Axel Kicillof, mi profesor

Inicié mis estudios de grado en 1997 en la Licenciatura en Economía que dictaba la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Por ese entonces no sabía quiénes eran Marx, Keynes, Friedman o Hayek, aunque sí me identificaba desde temprano con lo que hoy entiendo son las ideas de un liberalismo clásico.
Mi formación en la UBA fue bastante pobre, pues apenas me acerqué a Marx y a Keynes, pero “nada” escuché de Friedman y Hayek. El “neoliberalismo menemista” ya estaba en su última fase y no había curso en el que no se criticara al neoliberalismo, la convertibilidad, la apertura económica y la privatización. Julio Olivera era un prócer olvidado que merecía el Premio Nobel. Marcelo Ramal era el profesor marxista que comenzaba a abandonar la academia para ingresar en la política. Pablo Levín era “el mejor profesor” de la facultad según el Centro de Estudiantes. ¡Axel Kicillof era ¡la gran promesa!


Llegué a cuarto año en el 2000 y tuve que elegir dos materias optativas. La lista era extensa y la elección era difícil pues estaban “cálculo financiero”, “mercado de capitales”, “economía agraria”, “instituciones al derecho público” y “Economía Marxista”, entre muchas otras. Para ese entonces mi formación ya era más rica, o al menos, puedo decir, me había acercado bastante más a Keynes, Friedman y Hayek. El mérito de ese “enriquecimiento” debo decir que no se lo debo a la UBA, sino a seminarios privados que tuve la suerte de cursar en UCEMA, ESEADE y UCA, y gracias al esfuerzo de fundaciones privadas.
Desde joven me interesó la economía comparada, conocer los argumentos de ambos lados. Fue así que decidí optar por “Economía Marxista”, dictada en ese momento por Pablo Levín y su ayudante, Axel Kicillof. Pablo Levín era un hombre mayor y participó muy poco del curso. Recuerdo sólo dos cosas: 1) recomendó su libro sobre “El capital tecnológico”, recientemente publicado en Ed. Catálogos (1997); 2) su explicación de la teoría del valor de Aristóteles. Explicó que para Aristóteles el intercambio sólo podía ser justo si las dos cosas que se cambiaban tenían exactamente el mismo valor. Y luego pidiendo disculpas por el término que utilizaría dijo que salvo “una puta casualidad” las cosas que se intercambian nunca tienen el mismo valor. Muy rápidamente Levín pasó a ser un mito para mí.
Pero el curso tuvo su valor. Es que Axel Kicillof ofrecía la claridad que a Levín le faltaba. Recuerdo que llegó con El Capital y nos preguntó qué preferíamos: Si estudiarlo completo, o dedicar atención sólo a los primeros capítulos, haciendo un análisis muy profundo, de tal modo que después cada uno pueda recorrer el camino por su cuenta en los años siguientes. Pero antes de escuchar una respuesta, sugirió tomar este segundo camino. Recuerdo haber sido el único que prefería estudiarlo completo. Aprobé el curso con una síntesis crítica del capítulo I de El Capital –sobre mercancía-, pero no recibí ningún comentario.
En 2002 terminé la licenciatura, pero siempre seguí a Kicillof de cerca. Puedo confirmar su militancia constante dentro de la Facultad y el reconocimiento general que adquirió como académico. Constantemente ofrecía Talleres de Lectura para los estudiantes, profundizando en autores clásicos como Adam Smith, David Ricardo,  Alfred Marshall, John Maynard Keynes y hasta el mismo Karl Marx. El Centro de Estudiantes siempre lo apoyó.
Recuerdo que defendió su tesis doctoral sobre los “Fundamentos de la Teoría General”, para lo cual realizó extensas investigaciones entre 1998 y 2005. No pude asistir a ella, pero compré el libro que publicó en 2007 y que lleva ese título, y de hecho, suelo recomendarlo a mis alumnos cuando hago alguna referencia a Keynes o su Teoría General. Si uno se pregunta por qué un libro tan confuso, mal escrito e inconsistente –según indican los especialistas- tuvo tremendo impacto, en este libro puede encontrar una respuesta.
Kicillof fue uno de los pocos jóvenes que en la UBA obtuvo cargos docentes en forma constante. Domina la microeconomía, también la macroeconomía y la teoría monetaria, y es un experto en la historia del pensamiento económico. Diré que es de los pocos académicos que intenta ignorar los manuales tradicionales, y en su lugar, va a las fuentes, algo que aprendió del mencionado Pablo Levín.
Recuerdo que hace unos años recibí un correo electrónico suyo convocando a un taller de lecturas en la misma UBA para desarrollar una “Macroeconomía Marxista”. En ese momento yo mismo elaboraba mi tesis doctoral, y trataba de incluir un estudio comparado de los distintos enfoques macroeconómicos. Incluía la macroeconomía del trabajo de Keynes, también la macroeconomía del dinero de Friedman, las expectativas racionales de Lucas y la macroeconomía del capital de Hayek-Garrison, pero nada sobre Marx. Asistí al evento, pensando que podía enriquecer mi tesis con ello.
La reunión tuvo lugar en un subsuelo de la Facultad y recuerdo que asistieron unas 60 personas, con una importante “vocación marxista”. Circularon panfletos y comentarios en extremo anti-capitalistas, a los cuales no estaba muy acostumbrado. La presentación introductoria de Kicillof no podía dejar de ser histórica y no podía dejar de criticar los programas de estudio que no incluían a Marx todo lo que él hubiera querido. Recuerdo haber dicho que estaba en desacuerdo, pues yo mismo era egresado de la UBA y no había estudiado otra cosa que Marx-Keynes, pero se me ignoró. A los pocos minutos se habló del marginalismo de Menger-Jevons-Walras, y recuerdo que Kicillof me preguntó si estaba bien decir que Menger era neoclásico. Le dije que no, pero también me ignoró y siguió adelante. Kicillof ya me reconocía como a un austriaco. Después de esto tuvimos un diálogo por mail donde le envié el artículo sobre el Methodenstreit de Jesús Huerta de Soto, para que observe las diferencias entre la Escuela Austriaca y la Escuela Neoclásica, pero si bien me lo agradeció, nunca supe si lo leyó.
También recuerdo un debate entre Juan Carlos De Pablo y Juan Carlos Cachanosky que tuvo lugar en ESEADE en 2006, para discutir la relevancia de la Teoría General de Keynes, después de 70 años de su publicación. Kicillof estaba sentado al fondo y al terminar me le acerqué para consultar su opinión sobre esta discusión. Su comentario resumía que había tenido un inesperado bajísimo nivel. Por supuesto que yo disentía, pero las críticas a Keynes habían sido  muy fuertes y el público era tan hostil a sus ideas como lo fueron aquellas de la UBA con las mías.
En 2010 publicó otro libro que también compré y recomiendo a los interesados en el campo de estudio: “Siete lecciones de historia del pensamiento económico”.
No mucho tiempo después, Kicillof pasó a ocupar un cargo en el Directorio de Aerolíneas Argentinas. Me sorprendió mucho, pues lo consideraba un académico serio (aun sabiendo que no tiene numerosas publicaciones en revistas científicas bien rankeadas). Por supuesto que estábamos y estamos en las antípodas, pero no podía imaginarme a un intelectual en dicho cargo.
Seguí bastante los debates en torno a Aerolíneas Argentinas, interesado particularmente en escuchar sus argumentos. Se lo criticó por los déficits anuales que acumulaba la compañía, pero él siempre argumentó que tomó una empresa en quiebra con 10.000 millones de dólares de déficit, el que se fue reduciendo año a año. Explicó que una aerolínea de bandera siempre iba a perder dinero, pues el objetivo no es ganarlo, ni equilibrar las cuentas, sino conectar a todas las provincias del país, aun aquellas en donde mantener los vuelos no es rentable. De allí surgió mi pedido de una política de cielos abiertos, debate que aun está fuera de discusión.
También recuerdo informes suyos criticando al INDEK, pero desde que se acercó al kirchnerismo no volvió a omitir opinión sobre esta institución. Sí recuerdo haberme sorprendido hace unos pocos días cuando desmintió que hubiera un des-aceleramiento de la economía, algo que todos los analistas coinciden es un hecho.
Desmintió varias veces el cargo de Ministro de Economía que le imputaban los medios, pero hoy ya ocupa el cargo de Vice-Ministro y tiene un acercamiento e impacto real sobre las decisiones de la Presidente.
Su exposición pública va en aumento y lógicamente no pierde la claridad que lo caracteriza. Al contrario de la política tradicional, Kicillof es una persona de ideas claras. Si accede a una entrevista, le cuesta mentir, no puede ser confuso y es muy transparente.
Hace sólo unos días le preguntaron sobre la estatización de las pensiones y de YPF. Con mucha naturalidad explicó que lo único que se está haciendo es revertir el proceso tomado durante el “noventismo neoliberal”, son su apertura irracional y con sus “salvajes” privatizaciones, para devolverle al Estado las funciones que puede y debe cumplir.
Como se ve, el debate es de filosofía política, de libro de texto. ¿Qué funciones debe cumplir el Estado? Detrás del noventismo y del kichnerismo hay diferentes respuestas, y se procede en consecuencia, sin atender en ninguno de los dos casos a la Constitución Nacional, ni a las instituciones. Son las ideas, entonces, las que hoy nos permiten entender que este proceso de estatizaciones apenas está comenzando. Lo único que le pido a los lectores es que no caigan en el fatal error de pensar que noventismo y kichnerismo son las únicas opciones. Insisto en conjeturar que el desenlace de este modelo, no será muy diferente del anterior.

57 comentarios en “Axel Kicillof, mi profesor

  1. La verdad que siempre supe del domínio Keynesiano en la UBA, pero no me imaginé que hoy en dia haya gente académica que crea en la teoria del valor de los clásicos. Y que la enseñen como la verdad !!!

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  2. En el año 1999 vivía en Bs As y me compré un libro de algebra matricial que estaba escrito por el susodicho y otra persona más. No estaba bien editado pero me pareció muy árido, se notaba una perspectiva bastante «planificadora» en sus ejemplos.

    Sdos.

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    • Tengo ese texto Pablo, se usaba en la Facultad. También tengo el libro de las Siete Lecciones. Al Dr. Kiciloff lo conocí en las jornadas de epistemología, una vez justo le tocó después de mí y nos quedamos hablando 10 minutos después. Me pareció un tipo muy estudioso y eso me cayó bien. Su índice de precios era un trabajo serio, después cuando lo sacó de la red, ya me pareció bastante mal. Igual sinceramente tengo que decir que de las 3 veces que lo vi y los 10 minutos que hablamos no me pareció un delincuente ni un farsante ni nada parecido. Debo decir que lo del índice si me cayó mal.. Ojalá le vaya lo mejor posible en su gestión, el otro día para mí hizo un papelón, por lo embriagado de poder que está. Ya que estamos, me cae mucho mejor que Boudou!

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  3. Kiccilof es un gran académico. Lo invitamos al Dpto de Investigaciones de ESEADE una vez para debatir la teoría del valor y nos encantó debatir con un marxista serio que sabía quiénes eran los austríacos. En fin, una lástima lo que está sucediendo ahora.

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  4. Gracias Adrian por compartir este insight the Kicillof. No lo conozco personalmente, no estoy familiarizado con sus trabajos, pero por lo que contas parece haber un Axel más académico y otro Axel más político; como ilustra Rafael con su comentario.

    El siguiente post (traducido) de Xavier Sala-i-Martin tiene también algunos comentarios sobre Kicillof.
    http://www.salaimartin.com/randomthoughts/item/288-no-llores-por-m%C3%AD-argentina-llora-por-t%C3%AD.html

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  5. Muy bueno tu análisis Adrián, casualmente yo también he tenido a Marcelo Ramal y Pablo Levín de docentes en mi carrera de Comercio Internacional (Universidad de Quilmes); afortunadamente no lo tuve (es decir, no lo elegí) a Kicillof, nunca lo traté, y no me caía para nada bien, me resultaba algo soberbio, además de que no estaba dispuesta a estudiar con un docente que mostraba exacerbadamente su fanatismo marxista (ya había padecido a Levín), yo comenzaba a simpatizar muy incipientemente con las ideas liberales. De acuerdo a lo que comentás en tu análisis, más allá del manejo y conocimiento que pueda tener Kicillof, se percibe que es una persona muy cerrada en sus ideas y poco disponible para el debate, es mi sensación. Yo no leí ninguno de sus libros, y no creo que lo haga a esta altura, sobre todo después de mostrarse tan adscripto al modelo K, con una actitud tan oportunista y tan poco académica.
    Tengo algunos colegas de la UNQ que se fueron adscribiendo al modelo y ahora ocupan cargos en secretarías ministeriales, subestimando su valoración académica, es una lástima.
    Antes que leer a Kicillof ,prefiero mil veces continuar con mi formación económica con académicos serios, no por casualidad me encuentro en plena lectura de Lecturas de Historia del Pensamiento Económico, tu último libro!!. Gracias por brindarnos conocimiento de calidad!!
    Un gran abrazo!
    Carolina

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    • Carolina….el doctor adrián para nada ha descalificado al doctor Kicillof respecto a su rigurosidad como académico, digo independientemente de la ideología que éste tenga no le quita la seriedad a su análisis. solo que lo hace desde otra corriente ideologica de la economía, aun así creo q kicillof no es marxista, más bien es keynesiano: y pues toma cosas de Marx al que nunca se debe dejar de lado al igual que a Smith o a Von Mises porque estoy seguro q adrián coincidira conmigo, sus análisis son completamente cientificos. Ahora bien yo difiero de adrián, creo que no : no puedes meter en el mismo saco a Von Mises, Hayek o Marx con Keynes, Friedman o Robert Lucas; los primeros hicieron economia política y los segundos macroeconomía….

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    • Muchas gracias Carolina por tu interés en mi libro! Respecto al trabajo académico de Kicillof, debo decir que lo valoro. No son muchos los autores que van a la fuente… e interpretan a los clásicos. Pero está claro que él y yo estamos en las antípodas.

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    • Yo coincido con vos, Carolina. No me parece un buen tipo, para nada. Me parece deshonesto. Conozco casos parecidos (de hecho personalidades, comportamientos, en fin, conductas muy similares a las de Axel). Casos que obviamente no voy a mencionar, pero algunos de quienes aquí me conocen saben de «quienes» hablo.
      A diferencia de Gabriel (que no es precisamente ingenuo pero sé que intenta con ardor, y casi por una cuestión de principios, encontrar lo mejor de los otros) a mí no me sorprende nada que Kicillof se haya ensuciado con este gobierno. Creo que lo hace con gusto, aunque no sé si sabe en lo que se está metiendo. Debo reconocer que yo tampoco lo sé, pero el panorama no parece nada celestial. je.
      En fin, puede que me equivoque, y en cualquier caso todo eso acá no importa tanto (incluso si él es cómplice y/o parte de la corrupción gubernamental, eso no debe empañar el debate: dejemos las falacias ad hominem y las genéticas para 678).
      Además, para llevar un debate serio -y hasta amable- en el ámbito teórico no creo que sea necesario presumir buenas intenciones de la otra parte: basta con tenerlas uno. No caer en falacias ni en agresiones y esperar un mínimo de reciprocidad, etc.
      Creo que habría que… no sé si leer, pero por lo menos echarle un ojo a lo que escribe Kicillof. Me parece que no es un representante académico del neomarxismo económico. Le tengo mucho más respeto y me da mucha más curiosidad un Astarita, por ejemplo.

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  6. Carlos, yo diría que Kicillof ha sido un seguidor más fiel a Marx que a Keynes, lo cual me lleva a dudar hasta qué punto suscribe el kirchnerismo. Hoy pensaba que así como Alsogaray vendió la UCEDE para formar parte del noventismo, Kicillof perderá su reputación académica, una vez que el kirchnerismo termine esta fase de auge.
    Por lo demás, yo jamás pondría en un mismo saco a Mises y Hayek con Marx y Keynes, o Friedman y Lucas. Y son consciente que Ud. se refiere a que Mises y Hayek fueron críticos de la macroeconomía por su énfasis en agregados y el desconocimiento del individualismo metodológico. Pero digamos que «macroeconomía» es hablar de inflación, desempleo, ciclos económicos, y otros temas, que para nada han sido ignorados por Mises, Hayek y el resto de los autores. En ese plano, en cuanto a temas de estudio, es posible comparar enfoques, y es ahí donde me parece debemos trabajar en un estudio comparativo que sólo nos llevará a un mejor entendimiento del análisis económico.

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    • Un ultimo comentario Dr Adrián. En el post anterior se me olvido felicitarte por tu artículo, Excelente es que alguien de primera fuente nos de luz de la trayectoria académica de Kicillof para asi entender mejor sus planteamientos de política económica; así también tu artículo sirve para escapar un rato del oscurantismo de la prensa, también creo que el riesgo de la reputación de un académico es un precio justo que se tiene que pagar al dejar de interpretar al mundo e intentar transformarlo (para bien o para mal).
      Saludos

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      • Es que escuché al propio Kicillof quejarse de lo mal-intencionada que estaba la prensa al hablar de su persona. Por ello intenté escribir este artículo crítico, aunque más medido. Ojalá alguien con ideas opuestas, pero igual de claras, pudiera ocupar su lugar en el futuro y encarar los cambios que se entiende el país necesita. Pero lo más importante, y en esto también disentiré con Kicillof, es que se respetan las instituciones. Esto es algo que no comprendió el noventismo, y tampoco el kirchnerismo.

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  7. Todo muy lindo… pero este señor es parte de un grupo de corruptos y hasta el momento no se atreve a denunciar a nadie y ahora trabaja a la par de De Vido, el paladín de la corrupción y los negociados. Lucas Carrasco tenía razón…. «necesitamos de la oposición porque nosotros no vamos a denunciar la corrupción».

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  9. Entiendo su crítica Roberto. Y esto es todo un debate que requiere de mucha atención. Es que al abandonar el mundo de las ideas e intentar llevarlas a la práctica, estas pierden toda su pureza y uno tiene que lidear con la corrupción. Es por ello que muchos nos abstenemos de ingresar al mundo de la política, preservamos nuestra integridad y aun así, somos criticados por ello.

    Le dejo aquí un link que puede ser de su interés: https://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2012/03/09/cual-es-la-mejor-estrategia-para-hacer-realidad-el-sueno-liberal/

    Lo que está claro es que es necesario que cierta gente de ideas claras enfrente este proceso que podría terminar con el aniquilamiento de la sociedad argentina. Quizás aquí pierdo la mesura con la que intenté escribir el artículo. Pero relmante estoy convencido que si Kicillof llevara adelante las reformas que tiene en mente, Argentina quedaría sumergida en la más extrema pobreza. Y no por mala-intención, sino por lo que equivocado que está en las consecuencias de las políticas que él considera habría que aplicar.

    Por último, si tuviera la posibilidad de entrevistar a Kicillof le haría una sola pregunta: ¿Qué piensa de la propiedad privada?

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  10. Adrian, admiro tu objetividad, muy buen post. Ojala algún día la logre.
    Me quedo una duda, tal vez estúpida, pero que argumentos tenia el para tomar como neoclasico a Carl Menger?

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    • La teoría del valor trabajo de los clásicos entró en un círculo vicioso del que no podían salir. Decían que los precios estaban determinados por los costos, pero como estos últimos son precios, en definitiva no lograban explicar qué determina los precios. Según la historia del pensamiento económico, son los marginalistas los que resuelven este problema con la Ley de utilidad marginal. Muchos historiadores explican que marginalistas son los neo-clásicos. Sin embargo, entre Jevons, Walras y Menger hay diferencias. En particular, Menger no desarrolló la teoría de utilidad marginal en términos matemáticos, como sí lo hicieron Jevons y Walras, y más tarde Marshall. Cuando los economistas marxistas y heterodoxos en general critican al enfoque neoclásico, en general lo hacen apuntando a la falta de realismo del enfoque. Pero los austriacos son exentos de este problema. El artículo cuyo link está en el blog explica las diferencias centrales entre EA y enfoque neoclásico. Espero ayude!

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      • Ya he leído ese articulo, muy bueno. Pero nunca me imagine que se tomara a Carl Menger como neoclasico, de hecho lo conocí cuando leí un poco mas sobre la escuela austriaca y siempre como marginalista y se porque se lo toma como marginalista; pero para mi es hasta un error histórico tomarlos como neoclasicos, entonces quería saber cuales eran los argumentos para tomarlos así. Me re sorprendió que Carl Menger sea tomado como neoclasito.

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      • Maurice Dobb en su «INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA» DE 1932, parece ya poner en una misma cesta los diferentes enfoques. Copio textual el primer párrafo del apartado «la nueva economía» que se encuentra en la pagina 44. El libro donde lo he extraído es una edición de Fondo de Cultura Económica. 1994.

        «En las tres últimas décadas del siglo XIX la Economía Política sufrió una transformación importante, cuya significación es distinta y más profunda de lo que generalmente se cree. De un modo independiente y simultáneo, la llamada escuela austriaca, por una parte, con Menger, Bohm-Bawerk y Wieser, como sus figuras mayores, y Jevons en Inglaterra, construían el nuevo armazón dentro del cual -según la expresión de Jevons- la economía se mueve desde entonces. Detrás de ellos seguían Marshall, en Inglaterra, y Walras y Pareto, de la llamada escuela de Lausana, en el continente Europeo.
        A primera vista el cambio parece un cambio formal. La nueva escuela ideológica se cita frecuentemente como la escuela de la utilidad marginal, para dar idea de las dos características más importantes de las nuevas teorías. La primera diferencia notable entre los viejos y los nuevos economistas consistía en un desplazamiento de la atención hasta entonces puesto en la oferta y el costo hacia la demanda del consumidor y la utilidad como determinantes del valor de cambio»

        Saludos!

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    • Creo que en estos casos «neoclasico» responde más a una cuestión de política económica que de teoría económica. Lo que define al neoclásico es una postura más a favor del mercado libre.

      Cuando los austriacos dicen que Menger no es un neoclásico lo hacen más desde el punto de vista teórico. Menger, más allá del impacto de la teoría marginal continúa el camino de los clásicos. Walres y Jevons comienzan a despegarse y, sobre todo con los post-marginalistas, comienza a tener más presencia lo que hoy es economía neoclásica/mainstream. La visión que se tiene del proceso de mercado es distinta, lo cual no implica que en mucho casos se lleguen a conclusiones similares de política económica.

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  11. Adrian, como siempre, un aporte digno de templanza, un gran manejo de la información y claridad que hacen gala de tu don de gente. Has puesto en buenas formas muchas sensaciones que comparto al respecto del Doctor Kicillof, aunque mi templanza en este tema se agota rápido. Nuevamente mil gracias por poner claridad donde aún hay un oscuro camino por recorrer. Un cordial saludo.

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  12. Pingback: Miradas libres sobre la problemática de YPF | Yamil Santoro

  13. Hola a todos, en particular a los que conozco por una vía u otra y no veo hace un montón: Nicolás, Adrián y Jorge. ¿Cómo están?

    Acabo de leer lo que escribiste, Nicolás, y estoy un poco sorprendido. Tenía una opinión mucho más mala de Kicillof. Busqué dos papers de él, buscando algo propiamente marxista, o donde fundamentara la teoría de la explotación marxista. Lo buscaba en particular para ver cómo justificaba defender un modelo que, aunque de un capitalismo intervenido, sigue siendo capitalista en Argentina (al menos por ahora).
    Si es marxista, si acepta la TLV y por ende considera cada peso en el bolsillo de un empresario como plusvalía apropiada, como explotación intraeconómica ¿cómo es que la acepta? ¿Escuchaste algún comentario de Axel al respecto?
    Incluso si lo hace en términos utilitarios ¿por qué? No puedo imaginar cómo.
    A ver si se entiende mi pregunta: ¿acepta el capitalismo porque piensa que “todavía encontrarían resistencias imponer el socialismo en Argentina”? ¿o lo acepta porque piensa que la función explotadora del capitalista es útil de alguna manera? (¿?)
    Ya ni hablemos de la cuestión del liberalismo: esta economía está más intervenida que enteramente libre, aunque tampoco está mayormente dirigida en todos los ámbitos, pero por ese camino va. Si preserva la propiedad pero la planifica, su idea de socialización no difiere en nada del fascista. En fin… vuelvo a lo anterior.
    Busqué la fundamentación de la teoría marxiana del valor en su “think tank”. No existe. O al menos ahí no hay nada. Para él hay explotación, sí, pero no argumenta salvo descartando teorías rivales. Y cuando se llega a cómo lo hace uno se encuentra con nada: http://cenda.org.ar/files/CENDA_Informe_Laboral_07.pdf
    Ésta es una de sus publicaciones. En la sección “Mitos y realidades” muestra cómo “prueba” la teoría del valor. Veo que no cita a Marx. “Prueba” la TLV marxista recurriendo al argumento de los costos y apelando a la hipótesis de que el capital no genera valor. ¿Y cómo lo hace? En dos parrafitos citando a Adam Smith y a… ¡Bohm-Bawerk! En pocas palabras dice que “hasta un ultra ortodoxo como Bohm-Bawerk lo admite”
    ¿Tengo que entender como cinismo su conducta? Cita la crítica de Bohm-Bawerk a la idea de que el capital crea valor, y no cita la base de esa crítica que es parte de su refutación a la misma teoría de Marx. Hacer eso es como resucitar a Ptolomeo diciendo que hasta el ultramoderno Einstein no cree en el espacio euclideano de Newton y porque revive la idea de que existen los lugares.
    Mejor lo cito porque, aunque se trate de un mero artículo de divulgación, lo de Kicillof es simplemente tramposo:

    «Lo más curioso es que -incluso- esta perspectiva no logró siquiera convencer a algunos de los ortodoxos más recalcitrantes, como el austriaco Böhm Bawerk que en 1884 decía al respecto: “Atribuir al capital una virtud literalmente creadora de valor signifi ca tergiversar fundamentalmente la esencia del valor, de una parte, y de otra, la esencia de la producción.” (Capital e interés, p.156) »

    Luego de esto, el silencio. En ningún momento advierte al lector que Bohm-Bawerk es el principal refutador de Marx, y que si hay que contestarle a alguien, es a él. Hace pasar al pobre austríaco por quien no es: alguien que rehabilitaría la idea de que el capitalista es un explotador.
    Yo pensaba que Kiciloff recurriría, al menos, mal o bien, a los debates contemporáneos sobre la teoría del valor de Marx, donde se intenta revivir la teoría del valor de varias formas diferentes, y los economistas neomarxistas están en conflicto unos con otros en sus diferentes intentos. Pero no, nada de eso. Retrocede hasta antes de Marx. ¿Conoce Kicillof estos debates? ¿Les presta atención? ¿O su mejor fundamentación de la TLV son unas citas a Adam Smith? Me imagino que no, aunque venda eso en ese artículo.
    Para peor, luego comete otra falacia de autoridad citando a Keynes, lo cual es suicida porque, en sus Ensayos sobre la persuasión, Keynes llegaría a decir que El capital era “un manual obsoleto” que encontraba no sólo “científicamente equivocado sino además sin interés o aplicación para el mundo moderno”.
    En fin, por lo que ahora leo que decís, Nicolás, la cosa no sería tan así, y fundamenta, en otras partes, de manera diferente a Marx. Más allá de la discusión sobre su honestidad intelectual, que ciertamente pongo en duda, repito y resumo mis dudas en dos preguntas: ¿es Kicillof marxista? ¿Y cómo?

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      • Hola Jorge! Sin entrar en detalles, el país que construyeron les va a empezar a llover, y a nosotros nos van a culpar de cada gotera. Saludos!

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  14. Perdón, hubo una confusión! ¡No sé por qué pensé que el artículo era de Nicolás! XD Pero ahora veo que es de Adrián. Tema aparte, y aprovechando que me dirijo a vos, Adrián, acordate que me debés una dedicatoria! ;o)

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    • Efectivamente, no lo conozco a Kicillof ni estoy familiarizado con sus trabajos académicos o su desempeño como profesor, así que no puedo opinar al respecto más que conjeturar que seguramente estemos en polos opuestos.

      Sí creo que lo que esta haciendo con el gobierno es muy costoso y dañino. No se si no saben medir, entender o directamente no les importan las consecuencias de sus modos y decisiones.

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      • Hola Nicolás!
        Me temo que me quedo con la tercer posibilidad. Es más: no sé si hay una cuarta: que deseen esas consecuencias. Al fin y al cabo ¿no son marxistas?

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      • Ahí es donde tengo que diferir. Esta gente sabe lo que hace, o al menos cree saberlo. Avanzan según sus ideales marxistas bien trabajados y esperan unos resultados que a nuestro juicio no alcanzarán.

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      • Jajaja, y aclaraste que pedí mi mención, jaja! Acordate que esta inspiración fue desencadenada esencialmente ¡por un solo alumno! Un testarudo al que encontraste haciendo gráficas y objeciones en un pizarrón 🙂 No me acredito la solución que esbozaste, pero sí haber descubierto el problema! 😉

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  15. Bienvenido Pablo! Sin duda, a este blog le faltaban tus comentarios y reflexiones!

    Como siempre… preguntas difíciles… lo que se necesita para encontrar nuevas respuestas y nuevas ideas para nuevos artículos…

    A ver si ayuda mi reflexión sobre esto: El artículo lo escribí con lo poco que conozco de Kicillof. Fue mi profesor durante un cuatrimestre y lo he seguido, leyendo sus libros y con algunos intercambios por mail. Entonces, comenzando por el final, Kicillof es marxista. Pero como sabrás, hay tantos tipos de marxismo, como tipos de keynesianismo.

    Acá dejo un link de otro marxista como Rolando Astarita, analizando críticamente lo que se viene haciendo con YPF. https://rolandoastarita.wordpress.com/2012/04/21/la-estatizacion-de-ypf/#comment-4388

    No es que Astarita rechaza la nacionalización, pero incluye muchas notas afirmando que la cosa no ha cambiado mucho con esta decisión!

    Al igual que Kicillof, Astarita también ha escrito bastante sobre keynesianismo. ¿Cómo compatibilizan a Marx con Keynes? Bueno, me imagino que no lo compatibilizan. Simplemente se ocupan de estudiar un enfoque y otro, y sacan sus conclusiones.

    Por lo demás, pienso que Kicillof no es capitalista. Desde el momento en que ingresan a la política, abandonan el mundo puro académico, y luchan por revertir las tendencias. En la mente de Kicillof está la idea de revertir la tendencia iniciada en 1991 con la ola de «privatizaciones salvajes», y el futuro dirá hasta dónde puede llegar. Quiero creer que está claro que los factores de la producción no llegarán a estar en manos del Estado, y que el socialismo ideal está lejos de sus proyectos, pero todo dependerá de la reacción social que se genere con cada política que se vaya tomando. Cerré mi artículo diciendo que esto es sólo el comienzo. Hoy ya se habla de un estadio con 100.000 personas apoyando el modelo y estas políticas. También se habla de un cambio en la constitución, aunque aclaran que no buscan una nueva reelección. La estrategia es ir avanzando y ver… pero si nada los detiene, Argentina teminará en el socialismo.

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    • Adrián, gracias por la bienvenida. No sé cuán útiles puedan ser mis comentarios, pero bueno, aquí van. En cuanto a las preguntas difíciles que den nuevas ideas para nuevos artículos… mmm… nah, no te preocupes, no te voy a molestar con más dedicatorias 😉

      Coincido con lo que decís sobre las diferentes corrientes del marxismo, pero hablar de marxismo no es lo mismo que hablar de keynesianismo. El marxismo es (o intenta ser, y lo logra con el leninismo) una cosmovisión filosófico-política sobre el mundo. Un mundo del cual el mismo marxismo se autoconsidera destinatario político y único verdadero intérprete. Esto que digo no es un detalle: el marxismo no es una doctrina a la que se pueda adherir sin quedar implicado en un movimiento, ya que es antes que nada la causa políticamente revolucionaria en pos de una revolución social. Los marxistas se disputan entre sí ser los verdaderos representantes de una iglesia sin herederos (y su religión es bastante celosa: son protestantes hasta que tienen algo de poder, y ahí todos quieren ser papas, jaja). Sólo dos criterios tienen para poder comprobar ante los demás quién es el “verdadero marxista”, y oscilan entre ellos: el éxito político para perjudicar las sociedades con clases sociales, y ante el fracaso lo único que les queda es la fidelidad a la letra de los mentores ideológicos de la doctrina.
      Todos los demás intelectuales que no quieran este camino tienen que ser marxianos, no marxistas, y por ende no estar involucrados. Ser realmente marxista es ser un intelectual orgánico, estar “comprometido” con la finalidad del marxismo y no con su validez, ya que los criterios de validez están en el éxito del movimiento y jamás en la corroboración teórica y/o empírica (hace poco escribí un post sobre esto). Por eso es una “filosofía de la praxis”. Los maoístas son los que tienen más claro este hecho.

      Pero bueno, vuelvo de estos divagues. Astarita es, para mí, más respetable que otros neomarxistas por dos razones. Primero, porque realmente cree en el marxismo, y por suerte no como un pragmático leninista (aunque lo pretenda con su retórica revolucionaria) sino como científico. Intenta encontrar verdadero el marxismo para poder justificarlo. Eso lo separa de gente más cínica y fanática (y a mi entender más auténticamente marxista) que justifica el marxismo per se e intenta utilizarlo como verdad ante sus militantes.
      Segundo, porque no es lo que parece ser Kicillof. Axel pareciera ser un pragmático, sí, pero no revolucionario, sino un oportunista político al que no le importa si se llega a la destrucción socialista de la sociedad burguesa o a la concreción de un modelo neokeynesiano de “capitalismo nacional”, siempre y cuando él la siga pasando bien, en cualquiera de los dos casos, como parte de alguna burocracia política. Pero bueno ¿te parece que encaja su perfil con esta descripción?
      Sobre Astarita, suponés bien, ya que su lectura de Keynes es sincera: para él no se puede hacer una relectura marxista de Keynes. En su libro Keynes, poskeynesianos y keynesianos neoclásicos, Astarita afirma taxativamente que “en su sistema [el de Keynes] el salario no está relacionado con el valor de la fuerza de trabajo, sino con la productividad marginal, por lo cual no hay lugar para noción alguna de explotación”. O sea, Keynes parte del marginalismo. Se pone contra la Ley de Say y en muchas cosas incluso es preclásico (o sea, contrario a Marx en eso), y hasta mercantilista, pero no deja de aceptar la revolución marginalista, cosa curiosa. Convengamos que Keynes tuvo varias nociones geniales, erradas o no, pero que como economista sistemático dejaba mucho que desear.

      Los economistas neomarxistas, para Astarita, pueden utilizar instrumentos macroeconómicos keynesianos que Marx no había concebido, y que según él serían sin embargo compatibles con la teoría marxiana. La cuestión es, a mi entender, que podrían haber encontrado muchos de estos conceptos en doctrinas que no presumieran el desequilibrio en el mercado capitalista, mientras que no se deduce de una observación similar sobre la tendencia al desequilibrio el que el keynesianismo pueda proveer de los mismos. De hecho la idea que tiene un marxista de la génesis y crisis del capitalismo no es la de un proceso en cualquier momento del tiempo (o sea: una tendencia iterable), sino la de una suerte de ontogenia, o sea, la de un desarrollo, con inicio y final, como la que podría tener un organismo vivo individual, cuyas etapas consecutivas de su desarrollo son específicas a un momento en el tiempo y que van ligadas a circunstancias endógenas. En el marxismo estas circunstancias deberían ser tecnológicas, cuyo carácter intrínseco las haría irreversibles, y por ende no podrían estar atadas a la “determinación” de “políticas activas”. Y acá es donde creo que la economía marxista hace agua por sus premisas sociológicas: la tecnología, las fuerzas productivas, siguen su curso, mientras que el capitalismo pasa por muchas crisis pero parece que está siempre en el mismo lugar, y entonces ¿qué pasó con las leyes históricas que lo arrastran? Ni siquiera se puede utilizar la referencia (ya de por sí aislada respecto a la tasa decreciente del beneficio y la concentración del capital) de las crisis. Las crisis cíclicas, tanto en su intermitencia como en su intensidad, no van en aumento. Afirmar, como hacen muchos marxistas, que el capitalismo es “ingenioso” (confundiendo, como bien observaba Mises, el sistema capitalista con los factores de poder que podría desarrollar a costa del mismo) y que mediante el Estado puede dilatar su descomposición, sólo tendría sentido si se admitiera que tal cosa disminuye su productividad. Pero algo muy distinto es afirmar que la productividad pueda así ser aumentada incluso luego de otras crisis cíclicas, y que esa productividad, para colmo, pueda superar, como de hecho hizo, a la de los regímenes socialistas (ya que paradójicamente así explican los marxistas, exógenamente, las tendencias internas del socialismo al colapso económico y la regresión política).
      Es tan distinta esta afirmación que implicaría aceptar que existe un completo nuevo sistema social (que ya no sería propiamente capitalista) y que las leyes del desarrollo del capitalismo ya no son válidas para el mismo. Pero hacer eso y seguir siendo materialistas históricos les exigiría convertirse en socialdemócratas (les quedaría volverse idealistas en sus términos, o sea, pensar que no hay más rumbo histórico que el que generan las ideas que llegan al poder, y que la fuerza no está determinada sólo por el éxito económico sino también por el éxito cultural y el poder que da la fe política). Los críticos liberales del modelo de capitalismo regulado no tienen tantos problemas: pueden afirmar –ya que son capaces de estudiar como dos sistemas económicos separados al poder estatal y al mercado libre– que el orden keynesiano se trata de una combinación de liberalismo con planificación sobre una economía de capital privado. A los marxistas se les complica.
      Como sea, tomar elementos de Keynes sólo porque llega a conclusiones similares es hacer más ideología que economía. Sería como intentar buscar en la macroeconomía del trabajo de Friedman elementos que validen la macroeconomía del capital de Hayek, sóla y únicamente porque ambos concibieron una tendencia al equilibrio.

      Volviendo a Kicillof: ¿pensás, entonces, que está tan desquiciado de intentar llegar al socialismo químicamente puro? Si es así, y lo pregunto casi como quien no tiene idea de qué cosa tienen estos tipos en la cabeza: ¿creés que los K llegarían a intentarlo como consecuencia de una suma de estatizaciones consecutivas realizadas para “solucionar” las reacciones adversas que las empresas privadas van a ir mostrando frente a los controles y la inflación? ¿O acaso quieren llegar ahí desde el vamos, profundizando las crisis para luego poder justificar la socialización completa de la economía mediante la estatización general?
      A ver si se entiende por qué lo pregunto, ya que decís que preferís creer que el socialismo ideal está lejos de sus proyectos, pero que pensás que sólo estará cerca o lejos de éstos dependiendo de la reacción social que se genere con cada política que vayan tomando, y eso me deja el interrogante: ¿considerás que cuando las reacciones ya no sean anti-mercado (o sea, cuando la opinión pública se libere del adoctrinamiento socialista de casi tres décadas) los K van a cambiar de rumbo para no perder al electorado? ¿O que van a seguir este rumbo a como de lugar, y lo van a tener que cambiar cuando se enfrenten a una rebelión popular que les haga su poder político insostenible?
      Insisto con esta pregunta porque son dos cosas muy distintas. Obviamente en cualquiera de los dos ejemplos esto terminaría con Cristina refugiándose en El Calafate, siendo que todo el movimiento político que está detrás del FPV perdería toda su fuerza si hay un cambio de rumbo. La diferencia, sin embargo, no es moco de pavo: en el primer caso se irían para evitar un baño de sangre; en el segundo se irían luego de un baño de sangre . Y tal vez ni siquiera con eso, a menos que se trate de su propia sangre.
      No hay que olvidar que todo este movimiento está edificado sobre una ideología que es una suerte de mistificación de todas las izquierdas, una idealización amalgamada que va del populismo al foquismo. Para ver que cada vez más depende de ella basta con observar cómo progresivamente este gobierno necesita de las jefaturas militantes de La Cámpora en los puestos políticos, ya que están enganchados a la ideología por fanatismo o por interés (y digo interés puesto que salirse de ella implicaría perder toda credibilidad entre sus más cercanos).
      Sé que muchos liberales piensan que esta gente son guevaristas despiadados que no van a parar hasta la victoria, aunque tengan que armar muros de Berlín con el doble de cemento y paredones con el doble de cadáveres, pero yo lo pongo en duda. Me parece que son una imitación geriátrica de Montoneros, y que los pesados no son los pendejos de La Cámpora sino los batallones de D’Elía. Y los criterios de estos últimos están más relacionados con el estómago que con el comunismo. Si el “modelo” entra en crisis, no va a haber tiempo para convertir la Argentina en una economía de subsistencia como Cuba. A cada estatización va a haber más privaciones, menos yerba, menos carne, menos milanesas, y ni digamos menos LCDs o fútbol para alguien. La transición va a implicar hambre y un caos social generalizado. Por más anticapitalista que se vuelva este gobierno, los movimientos como los de Luis van a retraducir sin dificultad el empeoramiento de las condiciones de vida como una consecuencia, si bien no de las acciones de este gobierno, sí de sus omisiones. Y eso haría imposible llegar al socialismo, a menos que lo haga algún frente izquierdista que a su vez derroque a este gobierno.
      Insisto, lo que decís no es joda. Si Argentina termina en el socialismo, el carácter totalitario del movimiento kirchnerista podría abarcar a toda la sociedad, partido único de por medio. La idea obviamente aterra, pero no creo que puedan llegar a concretarla. Creo que todavía más me asusta lo que va a hacer imposible que suceda, ya que va a provenir de las mismas bases en nombre de las cuales se construiría. Por supuesto, si se llega a una socialización completa, no va a haber espacio económico alguno para la resistencia de nadie, sea de izquierda, centro o derecha. Y no es necesario leer Road to Serfdom para darse cuenta por qué, porque basta con los ejemplos del Tercer Reich y la Unión Soviética.
      Insisto: no creo que quieran llegar hasta ahí, porque muchos antes los “Barrios de Pie” van a prender fuego el país y a ellos dentro, salvo que Kicillof les prepare rápido un avión.
      Pero como sea, si lo que decís es cierto, creo que algo los va a parar, y va a ser la anarquía.
      En cuanto a lo de la Constitución, dada la caída de la popularidad de los K, tendrían que tomar alguna medida demagógica más, parecida a esta última con YPF, para aprovechar de inmediato intentar una reforma constitucional con apoyo de la mitad más uno, y así poder privar de derechos de propiedad a todos, especialmente a la mitad menos uno.
      Bueno, perdón por lo largo de mi reflexión. Tenía que escribir mucho, para variar! You asked for it 😉

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  16. Interesante Pablo, aunque quizás mi mensaje fue confuso. Intentaré aclararlo, aunque debo decir que este no es mi campo de especialización, y la experiencia me dice que cuando opino públicamente en estos temas, después me arrepiento.

    Mi opinión es que Cristina Fernandez de Kirchner, la Cámpora y Kicillof no piensan igual, pero hoy los tres apuntan en un mismo sentido, en revertir el noventismo.

    Hasta donde conozco a Kicillof -por sus clases y libros- es marxista. Pero está claro que el marxismo, en cualquiera de sus formas, no tiene una receta a través de la cual va a socializar los medios de producción. El Capital de Marx no la ofreció (quizás el Manifiesto Comunista sí), por lo cual tenemos a cada marxista con un libreto diferente.

    Concluí mi artículo (el del post) diciendo que esto era sólo el comienzo. Me parece que en los próximos años vamos a ver una profundización del modelo, «pero» la misma tendrá al menos tres límites:
    1. El kirchnerismo. Veo al kichnerismo como un gobierno de centro izquierda, pero no marxista. No creo que Cristina Fernandez de Kichner avale el socialismo «científico» de Kicillof.
    2. Asumamos que Cristina se convence con el mensaje de Kicillof y quiere profundizar el modelo hacia el socialismo. El segundo límite es la gente. Los partidos políticos de izquierda nunca tuvieron más de 5 % de votos en las elecciones. No creo que la gente avale esta transformación.
    3. Asumamos que la multitudinaria convocatoria que está por hacer el gobierno le da fuerza y consenso a esta transformación. Ahí aparece el límite económico. En cuanto avancen con medidas más profundas, la economía dará su veredicto.

    Ya mismo se observan conflictos sociales en todo el interior del país por los ajustes salariales que los sindicatos pretenden acompañen los niveles de inflación. Me parece que el gobierno logrará sortear estos problemas, pero en 2013 el problema será más profundo. Si no controlan el gasto, la emisión tendrá que ser mayor y la inflación también, con todos los conflictos que ello trae aparejado.

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  17. Esta nota de La Nación califica a Kicillof de keynesiano. Independientemente de ello recomiendo el video, donde Kicillof resume sus argumentos en favor de la nacionalización de YPF. (http://www.lanacion.com.ar/1468538-el-joven-y-polemico-cerebro-keynesiano-detras-de-la-nacionalizacion-de-ypf)

    Como comentario adicional: No dejo de sorprenderme por estos «periodistas» que solo preguntan para permitir que el entrevistado haga su punto, pero nunca plantean una pregunta incomoda. Mi punto es que YPF o Repsol dejaron de invertir cuando percibieron que «bajo este modelo» hundir fondos es una mala decision.

    Por ultimo, y volviendo sobre el intercambio con Pablo, el propio Kicillof explica en este video que el gobierno no esta dictandole a todas las emrpesas lo que deben hacer. Pero aclara que eso «no es posible» dada la estructura actual del Estado, mas no piensa que seria un error.

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  18. Pingback: Respuesta a Axel Kicillof: “El problema es el modelo K, no el mercado” « Punto de Vista Economico

  19. Hola, gracias por sus comentarios tan interesantes, pero preocupantes. Soy argentina y economista, y actualmente vivo en el exterior. Yo empecé estudiando economía en México en una universidad privada liberal pero tuvimos varios cursos de marxismo y vimos a Mao, Lenin, etc. (porque dependiamos de la UNAM, que siempre tuvo una línea marxista, pero ahora más neokeynesiana), junto con cursos de historia del pensamiento económico, microeconomía y macroeconomía con el modelo de la Demanda Agregada e IS-LM.Cuando fuí a Argentina en los ochentas, tuve que dejar todos mis libros de Marx etc. porque el gobierno militar los consideraba subversivos e ingresé a la Universidad del Salvador porque había más independencia académica que en la UBA. Ahora veo, que como por venganza, volvieron a enseñar el marxismo con todo. Estudié parte de un posgrado en Harvard, donde se estudian todas las ideas económicas a profundidad, muchos post-marxistas se desarrollaron ahí. Ahora vivo en México y doy clases en la Universidad Anáhuac. Aquí el enfoque marxista es como una historia del pasado, debido a que hasta la misma UNAM se dio cuenta que los principios marxistas no preparaban bien a sus egresados para sus funciones en el sector público y privado. También tuvimos una corriente liberalizadora en los noventa, debido a los excesos del sector público en los ochenta, en especial 1982, que dejaron una deuda externa terrible. Contrario a Argentina, el consenso acá es más liberal, la gente se cansó de los excesos del gasto público y la corrupción asociada con los mismos. La línea de los partidos mayoritarios es de esquemas mixtos, sector privado-sector público, que se ve en la Reforma Energética del 2008. Por eso hubo mucha indignación por la expropiación de Repsol, dado que Pemex es propietario del 10% de Repsol. Hay una postura pragmática, ¿que sistema o mezcla de sistemas económicos, logran los objetivos económicos? Y la respuesta es mayor participación del sector privado, en términos de la demanda agregadá, más C, I, en especial X y menos G. También por lógica, G se quedó sin recursos, sin banco central que lo financie (en México es autónomo), si quiere emitir bonos tiene que ser confiable, y no puede apretar más a la sociedad con más impuestos.

    Por otro lado, no entiendo cómo se puede confundir una posición marxista, donde se elimina la propiedad privada e involucra muchos cambios sociales, religiosos y políticos, con la posición keynesiana que yo la consideró una explicación de cómo el estado puede intervenir en un sistema capitalista, sin eliminar la propiedad privada, cuando la economía está en recesión o depresión. Después de que se resuelva el problema, volvemos a los efectos multiplicadores, de I y de X, en especial, I privada, ya que en la época de Keynes los países estaban bastante cerrados.

    Por eso no entiendo como una expropiación se puede plantear cómo un método keynesiano de intervención estatal, y por eso plantear que Kicillof es «keynesiano» (????). También hay que recordar que Keynes, perdió y ganó en la bolsa de valores, por lo tanto valoraba sus acciones empresariales.

    Me preocupa este camino hacia el socialismo-marxista cuando se ha visto su fracaso en la ex-URSS, China, Cuba (los Castro están tomando otro camino-ver la inversión hotelera española), Europa Oriental. ¿Quién queda?: Corea del Norte que realmente es una dictadura. Otra reflexión que me gustaría saber la opinión de Uds. ¿por qué los sistemas marxistas stalinistas o maoistas se convierten en dictaduras despiadas? No olvidar la muertes de Koba y de Mao.

    Otra reflexión:¿Cristina va a permitir que sus asesores la aislen del mundo, que Argentina se convierta en pariá internacional ¿Se puede pelear con todo el mundo? (la información que sale en Argentina no refleja todo el enojo internacional, y los comentarios que hacen sobre la presidenta: «es hormonal», «destruye puentes», «es caprichosa»). ¿Puede jugar tanto con el nacionalismo, cuando en México la embajada argentina manda informes de su promoción de inversiones mexicanas en México? Cristina ha visitado varias veces el país y se encuentra con empresarios mexicanos, entre ellos Slim que tiene fuertes inversiones en telecomunicaciones en Argentina. Argentina necesita ingresos de sus exportaciones, ¿podrá seguir la política hipócrita de Chavez, que ataca a EUA pero recibe feliz sus ingresos de sus ventas de petróleo en crudo y de sus gasolineras en el norte? Hay que recordar que muchos países marxistas recibieron apoyó soviético, Rusia está en otro canal.

    Los argentinos van a aceptar la eliminación gradual de la propiedad privada? ¿El quiosco de la esquina, los restaurantes también van a ser acusados de «burgueses capitalistas»?

    En la universidad tenemos todos los escritos de Keynes en una edición especial, pena que no se la puedo mandar a Kicillof. Voy a leer sus libros, pero espero vuelva a leer a Keynes, y nos brinde mayor congruencia. Gracias

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    • Hola doctor adrián… mi nombre es jesús y soy de México; la razón por la que llegué a tu sitio es debido a que estoy terminando mi maestría en economía y mi tesis la estoy haciendo sobre un modelo de Curva de Phillips aceleracionista para México; y pues hasta ahora me doy cuenta de q existe un modelo por parte de la escuela austriaca lo q me remitió a tu sitio =P… bien pero ahora no pude evitar ver este blog y comentar acerca de este artículo. En primer lugar y respondiendo a Isabel creo q tiene razón en su perspectiva sobre México, más no así sobre lo q es el Keynesianismo, el modelo IS-LM se aleja mucho de lo q es Keynesianismo; más bien creo q son trozos mal pegados de la teória general e interpretaciones convenientes por parte de la ortodoxia; yo he leído a Keynes y basicamente a los post keynesiano los cuales creo q son los q más se asemejan en sus ideas originales (ejem robert skideslky, davidson) creo q esa linea sigue Axel kicillof. Como segundo punto y bastante importante, leyendo tus comentarios veo q eres bastante crítico del modelo económico en Argentina, pero en México tenemos un modelo de libre mercado, bueno ese modelo ha sido un desastre para México; tenemos 52 millones de pobres, el PIB ha crecido a menos del 2% en los ultimos 20 años pero si tenemos q la población crece al 1.8% esto termina siendo un crecimiento casi de 0%; dependemos del sector terciario, no hay industria. Anteriormente teniamos un modelo parecido al argentino y México creció al 7% fue nuestra «época dorada» ahora somos dependientes del crecimiento de EU. Actualmente he estado leyendo sobre el proceso latinoamericano y no sé q pienses pero como economista no veo mal q Argentina crezca al 9%,es más me parece excelente, lo mismo pasa con Ecuador, Brasil, Bolivia, Perú, Venezuela, Uruguay los cuales tienen altas tasas de crecimiento… y hay algo más interesante aun; excepto Perú todos esos países han tenido gobiernos interventores (claro con sus diferencias). Argentina por ejemplo estaba en la lona en 2002 y 10 años después ya tiene un PIB per cápita más elevado q el de México =S. Ahora bien doctor Adrián ¿Cómo se puede refutar q el modelo no funciona sí es que las cifras nos dicen lo contrario?… Por otro lado a mi juicio es interesante q alguien como Axel este enfrente de la economía (quizá tmb porq no es mi país lo vea así); pero vi su discurso y me parecio el de un Keynesiano puro, seguramente pocos casos así se encuentran en el mundo (sino es q el unico); realmente quede impresionado porque vi su CV y todos sus estudios los hizo en argentina; lo que me da a pensar q los economistas q estudian fuera de LA tal vez no entiendan la realidad en la que nos encontramos; tal vez quieran importar ideas que simplemente no se pueden aplicar en LA; ejemplo en Argentina Cavallo y en México pfff Carlos Salinas, Carstens, etc,. por eso creo q alguien con ideas diferentes a las dominantes se encuentre dirigiendo una economía nos dará luz para contrastar cual modelo funciona mejor….

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  20. Gracias Isabel, por compartir tan interesante feedback.

    Comparto que es un error confundir la motivación marxista con la keynesiana. No me sorprende que en los medios esto salga confundido; pero hay dos puntos que creo pueden explicar esta confusión. Por un lado, keynes estaba a favor de una nacionalización/centralización de la inversión, y por el otro en la medida que estas medidas tengan la inspiración de realizar inversiones o dar empleo, puede tener un tinte keynesiano,

    Una diferencia que va a ser interesante con Chavez es que este tiene recursos, y sino digo PDVSA le aporta fondos. Dudo mucho que los funcionarios a cargo de YPF puedan revertir el alto déficit energético. Mientras Venezuela puede exportar, Argentina debe importar.

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  21. Muchas gracias Isabel por compartir tus reflexiones. Estoy un poco apurado, pero sólo quería resaltar que Kicillof maneja muy bien la literatura de Marx y Keynes, y que nos los confunde. Como menciono en el post, suelo recomendar sus libros a los estudiantes, porque muestran justamente un muy buen manejo de sus obras completas. Por lo demás, en relación con Repsol-YPF recomiendo la lectura del post de hoy, que continúa trabajando sobre esta temática.

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  22. Gracias Jesús por compartir sus reflexiones! Tres comentarios:
    1. Me alegra su interés por la Curva de Phillips de pendiente positiva. Si necesita material sobre el tema escríbame a aravier@ufm.edu
    2. Coincido en que el modelo ISLM se separa de la economía de la incertidumbre y el desequilibrio de Keynes. Axel Leijonhufvud precisamente se ha caracterizado por responder a la pregunta: ¿Qué han hecho los modernos con Keynes? Pero si bien Kicillof coincide con Leijonhufud en su crítica a la síntesis neoclásica keynesiana, también se distinque de este autor en otros puntos. Su libros sobre «Los fundamentos de la Teoría General» expone estas diferencias.
    3. Es una buena pregunta la que hace, y he intentado responderla en varios artículos y posts. Para decirlo brevemente, desde que China se ha convertido en la fábrica del mundo, América Latina ha encontrado una oportunidad única para su desarrollo. Independientemente de las políticas que se apliquen, prácticamente todos los países crecen a tasas similares. Sin embargo, me parece que algunos países están aprovechando la oportunidad y otros no.
    No coincido en que toda latinoamérica ha tomado un mismo camino de intervencionismo para alcanzar este desarrollo. Veo más bien a Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina con un modelo cerrado, y al resto de los países con un modelo abierto. En este sentido recomiendo el Index of Economic Freedom.
    Para el caso argentino, hay que decir que el crecimiento al 9 % no es real. El gobierno reconoce una inflación de un dígito cuando todos aquí sabemos -incluso el gobierno- que la tasa de inflación supera el 20 %. Esto ha generado la sobredimensión de todas las estadísticas y muchos creen una irrealidad que no se observa en la calle. Lo que sí es cierto es que Argentina se ha recuperado de la crisis de 2001/2002, y hemos vuelto a un nivel de PIB per cápita similar al pico de 1998 (medido en dólares), pero las dificultades empiezan precisamente ahora, cuando debemos avanzar hacia un mayor desarrollo de la estructura productiva. Sin inversión esto no será posible, y muy pocos, a mi modo de ver, están interesados en hundir capital en este país.
    Respecto a México, me costaría hablar, puesto que no he estudiado el caso, pero sí he leído literatura que muestra que el Nafta ha sido positivo para su desarrollo, aunque insuficiente, considerando los problemas estructurales que este país presenta, al igual que el resto de Latinoamérica.
    Para concluir, me parece que sólo podremos evaluar las políticas kirchneristas dentro de 10 años, cuando tengamos un completo panorama del impacto real de las políticas que se vienen tomando. Como sabe, y el caso de la Curva de Phillips resume tan bien, las políticas tienen efectos de corto plazo que pueden revertirse en el largo plazo.

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    • Gracias por la visita Jesus.

      Agregaría, para completar, dos cosas:

      1-. Crecimiento económico no es «aumento del PBI,», sino «aumento del PBI pontencial.» En otras palabras, aumentos de la PPF o de la oferta agregada de largo plazo. No me atrevo a hablar de otros países, pero en Argentina parece haber lo contrario a genuino crecimiento económico, y

      2-. lo importante no es tanto el valor del PBI como su composición microeconómica. Una economía sana implica aumentos de PBI, pero aumentos de PBI no implican una economía sana. No se sigue que de «observar aumentos de PBI» entonces «hay una economía sana.» Este es un error muy común en los medios y en no pocos economistas. Entre otros motivos, puede haber aumentos del PBI a base de consumir capital (por ejemplo de infraestructura). A modo de ejemplo, la argentina aumento su PBI de energía no a base de tener una PPF energética mayor, sino de consumir su capital al punto tal que el gobierno terminó expropiando a una de las mayores empresas del país para cubrir el déficit financiero que le produjo el consumo de infraestructura en ese sector. El PBI-k argentino refleja más consumo de capital que incrementos de capacidad productiva.

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      • Gracias por sus comentarios. Jesús entiendo tu desilusión sobre algunos efectos negativos de las medidas liberales, pero México tiene una estabilidad cambiaria que no se veía en años, una inflación controlada, una política monetaria autónoma, y una política fiscal equilibrada (agregó un sector exportador dinámico). Todo lo anterior lleva a que desde 1994 no hay «crisis sexenales» que tu bien conocés. Concuerdo que es un logro incompleto debido a que no se han resuelto los problemas de desigualdad, educación, salud, etc. Sin embargo, creo que eso tiene que ver con muchos problemas estructurales: corrupción, los sindicatos intransigentevs hacia la modernidad (ej. Elba Esther en Educación, los de Pemex en cuanto a infraestructura), la diferencia de desarrollo entre regiones, etc.. También el mal uso de los ingresos de Pemex, que no se reinvierten ni en el mismo Pemex. Pero volver a la alta participación del estado del PRI de Echeverría y López Portillo? Nos llevó a una crisis de una década, la década pérdida de los ochenta: deuda incontrolable, devaluaciones, inflación galopante, salarios reales a los suelos. Te recomiendo ver el video de Krauze sobre Portillo (toda su serie sobre la presidencia imperial). Por eso se da el cambio al neoliberalismo en los 90, pero concuerdo hubo errores graves pero también aciertos. Podía estar todo en manos del estado? Ya no había recursos, se quedaron sin dinero? Había un cabaret que pertenecía al estado, el papel, el café, y otros.Los resultados fueron negativos, precios altos, mal servicio, baja producción.
        Volviendo al tema de Keynes, realmente Kicillof es un verdadero keynesiano? Keynes no apoyaba la eliminación de la propiedad privada, aunque apoyará ciertas nacionalizaciones, para mi es la intervención del estado en diferentes grados en un estado capitalista. Lo que me preocupa es que camino realmente quiere Kicillof? Volver a los planes quinquenales de la Unión Soviética es camino al progreso? Nacionalizaciones y expropiaciones a lo Cuba? Veamos sus resultados, fueron negativos, son negativos. Han viajado a Cuba, no a Varadero sino al centro del poder? Yo realmente no quiero vivir enc estados donde además de ser todo estatal, me indiquen que comer, que películas ver, que libros leer, que períodicos leer, que televisión ver. Es que finalmente es lo que pasa con estos estados, se vuelven totalitarios despiadados. Vean lo que pasó en el muro de Berlín, en Alemania Oriental. No sólo es nacionalizar, es imponer toda tu forma de pensar a todos los individuos, y yo voto por la libertad y la modernidad. Que lugar tienen facebook, el Internet, Apple en este mundo? Para mi es un mundo del pasado. Ahora si creo que los extremos del liberalismo son negativos, para mi el capitalismo contesta bien el qué y cómo, asigna bien los recursos, pero no sirve en la distribución, o más bien no se mantiene la libre competencia se forman oligopolios y monopolios (Slim en México, Jesús) que distorsionan el libre mercado. Mi tesis doctoral toca el tema de las fusiones y adquisiciones en la banca en Argentina y México y el tema de eficiencia y concentración. En fin, yo creo más en una tercera vía, entiendo que hay ciertos sectores claves como el agua, que los tiene que manejar el estado, pero la cafetería de la esquina, la taquería, los hoteles, las PYMES, las emrpesas, la universidad, los medios tienen que ser libres. Entiendo que el equilibrio entre sector privado y público es díficil, pero después de lo que pasó en la URSS y Europa Oriental voto por la libertad. Recomiendo el libro de Boyer – The influence of Keynes on French policies – Past and Present, habría que recomendarselo a Kicillof por los errores de interpretación e ejecución que se cometieron. Saludos.

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  23. Un punto adicional, no tendríamos que ver más como modelo a Brasil, que acumula tanto que le presta a Europa? El modelo de Petrobras es un ejemplo.

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    • Jesús, no entendí tu discrepancia. La teoría de la DA keynesiana e IS-LM están ligadas, hasta las trabajas gráficamente ambas. IS-LM es de Hicks, pero se apoya en los conceptos keynesianos, lo vemos con Mankiw etc.

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  24. Isabel, Kicillof es un experto en Marx y en Keynes, pero lo que conozco de él me dice que es marxista. Coincido con algunas de tus apreciaciones sobre México, pero insisto en que no conozco el caso y sólo me guío por algunas lecturas.
    Respecto a Brasil hay que decir que comparado con Argentina y Venezuela, sigue una línea bastante más liberal. Es la única economía grande de Sudamérica que no ha expulsado abiertamente al capital y de hecho ha logrado atraer varios miles de millones de dólares que son la base de su desarrollo. Pero soy crítico de sus políticas desarrollistas. Aquí aparece una de las diferencias centrales entre la teoría económica y la historia económica. En el primer caso, todo es ceteris paribus, y podemos ofrecer cierta causalidad a cada política. En historia económica, y en este caso al hablar de Brasil, la evidencia empírica por sí sola no nos va a ayudar a saber si Brasil crece «por» sus políticas desarrollistas o «a pesar» de ellas. Yo me inclino por lo segundo, y tengo una teoría económica para ofrecer los motivos de lo que pienso. De ahí la necesidad de desarrollar una teoría «a priori» de la eviendencia empírica. Este es uno de los puntos fuertes de la teoría austriaca.
    Por último, sabrás que Keynes tuvo muchos seguidores, pero hay muchos desacuerdos entre ellos. La síntesis neoclásica de Hicks-Samuelson, puede tomar la filosofía política de Keynes en cuanto al intervencionismo, pero se aleja de la filosofía de la incertidumbre y el desequilibrio que están presentes en la Teoría General y la obra de Keynes. Otros teóricos keynesianos buscan más la esencia de la incertidumbre de la obra de Keynes. Estos autores me parece que se acercan un poco más a los austriacos,en cuanto a su filosofía. El punto de conexión ha sido estudiado por Gerald O´Driscoll y Mario Rizzo en «La Economía del Tiempo y de la Ignorancia.»
    Te paso un artículo que puede servir (http://www.econ.uchile.cl/uploads/documento/4c4ed74e9efe9f91fb100963675c0ee8bbdeff0e.pdf)

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  25. Muy interesante el artículo. Con esto de la nacionalización de YPF, Kicillof se volvió tema de discusión internacional.

    En lo personal, la UBA como universidad me suena mucho a lo que es en México, mi país, la UNAM [que es donde estudio]. Isabel ya contaba algo al respecto, pero se equivoca al decir que la corriente Marxista se fue de la escuela. Tal perspectiva sigue estando muy vigente, quizás sólo se vea superada en número por la cantidad de facultad que sigue la corriente postkeynesiana.

    Sí les llegase interesar el tema de la evolución contemporánea del pensamiento económico en América Latina recomiendo lean el siguiente libro Managing Mexico: Economists from Nationalism to Neoliberalism de Sarah Babb «http://www.amazon.com/Managing-Mexico-Economists-Nationalism-Neoliberalism/dp/0691117934» . Quizas no lo vean interesante porque sólo se enfoca a México vis a vis el desarrollo de la docencia en Estados Unidos, pero la autora lo maneja como el caso prototipo de lo que sucedió en toda latinoamérica. El libro se enfoca al estudio comparado de dos facultades de economía con visiones antagónicas, la UNAM de corrientes nacionalista, estatista vis a vis el ITAM* de corriente liberal, ortodoxa [Keynesiana primero y monetarista después]. Yo visualizo que un símil con la Argentina sería el caso de la UBA respecto a la Torcuato di Tello, pero no estoy seguro.

    *Como dato curioso, aquí en México se ha intentado ligar la fundación del ITAM con las visitas que realizaron a México Mises y Hayek, ambos invitados por un economista mexicano Luis Montes de Oca que estuvo en parte involucrado en la creación del ITAM. La verdad es que tal institución nunca ha enseñado «Economía Austriaca» sino ha seguido la evolución de las facultades estadounidenses que han cambiado su enfoque teorico con el tiempo. Vease http://www.economia.unam.mx/publicaciones/nueva/econunam/24/02romerosotelo.pdf

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  26. Pingback: Felicidades de parte de PVE (resumen estadístico) | Punto de Vista Economico

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