientras tanto» sin costos a largo plazo. Que yo sepa no la hay. Esto no es ignorar el problema, y avisar que hay trade-offs importantes no es lo mismo que no dar propuestas. Que las propuestas que mencionamos en este blog no satisfagan no es lo mismo que no tener nada que decir.

    Las citas de Hayek, que copie en el post anterior, por mas generales que puedan parecer, pueden ser aplicables a otros contextos en el «mientras tanto.» De hecho, muchas de las medidas que Hayek menciona surgieron, justamente, para paliar el «mientras tanto.»

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  5. No es fácil llevar adelante una discusión sobre un tema cargado de cuestiones valorativas y creo necesario intentar ordenar el debate para que podamos sacar algún resultado positivo. Puede ser que esto también sea interpretado en forma diferente, pero al menos, aquí va mi visión.
    Veo que hay mucho interés sobre la coyuntura y la transición, sobre el problema político que significa le existencia de pobreza y cómo avanzar en su reducción. Pongámonos de acuerdo en qué estamos discutiendo, si es la coyuntura o la transición, marcada por restricciones políticas de todo tipo, o es una visión de cómo se resuelve el problema en última instancia. Por otro lado, hay una gran mezcla de juicios de valor y apelación a datos. En fin, va un ordenamiento que propongo discutir, puede haber otros:

    a. Primero un dato que ya presenté antes (aunque los datos no hacen mella a los juicios de valor en muchos casos): ahora hay 5.600 millones de no pobres que no existían en 1800. En ese entonces los pobres eran un 80%, ahora son 20%

    Discusión: ¿aceptamos el dato o lo rechazamos?

    b. Ahora viene la interpretación del dato:
    Hipótesis: este resultado (nunca visto hasta entonces en la historia), se debe a la formación de un marco institucional (derechos de propiedad, contratos) que disparó el crecimiento económico.

    Si no se acepta esta hipótesis, por favor presentar otra.

    c. Otro dato: tanto el porcentaje como la cantidad de pobres se ha reducido en los últimos 30 años.
    Discusión: ¿aceptamos o rechazamos?
    Cantidad de pobres

    Fuente: Deepak Lal «Poverty and Progress» (Washington, Cato Institute): http://store.cato.org/books/poverty-progress-realities-myths-about-global-poverty-hardback

    d. Ahora la interpretación:
    Esos resultados se produjeron gracias a los cambios institucionales en China e India hacia la protección de la propiedad privada y el funcionamiento de los mercados.
    De nuevo, si hay otra hipótesis, favor presentar.

    e. Vamos ahora a la coyuntura o transición, aunque no es bueno discutir simplemente esto sin discutir cuales son los elementos que mejor contribuyen a solucionar el problema. Planteo este ejercicio sobre todo para los alumnos de Applied Economics. En este sentido, he propuesto cinco elementos que vuelvo a plantear en forma breve como soluciones a la pobreza, agregando un sexton que había olvidado:
    1. Liberar la iniciativa empresarial de los pobres
    2. Formalizar el derecho de propiedad de los pobres (de Soto)

    3. Remover las barreras a la inversión que genera empleos
    4. Liberar los obstáculos que frenan la ayuda mutua
    5. Remover las barreras y costos de la beneficencia
    6. Considerar un plan de ayuda transitorio, local y tipo voucher

    Interpreto (aunque no puedo hablar por ellos), que en una supuesta “reunión de gabinete” con Adrián y Nicolás sobre qué hacer con la pobreza, recorreríamos ese camino del 1 al 6. Y no pasaríamos al punto siguiente sin haber completado el anterior.
    Nuestro punto es que quienes nos discuten, comienzan con el 6, que no ven a los otros y que aún así terminarían no llegando a ellos por ese camino. ¿Por qué? Bueno, por todas las cuestiones que ha estudiado Public Choice respecto a los incentivos que se generan en la política.

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    • Yo creo que todos los que estamos debatiendo esto estamos de acuerdo con los datos y el enfoque que propone Martín. No están en discusión los datos ni tampoco el concepto de que una solución de mercado es la única sustentable. Lo que yo sí discuto es el sobreentendido según el cual hay que poner en marcha un proceso de transformación hacia un sistema basado en el mercado y con eso es suficiente. Mi opinión es que esa política sería insuficiente porque no contempla los problemas que el propio proceso de transición lleva involucrados. Por ejemplo, un proceso de transición hacia un sistema de mercado implica eliminar subsidios para muchas actividades empresariales que solo son viables por medio de mecanismos de protección. Está fuera de discusión que esas distorsiones deben ser eliminadas. Sucede, sin embargo, que esas empresas dan empleo directo e indirecto a mucha gente. Ya sé, no necesito que me expliquen que esos empleos son ineficientes y poco productivos y que el costo de oportunidad que se paga por subsidiar a esas actividades es mayor que el beneficio que se obtiene. No discuto eso.

      Lo que digo es que, hasta tanto el proceso de asignación de recursos se reacomoda, quienes se beneficiaban de los subsidios que se deben eliminar, se quedarán sin fuentes de subsistencia. Y como las necesidades de subsistencia son perentorias, no pueden esperar a recibir los beneficios del futuro modelo de mercado porque cuando eso esté en pleno funcionamiento, ya se habrán muerto de hambre. Bueno, lo que yo afirmo es que no hay en la literatura austriaca ninguna respuesta para ese problema de la transición. No me parece para nada descabellado lo que estoy señalando. El punto 6 de la propuesta de Martín -«Considerar un plan de ayuda transitorio, local y tipo voucher»- me parece una posición orientada en la dirección correcta. Lo que quiero recalcar es que este tipo de cuestiones deben ser debidamente consideradas porque, de lo contrario, la desesperación de la gente por buscar soluciones de corto plazo (que es lo que necesita quien tiene hambre) hará naufragar el plan de reforma estructural hacia un sistema de mercado. Espero que haya quedado claro.

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  6. Martín. Soy consciente de que nos separan diferencias ideológicas insalvables. No pretendo discutirlas enteramente aquí, puesto que nuestras doctrinas se oponen por el vértice. Entiendo que el introito de mordacidades es una respuesta defensiva a lo que asume como exageración polémica abusiva e incluso agraviante. De todas formas, su artillería verbal no me resulta intimidante ni ofensiva. No soy estalinista, nacional estatista o defensor del régimen nazi.

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  7. Tampoco lo voy a hacer responsable de la colaboración que las potencias oçcidentales democráticas tuvieron en el ascenso y sostenimiento del nazismo como baluarte defensivo contra la amenaza roja. Menos aún de los treintamil desparecidos o los millones de muertos de las guerras de Bush. Como usted dice, dejémoslo para después del asado. Aunque esté carito, supongo que es un lujo que todavía nos podemos dar. Pero aquí me planto. En adelante solo quiero plantearle obsérvaciones puntuales

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  8. Me cuesta entender lo del asistencialismo con ‘ dinero ajeno’ . VIvimos en una sociedad capitalista en que el estado a la par del monopolio de la fuerza armada, cumple otras funciones. Siendo un articulado de instituciones operadas por funcionarios rentados, siempre administrará ‘dinero ajeno’ teóricamente en beneficio de todos los ciudadanos. Para eso está habilitado a cobrar impuestos.

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  9. Siendo este el caso y siguiendo en teoría: Por que no debería administrar una fracción de los mismos para asisitir a los ciudadanos más desprotegidos. Puede no gustarnos como lo hace o en que medida? Pero son las reglas de juego. O no es así? formen un partido, ganen las elecciones y háganlo mejor. Cristina dixit. SI la crítica va por el lado de que es mas fácil ser ‘irresponsable’ o hacer ‘populismo’ con guita ajena, no veo en que sea distinto a cualquier funcionariado gubernamental

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  10. La única opción alternativa que se me ocurre es un gobirno directo de capitalistas que administren directamente en razón de su aporte proporcional al sostén del estado. Por fuera de estas elucubraciones que me parecen bastante utópicas, no creo que a los capitalistas le vaya tan mal con este tipo de gobiernos, Especialmente a las fraçciones afines. Por otra parte, el robo sitemático desde el gobierno está generando nueva burguesía.

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    • Una alternativa es eliminar los impuestos y que las funciones del estado se financien por medio de tasas. Otra es abrir la competencia a las funciones del gobierno que hoy son monopólicas. Por último, reconocer el derecho a la secesión individual.

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  11. Creo que el debate ha concurrido por caminos diversos. Quisiera volver al planteo de martín: 1) acuerdo totalmente con que los seis pasos (con pocas o escasas diferencias innecesarias de referir) mencionados son imprescindibles para erradicar la pobreza. 2) respecto de los datos de los puntos a, b y c acuerdo totalmente; respecto de la interpretación diría:»…los cambios institucionales en China – como en otros países – han permitido ….. porque se dieron de la forma que se dieron allí,.. (lo que no es una constante), es decir que: según los países ´puedan´evolucionar hacia mejoras de su calidad institucional, lograrán cumplir con los pre-requisitos para erradicar la pobreza según pasos 1 al 6 !! Pero la evolución de la calidad institucional está condicionada por la ideología (más adelante voy a hacer una referencia al tema), así como por los beneméritos intereses de la clase política y ello permite o no la mejora de las instituciones con lo que se logre reducir la pobreza (puntos a, b y c), lo que no sucede en todos los casos. Es decir: no es una cuestión solamente de teorizaciones económicas (muy válidas de por sí), sino de las perspectivas que al desarrollo institucional le permita la política. Martín (esto no es chicana): «en política la coyuntura forma parte de la transición,.. separarlas esquemáticamente es un error,…!!» Además no solo es el mientras tanto si dura poco,.. sino «el mientras tanto que puede ser indefinido»,.. interminable y dejar a muchos en el camino !!! (se podrá argumentar que durante muchos siglos «muchos quedaron en el camino»,.. pero hoy en día esa afirmación carecería del valor ético que atribuimos al mercado) Por eso insistí el problema es político!!
    Respecto de la acotación que quería hacer (es la siguiente y viene a cuento de lo anterior): me parece que debería pensarse que la elección de los indicadores para la construcción del ICI también tiene connotaciones ideológicas (con las que personalmente definitivamente acuerdo), pero tuve un (respetuoso) intercambio con quien me objetó que para él los indicadores para construir el ICI deberían ser otros (obviamente totalmente opuestos) y con esto quiero reiterar que el problema es ideológico,… y si es ideológico necesariamente es político!! Si no entendemos que las instituciones están siempre modeladas por las creencias y la ideología estamos recién a mitad de camino. Creo que alguien más arriba dijo:…»nos separan diferencias ideológicas insalvables,..» – graficando lo que expreso – y tampoco es el caso de desmerecerlas solo por encontrarse en las antípodas de lo que nosotros creemos (por lo menos si en ellas existen fundamentos suficientes,..- de los que puedo permitirme dudar – pero que exigen mutua especial honestidad intelectual). Eduardo Filgueira Lima

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  12. Sólo señalar que coincido con Martín en los 6 puntos. Me parece excelente el orden expuesto para ordenar el debate. Me gustaría ver al respecto, respuesta de AP. Si pudiera ser todo en un solo mensaje, mucho mejor!

    Respecto a Alejandro, creo que quedó claro el punto. En pocas palabras, necesitamos tomar políticas que cubran tanto el problema estructural, como el problema coyuntural o inmediato de la pobreza. Pero me parece que el orden que promueve Martín, del 1 al 6, es el que se debería seguir.

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  13. Adrián. De momento no puedo más que agregar comentarios cortos. Antes de opinar sobre el orden de puntos propuesto por Martín en su artículo hay que discutir las premisas y ver en que y por que razones estamos podríamos estar de acuerdo. SIendo obvio que mi marco de referencia es la revolución proletaria, no recomiendo ni tomo responsabilidad por las soluciones que puedan brindar los capitalistas, su estado y sus diferntes gobiernos o consejeros de derecha o izquierda.

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  14. MIentras subsista el capitalismo lo único que propongo es la lucha de los explotados por preservarse de la miseria y la degradación. Lucha por el salario, por mejores condiciones de labor, por eduación y salud gratuita y de calidad, por libertades políticas para expresarse y organizarse de forma independiente respecto del estado capitalista.

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  15. Mi intervención sobre este tópico, surgió del hecho que la primer nota de Martin me pareció enteramente animada de un criterio de eficiencia económica que disuelve en la perspectiva histórica la problemática inmediata de la pobreza. Esto tiene dos posibles interpretaciones: Dejemos que los pobres se mueran de hambre hoy para que haya menos mañana o apliquemos soluciones de emergencia como políticas de estado, procurando no perder de vista el objetivo central del desarrollo económico.

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  16. Anteriormente trataste de demostrarme que una ‘solución final’ al problema de la pobreza no sería económicamente eficiente, entiendo que, por fuera de la carga moral que conllevaría. No pude leer aún las referencias. Las intervenciones de Nicolás y la respuesta de Martín me indican que se reconocen límites al absolutismo del mercado o la renuencia a la asistencia estatal. Lo que me sigue pareciendo desproporcionado es el rol que se le asigna en situaciones de crisis.

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  17. Yendo a tu concreta inquietud, el esquema de prioridades que propone Martín es una abstracción. Aún desde una óptica pro capitalista que no comparto, me parece insignificante el rol que le asigna a la intervención estatal frente a escenarios de desocupación masiva y explosión de la pobreza. Confrontalo con la situación de Argentina 2001.

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  18. Otro aspecto cuestionable de la nota de Martín está en la referencia a la disminución de la pobreza absoluta bajo el capitalismo. Ya expliqué con motivo de una nota anterior, que el marxismo postula que en el capitalismo la pobreza absoluta disminuye a la par aumenta la pobreza relativa. Es coherente con el desarrollo de las fuerzas de producción. Esto no equivale a postular su desaparición.

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  19. La riqueza se concentra en un número cada vez menor de manos, al punto que el 1% de las personas acapara el 90%. y la pobreza absoluta parece afincarse en un piso refractario. SI bien no es descartable que la tendencia menguante pueda proseguir muy lentamente, el fenómeno explota con cada crisis. En el año 2000 mil millones de personas pasaban hambre. Las especulaciones de los apologetas de la liberalización de los mercados, situaban el hambre 0 para el 2015.

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  20. Muy por el contrario, la pobreza absoluta se disparó en 400 millones y eso, siempre según el absurdo criterio que se puede subsistir con un dólar por día. Que pasó? Hubo un brote de socialismo?

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